domingo, 28 de junio de 2009

142.- Y SIGO APAÑANDO LA R-65

Domingo fresquito, que ya era hora. Ocho y media de la mañana y montado en la R100RS. Casi no hay circulación. A la salida, como todos los fines de semana, el control de la Guardia Civil para alcoholemia (solo tienen ojos para la alcoholemia y para la velocidad) lo demás les importa un bledo. La gente sigue haciendo las rotondas en plan chicane; si tú la haces bien te atropellan, pero si tienes suerte solo te llevas una pitada de escándalo. Menos mal que yo tengo mas pito que ellos y les arreo mas fuerte ¿qué se habrán creído los mamarrachos de las neveras...?
El camino sin problemas, salvo que parece que todos los mosquitos tenían fiesta esta mañana. Me he tenido que parar en Montellano a limpiar la visera del casco, ¡y eso con el carenado RS! A la altura de El Gastor me encuentro una K75 morada matricula de Cádiz , S. Estoy un ratillo detrás de él, pero va muy despacio para mí, así que lo paso y lo saludo cuando lo rebaso. Me saluda muy contento, o eso me parece a mi, viéndolo alejarse por el retrovisor... lo mismo es que lo he asustado. De buena gana me habría tomado una café con él, pero he salido más tarde de lo que pensaba y hay muchas cosas que hacer, así que a volar y a las diez ya había empezado la faena: Lo primero, comprobar que el invento de dejar atada la maneta del freno no había arreglado nada, como suele ser habitual en estas cosas, que no se arreglan solas. Estuve investigando y salían burbujas de aire por el depósito al soltar la maneta, luego la junta tórica trasera no estaba bien y no hacía su función. ¡A desmontar!

Una vez desmontado sople por el latiguillo, y no tenía ningún atasco. Para sacar el pistón del cilindro maestro solo hay que extraer la arandela de cierre con unos alicates de puntas y ya sale todo.

Como se puede ver en las fotos, todo con bastante porquería, pero es cuestión de limpiarlo todo muy bien y guardar todas las piezas hasta la semana que viene, en que tenga las tóricas que me hacen falta. Mientras tanto, ya que no puedo arreglarlo, por lo menos voy a darle un repasito estético a la bomba de freno. Empapelo un poco todo lo que no quiero que se pinte y meto un tornillo gordo en el lugar en que va el pistón del cilindro maestro para que no entre la pintura.

Mientras se seca me voy a trabajar en otra cosa, pero hago un pequeño truco de tiempo y pongo aquí cómo quedó la cosa una vez seca. Lógicamente, una vez acabada, a la bolsa de papel a unirse con las demás piezas del freno, a ver si es posible que no se pierda ninguna.

Lo siguiente que tocaba era echar aceite en la horquilla, que se había quedado seca el último día, tras el repaso de limpieza y pintura.

Según el Churchill hay que echar 190 cc de aceite SAE 10 en cada botella, pero a mí siempre me ha gustado más el SAE 20 para las horquillas; debe ser una de esas manías de viejo.

Para echarlo solo hay que quitar el tornillo que hay en el centro del tapón de cada barra de horquilla, poner un embudo de tamaño adecuado y adentro. Después se cierra el tornillo y a otra cosa.
Hasta aquí todo parece muy fácil y se puede suponer que lo he hecho todo en media horita o así ¿no? Pues de eso nada, dos horas hasta este momento. He perdido muchísimo tiempo intentando que el cilindro maestro se arreglase solo (miedo a desmontar se llama eso, que es la primera vez que veo esa pieza por dentro) y viendo salir burbijitas cuando apretaba la maneta del freno.
Seguidamente le he dedicado un buen rato a limpiar la tija, que tiene el mismo aspecto de aluminio atacado por algún producto químico que el resto del motor.

He usado todo lo que se me ha ocurrido, pero lo que mejor ha ido ha sido lana de acero del muchos ceros mojada e impregnada en bicarbonato sódico. Ha logrado mejorar bastante el aspecto.

Y cuando me he aburrido de frotar me he acordado de que la luz de punto muerto no se encendía, y ya que estábamos con esto desmontado... a mirarla. He abierto el cuenta vueltas, que es donde están los chivatos, y he cambiado las bombillas de la luz larga y del punto muerto.

He encendido el contacto y nada de nada. La bombilla no es, porque funciona cuando enciendo la larga, luego, o es del interruptor, que está escondido por allí abajo, o es el cable que está cortado en algún sitio. El próximo día lo investigaré.
Después de esto quité el depósito de gasolina, que, por cierto no tenía ni idea de lo fácil que es de quitar; tan fácil tan fácil que tuve que ir a mirarlo al Churchill, porque ni veía tuercas ni nada... como que no las tiene: una simple brida que se coge a la espina dorsal del bastidor. Si en la R100RS ya era facilito, en esta se han lucido los inieros alemanes. Debajo del depósito lo de siempre: muchísima porquería y cables para montar una feria.

Un buen limpiado con pronto que cambia el polvo por brillo y la cosa tiene otro aspecto.

De todas formas, el motor sigue teniendo un aspecto lamentable y voy a tener que emplearme a fondo para dejarlo bien. Lo primero que había que hacer era limpiar la tapa del motor de arranque y pintarla. He sacado el filro del aire, que aunque no estaba del todo sucio, lo he quitado porque este es el principio de una nueva vida para esta moto, y conviene empezar las nuevas andaduras con ropa limpia.

Despues he quitado la caja del filtro del aire y la caja de soporte de la batería. Ambas han sido limpiadas y lijadas con esmero y despues han sido pintadas.

Mientras se secaban al sol he vaciado la gasolina del depósito en el de la R100, y me parece que he encontrado el porqué de aquellos fallos en altas: la gasolina pasa con mucha dificultad, incluso tomándose su tiempo para respirar (hasta con ruido inspiratorio y todo, y es en serio). ¿La causa? pues que el depósito no esta nada bueno por dentro, como ya sospechaba.

El aspecto del filtro deja ver a las claras que hay mucha mugre ahí dentro. Habrá que sanearlo con plástico. Mientras tanto limpio el grifo de gasolina, que parece de mejor familia después de um buen restregón.

Y me voy a a otra cosa: a la Ossa, que estaba pendiente de que le pusiera el guardabarros delantero. En realidad está pendiente de muchísimas cosas, pero lo realmente cierto es que me estaba estorbando en las estanterías el guardabarros, así que donde mejor está es en su sitio, y así, además, queda algo menos que montarle. La sorpresa es que cuando voy a ponerlo no entra. Hay que volver a desmontar la rueda para ponerlo desde abajo. Con el trabajito que me costó ponerla el otro día...

En fin, puesto el guardabarros y puesta la rueda, aunque se me ha olvidado la foto.
Cuando desmonté la tapa del motor de arranque vi que éste estaba muy sucio y oxidado, y aunque funciona bien lo he cambiado por el que tenía de repuesto en el cajón y me he llevado el otro para limpiarlo, adecentarlo, pintarlo y dejarlo de reserva, aunque con lo bien que va, lo mismo se lo pongo a la R100RS, que necesita mucha más potencia para moverle los pistones.

Si; el motor de arranque que tenía guardado estaba pintado de rojo; fue una chorrada que se me ocurrió cuando lo arreglé. Por cierto, el que tiene la R100RS está ìntado en amarillo y negro. La tapa del motor, una vez seca fue convenientemente lijada para resaltar la marca de la moto, y mientras se secaba también tuve tiempo de lijar un poco las partes negras del motor y pintarlas, pero no acabaron de secarse antes de que me fuera (la diferencia de estar dentro fresquito, o estar fuera al sol) así que no pude realzar las lineas que lleva en color aluminio. El próximo día la dejo fenómena.
Ya solo quedaba volver a montarlo todo en orden inverso: Tapa del motor de arranque

caja del filtro con filtro de aire nuevecito

batería con su caja y sus correas

y ya que estábamos puestos, bujías nuevas. Las viejas no tenían mal aspecto, así que las guardo en la caja de herramientas por si hacen falta en un apuro;

Y ahí se queda hasta la semana que viene, que me hacen falta unas cuantas piezas, sobre todo de goma. Ah, por si no os habéis fijado, también le cambié los espejos aquellos pequeñines por los suyos. Es otra prestancia y es otra seguridad, que con esta moto te adelanta mucha gente. Los pequeños los dejaré para vestirla de caferacer.

Me quedan unas cuantas cosas que hacerle, y voy a ir pidiendo la goma trasera para cuando llegue al tercio posterior, que no es plan tener montado un neumático delantero atrás, sobre todo para ir a enseñárselo al de la ITV.
Además, hay que ir acelerando con esta, que viene otra BMW, una R80ST. Una muy bonita moto que ya intenté comprar en su día. Pronto aparecerá por aquí.
Acabo de llegar de comprar el recambio para arreglar el freno, y ahí faltaban piezas: concretamente una arandela que va delante de la tórica trasera, la que he pintado de rojo en el dibujo.

Y no cabe la posibilidad de que se me haya caído al desmontar, porque lo hice todo con sumo cuidado y encima de la mesa, por si las moscas. Espero no encontrarme más sorpresitas de estas, y menos en partes tan delicadas como el freno delantero.

No hay comentarios: