jueves, 29 de octubre de 2009

170.- CUMPLEAÑOS DEL BLOG

Ayer cumplió dos añitos este blog, y como me sucede siempre con los cumpleaños y los santos, se me pasó. Es lo que tienen las fechas y los recuerdos, que se ven haciendo cada vez más pequeñitos conforme nos vamos alejando en el tiempo.
Volviendo atrás la vista, resulta que en aquella epoca la Sprint tenía casi un año, y ya llevaba tres años y medio con la R100RS, y me atrevía a hacer poquitas cosas de mecánica, claro que tambien metía menos la pata, todo hay que decirlo.
En este tiempo han pasado cosas; siguen conmigo la R100RS y la Sprint, vino, y se fue, la Honda CB750, Maya, que era una magnífica moto, que me gustaba muchísimo, pero que era dificil de trastear en comparación con las BMW; un su sustitución vino la R65 a la que le he dado un buen repaso, y lo que le queda... especialmente en lo que a apariencia se refiere; y finalmente llegó la R80ST, que está todavia en el plan de remozamiento, pero que promete.
El tallercito se ha ido beneficiando de algunas mejoras: estanterias, nuevas herramientas, e incluso una pistola estroboscópica que todavia me tiene alucinado, y en cuanto al blog, que es el que cumple años, creo que ha ido reflejando fielmente la actividad relativa a las motos, aunque con un cierto desorden, pero eso es inherente al autor, así que poco se va a poder arreglar, aunque por poner buenas intenciones, que no quede. Ya se sabe que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones.
El año pasado por estas fechas me había propuesto algunas cosas, y me parece que no he cumplido ninguna, pero lo que más me duele es no haber acabado la OSSA. Cierto que he estado muy liado con las nuevas adquisiciones, pero no tiene perdón no haberla puesto en marcha todavía, y eso que solo le falta arreglarle el pinchazo de la rueda trasera, ponerle la cadena de transmisión secundaria y arrancarla. A ver si en estas próximas semanas soy capaz de ponerla en marcha, y así, además, hago un poco de sitio.
Por otro lado, parece que el blog está siendo algo más visitado, porque si el año pasado la media era de 16,5 visitas diarias, a fecha de hoy la media ha subido a las 25,8. Lo que no he conseguido todavia (en realidad no lo he intentado mucho) es que los lectores puedan hacer comentarios, y de todas formas, no sé si me gustaría, porque me obligaría a contestar (nobleza obliga) y eso implica más trabajo. Tal vez sea mejor dejar las cosas como están, al menos hasta dentro de unos meses.
Pues, para acabar, me felicito a mi mismo por medio del blog y espero seguir por aquí el año que viene por las mismas fechas para buscar una tarta con tres velas y hacer un breve repaso de la enormidad de cosas hechas durante el año.

domingo, 25 de octubre de 2009

169.- FIN DE SEMANA MOTERO Y SIN TOCAR UN TORNILLO

Pues si; aunque parezca raro, así ha sido. Ya me iba tocando darme un homenaje ¿no? Este fin de semana empezó en sábado, como casi todos los fines de semana, pero era un sábado especial, porque al día siguiente había carreras de Superbikes en Portimao y seis días después la cita de Halloween en Benidorm, y hete aquí que después de todas las chapuzas que le he ido haciendo últimamente a la R100RS, no la había probado, y no sabía si estaba como para meterse una kilometrada con ella, asi que decidí no ir más de "sobrado" como este verano cuando fuimos a La Bañeza, y me fui a Ronda en la Sprint con la idea de probarla y de darme un buen paseo. Pero la mala fortuna quiso que, ya que me había puesto el mono de fundir y tiene poco sitio para llevar cosas, en vez de coger el taco de llaves que llevo normalmente cogí solo las estrictamente necesarias, es decir, las de la casa y las de la R100RS, o al menos eso me creía yo, porque cuando llegué a Ronda e intenté echarla a andar me di cuenta de que las llaves que había cogido eran las de la R80ST, que estaba con ruedas nuevas esperando para que les quitara el brillito ese que traen de fábrica. Hay quien dice que fue una cosa intencionada y que lo que yo quería era darme un buen paseo con la R80ST, pero si fue así lo hice de manera totalmente inconsciente. Mi idea era probar la R100RS.
Bueno, y ya que estaba, pues me puse con la prueba; bajar a San Pedro de Alcántara es agradable con cualquier moto, pero con esta, que se maneja la mar de bien, es una delicia. Los primeros kilómetros los hice con cuidado, y poco a poco le fui cogiendo el gustillo y me fui animando a tumbar. Tampoco es que llegara a tocar los culatines en el suelo, pero no le encontré fallos a las gomas (Pirelli MT66), ni un aviso, ni nada, lo cual no sé si será bueno o malo, que ya sabemos que los neumáticos que avisan suelen ser menos traidores que los que no dicen nada hasta que estás en el suelo.
No llegué hasta San Pedro de Alcántara; me quedé a unos pocos kilómetros para no meterme en jaleos de circulación que todo aquello está en obras y es facil meterse por donde no debes y acabar donde no quieres, y aquí me ocurrió la anécdota del día: Me di la vuelta en un tramo recto, con amplia visibilidad, poniendo los intermitentes, primero a la derecha para pararme y después a la izquierda para virar, y cambiando el sentido de la marcha sin maniobras raras. No llevaba ni medio minuto andando en sentido contrario cuando aparecen en los retrovisores las luces azules de una moto de la Guardia Civil de Tráfico. ¡Ea, ya la hemos liado! A ver quien lo convence de que lo que he hecho es todo correcto. Me pongo a pensar en qué demonios le voy a contar, en que no llevo los papeles porque me he equivocado de llaves... Total, no se va a creer nada... Aminoro la marcha y me echo a la derecha esperando que me pase y me saque la manita para que me pare, pero no pasa nada de eso... Me adelanta y sigue para arriba a toda pastilla. Superada la primera fase de sorpresa no se me ocurre otra cosa (ideas de bombero) que irme detrás de él. En esa carretera la velocidad punta no es muy importante, ya que casi no hay tramos rectos, y sí lo es el paso rápido por curva para poder hacer buenas medias, de forma que se puede ir muy rápido sin sobrepasar los límites de velocidad, y allá que me fui detras del guardia, quedandome asombrado de la facilidad de manejo de ese armario ropero, de lo bien que trazaba las curvas, de cómo inclinaba y sacaba ruidos de roce en cada curva, de cómo levantaba la moto a la salida... Total, que iba disfrutando un montón, pero el tio era muy bueno y tuve que rendirme a la evidencia: además de que era capaz de ir más rápido que yo, tenía dos ventajas muy importantes: las luces azules hacían que las neveras lo dejaran pasar, y tenía un bloc en el bolsillo de los que a mi no me gustan, así que reduje un poco la marcha y lo vi alejarse. Al mucho rato apareció el compañero, que también me pasó, y a quien tambien seguí un rato, pero este andaba menos y era bastante menos espectacular, así que le perdí el interés y lo dejé que se perdiera.
Acabada la prueba de la R80ST me volví a Sevilla en la Sprint, ya que al día siguiente había que madrugar para ir a Portimao.

Me gusta ver las carreras en la televisión, pero de vez en cuando me gusta ir al circuito, y Portimao es un circuito especialmente bonito al que me gusta ir, y eso que solo lleva un añ0 abierto, que la inauguración fue el año pasado por estas fechas.
Salimos temprano, a eso de las siete de la mañana, que con el cambio de hora resulta que eran las ocho, pero como jugábamos con que en Portugal es una hora menos, al final salimos a muy buena hora. La mañana estupenda, pero yo no me encontraba nada bien. Vengo arrastrando un cuadro de rinitis violentísima e intermitente desde hace un par de meses que lo mismo se me viene que se me va, que no me deja respirar y que me deshidrata por la hipersecreción nasal, pero lo más molesto es el insufrible picor de nariz, que me provoca continuos estornudos, y ya podéis imaginar lo que es estornudar violentamente (yo estornudo muy violentamente) en mitad de una curva... Además, tenía una intensa fotofobia que acentuaba los síntomas de la rinitis. Total, que me pasé el dia estornudando y limpiandome la nariz; sin exagerar, gasté unos 2 kilos de papel que iba robando por todas partes, porque los pañuelitos se gastaron en la primera media hora. El que no se lo crea puede apreciar cuanto digo en las siguientes dos fotos. En la primera gastando el producto de la Empresa Nacional de Celulosas de un año

y en la segunda mostrando el aspecto general del rostro. Mi nariz es grande, pero en condiciones normales es un 10% menos que en esta foto.

Total, que pasé un dia malísimo, y cumplido mi derecho de enfermito a quejarme, paso a resumir la jornada un poco para dejar constancia de lo que vimos: Había muy poca gente en el circuito, mucha menos que el año pasado; de hecho, el aspecto de las gradas, cuando llegamos, apenas empezado el warmup de las superstocks, era de auténtico desierto, como puede verse en esta foto.

Por cierto, las sillas estaban todas llenas de agua; posiblemente había llovido el dia anterior, pero eso es algo que es muy facil de arreglar, y lo pongo aquí por si me lee alguien relacionado con el circuito: solo hay que hacerles un agujerito para que desagüen, y todos tan contentos, que la gente andaba sentandose en el piquito, o limpiando con el pañuelo de propaganda que nos dieron a la entrada. Eso, se les da un taladro portatil a unos cuantos chaveas y se lo pasan como enanos haciendo agujeros...
Bueno, de las carreras no me enteré mucho, pendiente como estaba de que no se me salieran los ojos en cada estornudo; solo recuerdo que en Superstocks 1000 ganó Simeon con la Ducati, lo que no ha sido ninguna novedad, porque el tio ha estado arrasando todo el año.

Para cuando empezó la carrera de Superbikes el público había empezado a llegar, pero no en demasía, y el sol empezaba a calentar de mala manera.

A pesar de que había poca gente, nos tocó al lado un pelmazo fan de Spies con una trompetita, que nos dio la carrera. Haga se cayó en la primera carrera y le regaló el campeonato a Ben Spies, que ganó, seguido de Rea y Biaggi.

Para la siguiente carrera cambiamos de escenario y nos fuimos a la grada de Sagres. allí vimos como los servicios médicos del circuito andan un poco sobrados de peso.

En la carrera de Supersport gano Laverty, seguido de Sufuoglu y de Gary McCoy (Triumph), pero el camponato se lo llevó Crutchlow, que si no me equivoco, el año que viene irá a Ducati. Ya veremos.

La siguiente carrera fue la de Superstock 600 que ganó Bussolotti, pero que no pudo ganar el campeonato, y se quedó a un punto de Gino Rea, que fue tercero en la carrera, tras el belga Lonbois. Y no sé por qué, de esta carrera no tengo fotos; supongo que estaría muy ocupado limpiandome la nariz y llorando.
Entre carrera y carrera probé de quitarme el catarro con el jarro, y como no había jaleo en el bar, se podía tomar uno tranquilamente una cerveja Sagres. Recuerdo que el año pasado esto era impensable, de la cantidad de gente que había.

Para acabar el dia la segunda carrera de Superbikes. En esta no se cayó Haga, pero Spies solo tuvo que seguirlo para hacerse con el campeonato. La carrera la ganó Fabrizio seguido del japonés, Rea y Spies, y fue una bonita carrera, viendo cómo Fabrizio intentaba frenar a Rea y dejar que Haga se acercase, pero al final no pudo ser; lo de Ducati de esta carrera ha sido una conjunción de factores perversos: un japo en Ducati, salir el décimo en la parrilla de salida y caerse... Asi no hay forma.
Para esta carrera tambien cambiamos de sitio, y nos fuimos a una colina desde la que se veía gran parte del circuito

pero nos volvimos a la grada Sagres porque el asiento era bastante incómodo. Lo unico malo era que volviamos a estar solos, y cuando, animados por el locutor "faciamos la onda, muito bonito, no para, no para...", el resultado era este:

Al final, lo dicho: Ben Spies campeon del mundo. Se lo merece. Ha sido el mejor este año.

La vuelta bien, solo que con el cambio de hora se nos hizo de noche y ademas pillamos el atasco de la entrada a Sevilla desde las playas de Huelva, con lo que el viaje se alargó media horita más. Dos para allá, dos y media para acá.
La semana que viene a Benidorm con la R100RS. Halloween motero que promete.

domingo, 18 de octubre de 2009

168.- LAS PRISAS SON MALAS, MUY MALAS, MALISIMAS.

Si, eso ya lo sabemos todos, especialmente yo, que suelo incurrir en errores derivados de las prisas una semana sí y otra también, y es que quiero hacer tantas cosas que no llego, y si encima, como ayer, tengo compromiso familiar, esto es, comer a las dos en punto, pues peor que peor. Me había quedado la semana pasada en que tenía que hacer el reglaje del encendido de la R100RS (las otras es de suponer que están bien, porque no les he tocado los bajos todavía) y que el tester del encendido estático parece que no iba bien. Se lo llevé a un amigo que entiende de electrónica (no en vano trabaja el ramo) quien me diagnosticó que el citado tester tiene menos electrónica que un cable pelado, y que algún burro le había pegado un chispazo de mucho cuidado que se había cargado un diodo y se había llevado la pista (supongo que debe ser el circuito impreso, pero no quise preguntar mucho porque yo conocía al burro...). Tras la oportuna reparación, que no quiso cobrarme, quedé en que lo probaría este fin de semana, pero mira por donde, un amigo tenía una pistola estroboscópica y lo convencí para que me la dejara usar un rato este fin de semana para poner a punto la R100RS, y allí estaba yo, a eso de las once de la mañana (sí, para colmo había salido tarde) con la pistola enganchada a la batería y al cable de bujía y con los tornillos del bote del encendido flojos para poder moverlo hacia donde quisiera. Arranqué la moto, esperé un poco a que se calentase y mantuviese el ralentí, quité la goma de la mirilla del plato de inercia, apunté la pistola hacia el orificio y... ¡milagro! allí estaba la dichosa "S" estaba perfectamente visible, oscilando levemente casi en el centro del agujero. Moví con la mano izquierda el bote del encendido hacia un lado y hacia otro y ví cómo la "S" que indica el avance del encendido (y la raya que lleva debajo, que es lo realmente importante) se desplazaba hacia arriba y hacia abajo en el orificio. ¿Cómo demonios he podido pasar yo sin este artilugio? Es lo más simple del mundo. Para hacerse una idea, es como equilibrar los carburadores con el Twinmax. Total, que en menos de cinco minutos tenía la tarea hecha. Podía dedicar la mañana a cambiar las gomas de la R80ST y algún que otro apaño que quería hacer.
Pero claro, con el cárter del alternador abierto, raro era que no se me ocurriese alguna maldad, y pensé ¿habré puesto bien el retén del cigüeñal? Pensarlo y convencerme de que lo más seguro es que estuviese tan mal puesto que me iba a tirar todo el aceite en un momento fue todo uno. Quité el alternador y el rotor, comprobé que en el poco tiempo que había estado funcionando la moto no había salido ni una gota de aceite por allí, y aun así le di unos golpecitos interponiendo un tubo para hundirlo un poco más. Cuando me convencí de que estaba perfectamente puesto coloqué el rotor y el alternador, y cuando apreté el último tornillo de los tres que lleva me dí cuenta de que el cable del bote del encendido se había quedado pillado. ¡Horrible estropicio! Saqué los tornillos y el alternador y comprobé que había roto los tres finísimos cables que lleva. Vuelta a empezar: sacar el bote del encendido, desenchufar el cable arriba, unir los cables, darles un puntito de estaño para que no se suelten, aislarlos y volver a montarlo todo. Nueva prueba con la pistola estroboscópica, pero esta vez con menos ilusión, que el cabreo por lo idiota que había sido ya empezaba a ponerme de mal genio. Y encima se me había ido un tiempo precioso. Y lo peor es que no voy a tener tiempo de probar suficientemente la moto antes de irme con ella a Benidorm, porque la semana que viene nos vamos a Portimao en la Sprint a ver la Superbikes, y cuando vuelva a Ronda será para dejar la Sprint, cambiar el contenido de las maletas a la R100RS y salir pitando para Benidorm. Espero que no me deje tirado ninguno de los cables que me he cargado. De todas formas me llevaré repuestos por si las moscas (un pedazo de cable y cinta aislante, claro).
Cuando acabé con el tema eléctrico, que en el fondo no eran más que complicaciones aparecidas en el cambio de cadena de distribución, bajé la R100RS de la mesa y subí la R80ST para cambiarle los neumáticos, que estaban los pobrecitos en las últimas, especialmente el trasero,

aunque el delantero también tenía su poquito de desgaste, y sobre todo que no sé que vida han llevado, si llevan puestos diez o doce años.

Lo apunto aquí para llevar un cierto control del consumo de gomas. Le pongo los Pirelli MT 66 a los 64.915 km. Tienen buena pinta; deben ir bien en agua.

Ponerlos no fue gran cosa, dejando aparte lo cansado que resulta el cambio de neumáticos manual.

Alguien más patoso que yo ya dejó su marca en la llanta delantera

pero una vez limpita y lijada con lana de acero del 000, quedó bastante presentable.

El unico accidente que le cogí un pellizco a la cámara de la rueda delantera

pero como tenía una cámara nueva de repuesto, se la puse y me llevé a Sevilla la otra para ponerle un parche.

Si, ya se que se lo podía haber puesto allí, pero es que el sol se deja caer y dice que no se para, y no me gusta conducir de noche, así que marchando para casita. Me llevo la Sprint para ir el domingo a las Superbikes a Portimao.
Y con esto se acaba el trabajo de esta semana. Otro día haré mas cosas, especialmente ilustrar convenientemente el ajuste del encendido con la estroboscópica, que es francamente sencillo y alucinante.

lunes, 12 de octubre de 2009

167.- FINAL DEL CAMBIO DE CADENA DE DISTRIBUCION

Pues si, final, aunque quizás debería decir paso intermedio, porque totalmente, lo que se dice totalmente, no está. Me explico: me había quedado la semana pasada en que la moto no tenía chispa. Algo había hecho mal, y habiendo cables de por medio, estaba claro que la iba a liar de una u otra forma. Pregunté en bmwmotos.com y no me dieron más pistas de las que ya tenía, pero al menos me confirmaron que la chispa debía estar presente, estuviera muy avanzado o muy retrasado el encendido. Así, pues, me quedaba volver a trastear los cables a ver cual de ellos estaba mal. Me monté en la Sprint y a las diez y media estaba en Ronda metido en faena. Por cierto, ha sido un fin de semana estupendo en cuanto a climatología, de forma que todos los enlatados se han ido de puente, y también todos los moteros, especialmente los de venta, esos cuyas motos te encuentras aparcadas en una venta a las nueve y media de la mañana y cuando vuelves por la tarde siguen allí; si, esos que nunca salen si hay tres nubes ni se paran a preguntar si necesitas ayuda cuando te quedas tirado, no vaya a ser que se les arrugue su Dainese ultimo modelo. A lo que iba, que me enredo: que había muchísimo tráfico, pero que a las diez y media estaba en Ronda. Abrí el cárter del alternador, pero también abrí arriba, en el compartimento del motor de arranque, ya que recordaba que aquella zona me había dado bastante lata y quería revisarla, y mira por donde, allí estaba el estropicio: el cable que viene desde la placa de diodos al regulador (creo) se había quedado pellizcado. Por cierto, eso amarillo es el motor de arranque, que a mi me gusta llevarlo de colorines.

Entre el cárter de la cadena de distribución y el bloque del motor va una goma por donde pasan los cables, y este se había quedado fuera

Identificado el daño, solo quedaba repararlo. Abrí la funda previendo que debía haber algo dañado, que si no ¿de cuando se iba a quedar sin chispa? y efectivamente, los cables estaban un poco pelados, lo suficiente como para ir contactándose entre ellos y como para dar la lata en caso de dejarlos así, aunque en un principio la moto volvía a tener chispa.

Los aislé con un poco de cinta

y coloqué el cable en su sitio, asegurándome de que esta vez todo iba bien montado.

Ya solo quedaba poner el avance del encendido en su sitio. Como no tengo pistola estroboscópica, solo puedo hacer el ajuste estático del encendido. Para ello se abre la tapa del alternador (ya estaba abierta) se quitan las bujías para poder mover el alternador (y el cigüeñal, por ende) con una llave allen.

Se colocan los cilindros casi en el punto muerto superior, en el lugar señalado para ajustar el encendido estático, que es una S que hay marcada en el plato de inercia.

Y finalmente se coloca el tester en el regulador.

Se pone el contacto y el tester no se enciende. Es lo normal, ya que la moto debe estar fuera de punto después de desmontar el bote del encendido. Solo queda girarlo hacia uno y otro lado hasta que la luz se encienda; lo muevo y nada. La luz no se enciende. Vuelvo a poner las bujías y pruebo el arranque. A la primera, sin aire ni nada, y suena bien. Pruebo nuevamente el tester y no se enciende. ¿Estará mal el aparato? Desmonto la R80ST y le hago la prueba, pero esta vez sin mover el bote del encendido, porque se supone que está bien regulada. Tampoco se enciende. Me voy a la R65 y tampoco se enciende. Abro el aparatito y le meto 12 voltios de la batería entre los dos polos de la bombilla. No se enciende. Supongo que debe estar fundida la bombilla, pero ahora me quedo con las ganas de saber si el encendido está en su sitio o no. Necesito una pistola estroboscópica para hacer el ajuste dinámico del encendido y comprobar si el tester está bien o no, así que se lo llevaré a alguien que entienda de electrónica. Mientras tanto, dejo la R100RS donde está, encima de la mesa, pero con todo cerrado.
A todo esto, del trajín este del cambio de la cadena de distribución me han sobrado dos juntas redondas que no tengo ni idea de donde van. Preguntaré en el foro para que la próxima vez no me sobren.

El resto de la mañana lo dediqué a intentar arreglar la cerradura del sillín, que no acaba de ir bien, y es que le falta uno de los dos tornillos, y, claro, no cierra como debe. No he encontrado en la caja de los tornillos uno de la misma medida, así que tendré que buscarlo. Es uno métrico de 5x40.
Y después de ver que no podía arreglar la cerradura me puse con el tornillo de mesa que me había cargado hace tiempo. Le he dado un buen repaso de soldadura y se ha quedado bastante bien, por lo menos para cumplir su misión honrosamente.
Y como tampoco tenía ganas de hacer más cosas, ni podía, porque estoy esperando piezas para la R65, le di un buen fregado a la Sprint y a la R80ST, deje la Sprint bien tapadita con su funda y me volví para Sevilla en la R80ST, que no sé si lo he dicho antes, pero me gusta mucho, tanto estéticamente como en movimiento.

Bien hasta aquí queda lo que hice el sábado. Por la noche, Miguel me convenció para volver a Ronda al dia siguiente a pasar el día y hacer un par de cosas en el Land Rover.
Lo que quería hacer no era más que pintar un par de maquetas del mismo color y con los mismos adornos que el de verdad. Y ahora, después de meterse conmigo hasta la saciedad por mis resultados con la pintura, se empieza a dar cuenta de que no es tan facil, ni siquiera con un spray y una maquetita de apenas una cuarta.

Mientras Miguel pintaba empecé a meterle mano la la Piaggio Typhoon, que me habían dicho que tenía no se qué roto y que por eso no andaba.
Lo que tenía roto es un tubo que va desde el depósito del aceite hasta el mezclador.

Para reponerlo solo había que retirar el viejo, desmontar la tapa de la correa

y volver a montarlo. El próximo dia, si tengo las llaves podré probarla a ver si funciona.

De paso he limpiado todas las piezas de plástico que he desmontado.

Y he dado por concluida la jornada en cuanto a mecánica se refiere. Nos hemos ido a comer a la Venta La Codorniz, que, francamente, hoy se ha llevado un cero, porque nos han atendido fatal, y no me vale la excusa de que había mucha gente. Si no se sabe llevar un negocio grande se lleva uno pequeño, y si no, se contratan eventuales para los días de mucho ajetreo, pero después de lo de hoy me va a costar volver en mucho tiempo. Estoy protestón hoy ¿no? Debo estar en uno de esos días...

domingo, 4 de octubre de 2009

166.- CAMBIAR LA CADENA DE DISTRIBUCION

Dos cosas tenía que hacer hoy: probar en serio la R80ST y cambiarle la cadena de distribución a la R100RS. Lo de probar en serio la R80ST es porque todavía no había tenido ocasión de hacerlo como Dios manda. Al principio porque estaba malita y hasta que encontré lo que le pasaba era un auténtico rollo llevarla: o al ralentí o a tope, sin término medio, y así no hay forma, la verdad, que no todas las curvas son de las de entrar con el gas totalmente abierto. Después, cuando ya la arreglé, coincidió con la entrega de la válvula, y aunque a la vuelta, subiendo a Ronda desde San Pedro de Alcántara, ya pude apreciar algunas de sus cualidades, tampoco era una prueba muy valorable porque iba con paquete, y, claro, a una moto de 50CV le tiene que afectar el peso extra quieras o no. Después, cuando me la traje a Sevilla la semana pasada, llovía a mares, y me dio un aviso al poco de salir: al llegar al primer cruce, cuando toqué el freno trasero, la moto intentó darse la vuelta; al poco rato, frenando con toda la suavidad del mundo, se me fue la rueda delantera una cuarta a la derecha en una entrada a una curva, y después de eso decidí que mejor hacer un paseo bajo la lluvia y ya la probaríamos otro día. Y ese día era ayer, que hacía un día magnífico. Me puse el mono de la época de Barry Sheene, que solo me lo pongo cuando voy "a fundir" y me fui a Ronda.

No voy a entrar en muchos detalles porque tampoco soy yo un figura de los análisis de motos, pero baste decir que es una moto muy divertida, que sube hasta la zona roja de manera espectacular, que es muy estable en curvas, permitiéndote tumbar lo que quieras, y que en curvas entrelazadas se maneja con extrema facilidad gracias a lo ancho del manillar. En contra: pues que 50CV se quedan cortitos y que el freno delantero te retuerce la horquilla cuando lo aprietas fuerte; supongo que esto debe ser por tener un solo disco. Voy a tener que buscar la manera de ponerle dos... En resumen, que me gusta mucho esta moto.
Y acabado el viaje de ida, me metí en faena. Objetivo: cambiar la cadena de distribución. Se empieza por lo que se empieza casi siempre que hay que meter mano por ahí delante: quitar el radiador de aceite y dejarlo colgando.

A continuación, se quita la tapa del cárter del alternador (son solo dos tornillos, así que un momento). Marco la posición del bote del encendido, pero en realidad no me sirvió para nada, como después veréis, porque aproveché para pintar la tapa del cárter y se borró la marca.

y hago una foto de todos los cables para acordarme de cómo iban en caso de apuro. De paso también los marqué, aunque se ve poco. El rotulador negro es mejor para pintar sobre colores claros, pero no tenía otro...

Ya, cuando llegué a los cables me empezó a entrar un poquito de canguelo, y es que la electricidad y yo no nos llevamos bien. No sé si será por algún calambrazo de chico o yo que sé, pero no nos llevamos bien.
Quité los cables de sus conexiones al alternador, quité los tres tornillos del estator del alternador, y ¡fuera!

A continuación, el rotor del alternador. Se quita el tornillo central, para lo cual hay que inmovilizar el motor. Un buen método puede ser meter una velocidad y pisar el freno trasero a la vez que se aplica la llave allen al tornillo del rotor, pero también puede funcionar el darle un golpe seco a la llave, aun sin tener una velocidad metida ¡cosas de la inercia!

Para extraer el rotor se usa un tornillo como el de arriba de la siguiente foto, que al apretarlo lo soltará.

Efectivamente, un par de vueltas con la llave 13 y... rotor fuera.

El siguiente paso es quitar la placa de diodos: se quitan los tornillos y se desconectan las dos clavijas posteriores

Llegados a este punto me encuentro con que uno de los cables de masa de la placa de diodos tiene rota la clema. Y la moto andando tan ricamente...

Una clema nueva, un par de puntos de soldadura y a otra cosa.

La otra cosa siguiente es quitar el bote del encendido: dos tornillitos y sale. Tiene una junta tórica que habrá que cambiar cuando llegue la hora del montaje. Ademas hay que quitar todos los tornillos que sujetan el carter de la cadena de distribución, y esto nos lleva a una pequeña complicación no prevista, que los tornillos de abajo chocan con el tubo que comunica los dos tubos de escape. No es una cosa terrible, pero obliga a mover un poco los colectores hacia delante para permitir que salgan, y de ahí el mazo de goma que aparece en la foto, que es un extractor de colectores de escape: un golpecito en un lado, otro en el otro. No hace falta sacarlos del todo, sino solo desplazarlos un poco. Y ahora que lo pienso, y después de haber desmontado y montado todo, creo que no es necesario sacar el bote del encendido. Para la próxima vez probaré, aunque de todas formas es conveniente cambiarle la tórica.

Finalmente, puede extraerse el cárter de la cadena de distribución, pero todavía queda algo más: uno de los cables del mazo que pasan desde arriba por delante, se introduce por el agujero superior y se engancha a una clema escondida detrás del motor de arranque y debajo del tubo del respiradero del cárter a la que es francamente difícil acceder, porque no se ve y el recorrido del cable es bastante corto, de modo que hay que sujetar el cárter con una mano, enhebrarlo con el cable y enchufarlo con la otra mano. Fue una de las cosas que más lata me dio al volver a montarlo todo. Una vez fuera el cárter, encontramos la cadena de distribución.

Para empezar con ella lo primero que tenemos que hacer es quitar el clip del patín tensor

y el propio patín, que salen fácilmente

Mientras acababa con la cadena, y previendo el montaje, metí la junta en su propia bolsa con un poco de aceite de motor para que se fuera impregnando. El aspecto es como de jamón cortado y envasado al vacío, y la verdad es que queda bastante bien y se pringa uno mucho menos que haciéndolo con los dedos.

Y volviendo con el desmontaje, lo siguiente es quitar el tensor del patín y sustituirle el muelle, y de paso lo rellenamos de aceite y lo volvemos a colocar, pero como nos va a dar la lata empujando cuando no debe, lo sujetamos con una cincha para que no se mueva. Hay que acordarse de quitarla después ¿eh? Y finalmente, se quitan el patín del otro lado y el eslabón de enganche de la cadena.

El cambio era ya necesario, y no solo por el ruido que hacía, sino porque el aspecto de alguna de las piezas era tal que así:

Para poder mover el motor y arrastrar la cadena tuve montar otra vez el rotor del alternador. Y para poder ver la dichosa marquita del piñón que hay que enfrentar a la del plato dentado, que esa sí que se ve fácilmente, hasta tuve que quitar el cojinete. La del piñón, desde luego, me costó encontrarla, tanto que hasta estuve tentado de sacar el piñón y mirarlo a pleno sol, porque no me acababa de creer que la tuviese.

Una vez que encontré la marca le dí un toque de rotulador indeleble y ya me permitió orientar los dos engranajes, que tienen que quedar con las marcas enfrentadas, tal que así, cuando cerremos la cadena.

La cadena, para cerrarla, también tiene su guasa. Me tuvo un buen rato intentando sujetar con una mano un eslabón, con la otra el otro y con la tercera, que no tengo, meter el eslabón de enganche, hasta que se me ocurrió coger un alambrito y pasarlo por los dos eslabones a unir para mantenerlos acercados, mientras metía el dichoso enganche. Finalmente, le puse el clip de cierre teniendo la precaución de que, como en todas las cadenas, la parte abierta quede en contra del sentido de giro de la cadena, o sea, la parte cerrada en la cabeza y la abierta en la cola.
Después de esto solo quedaba empezar a montarlo todo otra vez: el patín del otro lado, el cojinete del alternador y quitar la traba que le había puesto al muelle del patín, y engrasar todo aquello un poco con aceite de motor. Por cierto, hay que prestar atención al patín del lado contrario al tensor y a cómo están montadas las arandelas de presión: en la tuerca por encima y en el tornillo por debajo del patín.

Antes de cerrar cambié el retén del cigüeñal que va en la tapa (sí, Manolo, el retén es eso redondo negro del centro),

le puse un poco de pasta de juntas y coloque la junta de cartón bien impregnada de aceite en el bloque del motor. Y todo lo demás ya fue repetir los pasos al revés: poner la tapa, enganchar el cable aquel que tanta lata da y que no sé qué es lo que hace, ni a donde va, porque no se veía nada, apretar los tornillos, colocar el bote del encendido, previo cambio de su tórica, el rotor y el estator del alternador, la placa de diodos y conectar los cables. Todo quedó así

Pero lo que pasa ahora es que no da chispa en las bujías; todo lo demás funciona correctamente, así que supongo que he puesto el bote del encendido de cualquier manera, con lo que el próximo día tendré que hacer un reglaje del encendido, pero no sé si tengo que hacerlo estático, dinámico o ambos. Preguntaré a los maestros, a ver qué me aconsejan. Eso suponiendo que no sea otra cosa, pero no creo, porque me parece que lo he conectado todo correctamente, pero nunca se sabe, que los cables tienen eso, las ideas de un cable, y lo mismo se te esconden que te dan un calambrazo.
La vuelta la hice en la Sprint, así que me he dado un par de viajes más bien deportivos; eso si, siempre a la velocidad legal.