lunes, 28 de junio de 2010

205.- NUEVA IMAGEN DE LA BMW R65

Unos renglones para explicar que he acabado la pintura de la R65, lo que pasa es que no acaba de gustarme cómo ha quedado la laca. No consigo que se quede con esa terminación a espejo que dejan los profesionales, así que le voy a dar otra capa de laca el próximo día, porque sospecho que es por la forma de dar la capa, ya que hay zonas que sí que tienen ese acabado de espejo.

Lo que sí es cierto es que está muy chulísima con estos colores, aunque no me la he traído de vuelta por lo que he dicho antes de que quiero volver a darle una mano de laca.

La próxima en pintar es la R80ST, en azul y amarillo, pero antes hay que hacer algunas cosas de mecánica. Estoy a la espera de piezas para la R100RS y la R80ST, que está a menos de 700 km de cambio de todas las gomas del motor y alguna que otra modificación para aumentar el rendimiento.

domingo, 20 de junio de 2010

204.- MARATONIANA SESION DE PINTURA

Por fin llegó el día de pintar. La última semana había dejado las piezas aparejadas y ya solo quedaba darles una lija fina y empezar a pintar. Eso me pensaba yo cuando llegué a Ronda, pero la realidad siempre te da un guantazo mañanero. Las piezas tenían bastante que lijar, así que no me quedó más remedio que tomármelo con calma y empezar, dale que te pego, con lijas progresivas hasta llegar a la de 1000, y aun así no quedó todo lo perfecto que yo hubiese deseado, pero estaba ya harto de lijar y tenía ganas de empezar a tirar pintura. También le tocó el turno de lijado a la cúpula; un poco de matizado, sin necesidad de aparejo, según me aconsejó el encargado de la tienda de pinturas.

Entre lijado y lijado me dio tiempo a comprobar que los muelles que habíamos pintado la semana anterior habían quedado aceptablemente bien.

Y puesto que estaba con la lija, le di un poco al silenciador antiguo de la R80ST, lo lavé, lo sequé y le di una mano de pintura anticalórica, con lo que adquirió un aspecto de casi nuevo. Se quedó secándose al sol toda la mañana, y después lo guardé bien protegido con plástico de burbujitas por si acaso hay que volver a usarlo, pero desde luego sonaba mucho peor que el que tengo puesto ahora, que suena divinamente (y mejor que va a sonar dentro de poco).

Todo esto era haciendo tiempo para que se secasen las piezas que había lijado y lavado, vamos, las que me había propuesto pintar.

A la una de la tarde, por fin empecé la sesión de pintura, y es que antes tuve que prepararlo todo, porque hacía bastante viento, pero esta vez no estaba dispuesto a que me fastidiase la sesión de pintura e improvisé en el garaje de agricultura una sala de pintado sin viento; eso sí, con algo (bastante) de polvo y con una atmósfera bastante saturada de aerosol tóxico, aunque poniéndose a favor de la corriente de aire que entraba por las ventanas y salía por la puerta se podía pintar sin asfixiarse.
La primera capa era la de negro. La hice con el aerógrafo y tardé un buen rato, que con la pistola la podía haber hecho en unos segundos. Primero el depósito,

después el colín,

y finalmente la cúpula, que era lo mas difícil, porque con la luz natural (la poca que había allí dentro) se distinguía poco el negro sobre el negro.

Llegados a este punto, y como me conozco, me fui a dar una vuelta al huerto para darle tiempo a la pintura a secarse, que si no, me pongo a enmascarar y me cargo el trabajo. Así, de paso, le digo a mi hermano cómo van las cosas, que el jabalí no ha vuelto a entrar y que esto va despacito, pero es que el tiempo tampoco acompaña, que estamos a final de primavera y todavía he pasado frío esta mañana yendo hacia Ronda.

Cuando consideré que ya había pasado bastante tiempo, aún me di otra vuelta para hacer tiempo y comprobar que los castaños están en flor

y que los nogales ya tiene sus frutos madurando.

Y ya no me pude aguantar más y me fui a enmascarar el negro, operación sencilla a mi parecer, pero que como no la hagas con mucho cuidado te puede dar sorpresas desagradables.

Sobre este momento, aproximadamente, llegó Spinner con su preciosa R65 ultimo modelo y fue el que hizo las fotos a partir de entonces, porque si llega a ser por mí, posiblemente no hubiese salido ninguna más, de lo agobiado de tiempo que empezaba a estar.
El siguiente paso era pintar en blanco. En estas fotos se puede ver el aerosol tóxico que se formaba.


Aquí empezaron las primeras complicaciones. Para empezar, como había preparado mas pintura de la cuenta, también di mas capas de las estrictamente necesarias, lo que provocó que las capas mas profundas secasen peor que las últimas, y eso a la larga dio sus resultados negativos. Dejé secar lo que consideré oportuno y me llevé las piezas al sol, incluso, para que secasen antes.
Mientras se secaban, Spinner estaba enredando con su moto, poniéndole grasa de cobre a las juntas del escape, que, por cierto, esta grasa va bien para que no se gripen las tuercas de los colectores, pero en absoluto sirve para corregir fugas.Para eso va mejor un suplemento de aluminio en forma de lámina de lata de cerveza o una pasta especial para tubos de escape, de esas que te fabrican un ladrillo dentro.

El caso es que, según ha comentado después, la moto va bastante mejor, pero me temo que no es la solución idónea.
Volviendo a la pintura, me puse a enmascarar nuevamente. Es lo malo de los colorines, que hay que enmascarar cada vez que añades un color. Ahora tocaba tapar todo el blanco para poder pintar en rojo, y encima con dos cintas, para lograr el efecto que tenía pensado.

A todo esto, ya eran casi las tres de la tarde y nos habíamos quedado sin cerveza, por lo que se imponía una escapada rápida a la venta, pero antes había que dejar todo pintado y secando.
Preparé la pintura roja y en un ratillo estaban las piezas colgadas y pintando.

Acabada la pintura solo quedaba limpiar bien la pistola y de nuevo descolgar todas las piezas y llevárselas a que les diera el sol para que se secasen pronto, momento en que me apercibo de que me falta por pintar una, que se había quedado secándose; los inconvenientes de que no llevaba ningún enmascaramiento y solo había que pintarla en rojo.

En seguida la cuelgo y vuelvo a preparar pintura; le doy un par de pasadas,

y ya sí que están todas las piezas pintadas.

Las dejamos secándose y nos vamos a la venta a tomar unas cervezas mientras el Lorenzo se encarga de dejar la pintura lista para la laca.
Un rato de charla amigable y cuando volvemos solo hay que quitar las máscaras para ver que todo ha quedado más o menos bien

y digo mas o menos porque al enmascarar el depósito me lo apoyé en las rodillas, de forma que con lo gruesa que era la capa de pintura blanca se ha quedado señalada la trama del vaquero. Menos mal que no llevaba pantalón corto, que le habría dejado unos cuantos pelos.
Intenté arreglarlo con un poco de lija fina, y algo sí que quité.

A todo esto, eran casi las seis de la tarde, y todavía quedaba laquearlo todo. Spinner hacía un rato que se había ido, seguramente aburrrido, y yo me dispuse a colgar por enésima vez las piezas en el tendedero improvisado. Preparé la laca (dos partes de laca, una de endurecedor y un 10% de disolvente) y me puse a la tarea. Una capa fina con el abanico bien abierto para que sirva de agarre, dejar secar unos minutos y sucesivas capas dejando un tiempo de secado hasta que me cargué toda la laca que había preparado (unos 180-200 cc). El laqueado ha sido siguiendo las pautas que me dio Chicho Boxero. ¡Muchisimas gracias, Chicho!
El resultado creo que bastante satisfactorio, pero ya lo veré el próximo dia con más atención, porque eran las ocho de la tarde y no me gusta nada conducir con el sol de frente, que por cierto, es lo que hago siempre, por la mañana viajo al este y por la tarde al oeste, con lo que siempre lo llevo apuntándome.

Para el próximo dia acabar el laqueado, incluso metiendo unas pegatinas que me ha diseñado Spbit, y empezar el desmontaje de la R100RS, a la que hay que arreglarle la bomba de aceite. Eso son unas cuantas horas de trabajo. Si ademas me han llegado unas cosas que le he pedido a Maxboxer para la R80ST, mejor que mejor. Me temo que voy a tener ocupada la mesa elevadora un par de semanas.
Me volví en la Sprint, haciendole el rodaje a las gomas y a las pastillas de freno nuevas.

Llegué tarde a Sevilla, a eso de las nueve y media, y con las manos manchadas de pintura y laca que no van a salir más que con la descamación natural de la piel, porque he probado con disolvente, acetona, jabón y cepillo. Métodos mas expeditivos como el cincel los he desechado. Tengo que acostumbrarme a ponerme guantes, aunque sean los de Resnian.

domingo, 13 de junio de 2010

203.- MAK EN GMW (GUARIDISCHE MOTOREN WERKE)

Sábado que amanece nublado. Mala cosa, que además llevo una semana con demasiadas celebraciones. Tenía que haber ido a Granada a la inauguración de los Talleres Salivillas, pero no tenía yo el cuerpo de jota. Me levanto algo mas tarde de lo habitual y salgo hacia Ronda a eso de las diez menos cuarto (muy tarde). Me he llevado poca ropa y empiezo a arrepentirme de no haber sido mas previsor apenas hechos 30 km. Cuando empiezo a entrar en la parte de sierra me acuerdo todavía más de las prendas de abrigo, y cuando llego a Algodonales me empieza a llover. Lo que faltaba. Menos mal que aunque poco, la cúpula de la R65 protege algo. Lo que si hace es mejorar mucho la aerodinámica de la moto, que el otro día en la recta de atrás de Jerez pilló los 180 km/h. Llego a Ronda a eso de las 11, y lloviendo. Meto la moto dentro, que no tengo ganas de que se me empape más y me planteo qué hacer, porque el número de frentes abiertos es grande.

Al final me decido por lijar las piezas de la R65 que tengo pendientes de pintura tras el incidente que tuve con el laqueado, pero antes le doy una vuelta al huerto de mi hermano, que quiere que le informe de cómo van los progresos y de si el jabalí a vuelto a entrar.

No parece que haya destrozos, pero de aquí a que haya tomates quedan unas semanas (creo).
Finalmente me pongo a lo mio: dar cera-pulir cera.

Cuando llevo un buen rato lijando aparece Mak con su flamante R100RS (flamante pero no le carga la batería). Charlamos un rato en espera de que se enfríe la moto para echarle un vistazo y mientras tanto vamos moviendo motos para hacer hueco en la mesa elevadora. Afortunadamente ha dejado de llover y podemos sacar las motos fuera; no es que me importe mucho que se mojen, pero es que están limpitas, y ya se han llevado todo el año hechas una porquería con todo lo que nos ha caído este invierno.
Finalmente subimos la moto de Mak a la mesa de operaciones y nos liamos con ella.

Mientras vamos desmontando la parte delantera, Enrique se da cuenta de que el fuelle del cardan está a tensión.

Lo afloja un poco y sale aire. Eso no es normal, habrá que vigilarlo.
Siguiendo con la parte eléctrica, Mak tiene el regulador-rectificador de Silent Hektik, con lo que la placa de diodos desaparece y queda un sitio estupendo para cualquier cosa, como guardar un bocadillo, un transistor para escuchar los partidos del mundial...

Hablando en serio, me parece una magnífica inversión. Cuando me cargue la próxima placa de diodos lo haré también.
En cuanto al estator, que es la pieza que estaba mal porque enseguida me di cuenta de que no era normal que estuviese tan caliente, y porque era la única pieza que le quedaba por cambiar a Mak de todo el sistema eléctrico, lo cambiamos por uno que tenía por allí de repuesto y la moto empezó a cargar otra vez perfectamente, así que avería solucionada. Nuevo triunfo técnico de GMW (ver el titulo de la entrada). Posiblemente tenga parte del bobinado estropeada, de forma que al calentarse hace algún cortocircuito, porque la moto carga bien en frío, pero cuando se calienta deja de cargar, y además el estator se calienta de forma desproporcionada. Sería conveniente que lo revisara algún profesional del bobinado.

Como todavía era muy temprano y Mak se había traído unos latiguillos nuevos, creo que solo para enseñármelos, decidimos que los íbamos a cambiar, más que nada porque estaba viendo el líquido de frenos con un poquito de zurrapa. Después pondré una foto de cómo estaba.
El cambio de latiguillos no tiene ninguna ciencia. Solo hay que aflojar las conexiones, quitar los viejos y poner los nuevos en su lugar. En este caso la única complicación fue buscarle una nueva ubicación al que va desde la bomba al distribuidor, ya que era de la RT, un poco mas largo, pero con derivarlo por la izquierda en vez de por la derecha, asunto resuelto.

Una vez todos los latiguillos en su sitio, solo quedaba sangrar el circuito, y ya aprovechamos para sustituir el liquido de frenos, que tenía un aspecto tal que este de la foto (hay que tener en cuenta que ya lleva liquido de frenos limpio, así que el aspecto inicial era bastante peor).

Ya sabéis: no dejéis que los líquidos tomen ese color de vodka caramelizado del que ponen en Los Barriles, que es malo para la salud, especialmente traumatológica.
Acabada la moto de Mak, seguimos con el dar cera-pulir cera, y como entre dos, y ayudados por una cervecita, las cosas van mucho mas rápidas, en un momento teníamos las piezas listas para imprimación. Montamos el tenderete (aun con bastante viento) y la imprimación de dos componentes (cuatro partes de imprimante, una de catalizador y un poquito de disolvente para aclararlo un poco)

y en menos de lo que se tarda en contarlo estaban las piezas imprimadas, listas para lija fina, limpieza y pintado.

Esta semana tengo que buscar una laca que me ha recomendado Chicho Boxero ¡gracias, Chicho! y la semana que viene, si el tiempo acompaña, tenemos las piezas listas.
Acabado lo anterior le dimos una mano de pintura amarilla a unos muelles de amortiguador que había imprimado el otro día y que tengo allí para repuesto de la R65. Ya pondré fotos la semana próxima, que por esta se ha acabado la entrada.