domingo, 24 de abril de 2011

248.- PEQUEÑOS AVANCES EN SEMANA SANTA

Aunque con un poco de retraso, que llevo una temporada la mar de perro para escribir, y no solo aquí, me pongo al teclado para contar un poco lo que he hecho en estos pasados días de Semana Santa aparte de mojarme a base de bien, que cada vez que he cogido la moto me he puesto totalmente sopa. Para empezar, el Jueves Santo nos fuimos a Ronda Maricruz y yo en el coche, ya que teníamos que llevarnos algunas cosas voluminosas y pesadas como el depósito que me regaló Curro para la R65 ¡gracias, Curro!, el caballete para la R1100S, a la que por fin le vamos a poder desmontar cosas teniéndola derechita, y alguna otra cosa más. Por si acaso nos daba por coger alguna moto, nos llevamos un casco para Maricruz (allí tengo uno para las urgencias, el de los clic de Famobil, que está muy viejecito y que cualquier día va a acabar colgado de la pared).
Apenas llegamos, lo primero que hicimos fue probarle a la R1100S su caballete nuevo.

¿Qué decir de él? Pues que se maneja relativamente bien, sin tener que hacer una fuerza de palanca excesiva gracias al brazo extensible, y que por cuatro centímetros se me sale de la mesa de taller, pero no el soporte propiamente dicho, sino las dos pestañas que llevan las patillas delanteras, que están dobladas hacia fuera, lógicamente para aumentar la sustentación, pero pienso que doblándolas hacia dentro tendremos el asunto arreglado, asi que un día de estos habrá que hacerlo.
A continuación le tocó el turno a la pobre R65, que lleva encima de la mesa no sé ni el tiempo por culpa de los agujeros del depósito.

Hace tiempo que quería ponerle discos dobles en la rueda delantera, y para ello había buscado un disco para la R80ST y había reservado el viejo de ésta para la R65. Lo primero desmontar la rueda.

Seguidamente poner el nuevo disco,

Quitar la pinza y colocar dos pinzas limpias, revisadas y pintadas en rojo que había preparado dias atrás, y colocar la rueda.

Ya solo me queda poner un latiguillo que una ambas pinzas y cierre el circuito, y a ver si hay suerte y no hay que aumentar el caudal de la bomba. Pero mientras tanto, y por si consigo arreglar el tema de los depósitos, sangro el circuito para poder circular aunque sea con un solo disco funcionante.

Además tocaba renovar los discos de la R100RS, así que compré unos nuevos y hoy había que montarlos. Para eso, lo primero armarse con una rotaflex y quitar los remaches de los bujes

y despues buscarse un buen ayudante, a ser posible un sobrino, que se encargue de montar los discos nuevos.

Con eso, una cosa más arreglada, esperando a ser montada en su llanta,

pero es que esa llanta está precisando de unas manitas de pintura, asi que a darle un poquito a la lija. Tiene guasa la de tarea que tienen estas llantas para lijarlas.

De todas formas, no estaba el dia como para hacer pinturitas, que llovía con ganas, aunque intermitentemente, así que la dejé preparada para más adelante, y por cierto, tambien le daré a las botellas de la horquilla de la R100RS, que no me acaban de gustar en color aluminio. Las prefiero en negro.
A continuación me puse con el depósito de la R100RS. He comprado un kit de reparación de depósitos de tres componentes, que segun me han dicho va de lujo. En primer lugar se prepara al 50% con agua caliente el primer liquido "Marine clean" que es un detergente para limpiar y preparar bien toda la superficie interior.

Se echa dentro del depósito, previo tapado de los orificios de salida de la gasolina con unos tapones de corcho

y se hace el baile de la coctelera, que te deja agujetas en los brazos para toda la semana siguiente, y que en mi caso, además, me ha dejado una peritendinits en el peor músculo en que me podía haber pasado eso, en el extensor corto del carpo derecho, el que mueve el acelerador, vamos.

He seguido las instrucciones del fabricante al pie de la letra y no me he permitido ni la más mínima improvisación. Cumplido el tiempo de lavado recomendado lavé el depósito con abundante agua y pasé a usar el segundo líquido

que sirve para hacer una superficie rugosa que facilite la adherencia de la pintura y ademas hace una especie de imprimación fosfatante que facilita la adherencia. Mientras el líquido hacía su efecto aprovechamos para tomar una cervecita (obsérvese el efecto coctelera que se me había quedado)

e incluso nos fuimos a dar una vuelta en moto, circunstancia que aprovechó la meteorología para ponernos perdidos de agua.

Una vez acabado el tiempo de actuación de este segundo líquido hay que volver a enjuagar abundantemente con agua y esperar a que seque, de modo que poco nos quedaba que hacer salvo esperar y con el tiempo tan húmedo que estaba haciendo se presumía dificil que se secase el depósito, así que dimos por terminada la jornada y nos volvimos a Sevilla.
Por cierto, estos mismos pasos los fui haciendo simultaneamente en el depósito de la R65 que me regaló Curro para dejarlo tambien saneado interiormente.

Volví solo el Sabado Santo, en la R100RS, con poco plan de trabajo. Cuando llegué me puse con los depósitos, que estaban esperando debajo de la mesa cada uno con una cosa:

el de la R65, blanco y azul, con acetona dentro disolviendo el plástico que le había puesto "in illo tempore" para sanearlo y los otros dos esperando la tercera fase del saneamiento interior: la pintura selladora.

Empecé con el depósito que me dio Curro: lijado, lavado y colocación de masilla de carrocero en los pequeños desperfectos que tenía, a la espera de imprimación y pintado, pero eso será cuando el tiempo nos regale unas temperaturas un poco más altas y un ambiente un poco más seco.

Y seguí con el de la R100RS. Pensando que la lata de pintura me iba a servir para los dos depósitos, medí escrupulosamente la mitad del volumen y la eché dentro, pero con eso no había suficiente pintura para impregnarlo todo, así que al final tuve que echarlo todo dentro y resignarme a no acabar el otro depósito hasta que compre otro bote de pintura.

Hay que ir repartiendo la pintura por todo el interior mediante movimientos lentos del depósito. Con esto acabé de cargarme los tendones de la muñeca, que ya estaban bastante tocados desde el jueves y que se habían resentido en el viaje con el duro acelerador de la R100RS.
Mientras se repartía la pintura, que cada vez era más escasa, al haberse quedado impregnando las paredes, de forma que ya iba poniendo el depósito en distintas posturas para que siguiese repartiéndose, pero sin estar sujetándolo continuamente, me dediqué a poner los fileteados a la R100RS. Tenía puesta una de las líneas, la blanca, y mi idea era que llevase una blanca y una gris juntas, así que me puse a la tarea: ponia un trozo del fileteado y le daba un meneo al depósito. Primero el colín, que quedó así:

Después el carenado

y finalmente el guardabarros delantero, apareciendo la moto tal que así:

Me parece que le voy a pintar las botellas de negro y las pinzas de freno en oro o en rojo para darle un toque de color, no vaya a parecer que voy de entierro.
Acabado el fileteado y como seguía moviendo el depósito de vez en cuando para repartir la pintura, me puse a limpiar el motor de la R65. Preparé un poco de Cillit Bang en polvo con agua y con un poco de lana de acero de 000 le di un buen fregado

Tras un buen rato de restregar, el resultado era bastante satisfactorio

Un buen fregado para quitar los restos, y a guardarla otra vez encima de la mesa.

Está a falta de depósito y de limpieza de carburadores para volver a estar al 100% (espero).
Con esto di por finalizada la sesión de trabajo. El depósito de la R100RS tiene muy buena pinta por dentro, asi que solo queda comprobar la estanqueidad, pintar la parte inferior y hacerle el fileteado.

El tapón del depósito tambien se llevó su poquito de pintura, aprovechando que había participado en todo el proceso de lavado e imprimación.

Como las instrucciones de la pintura selladora dicen que no se debe usar hasta pasadas 96 horas, ahí lo dejé hasta la semana que viene.

La vuelta la hice en la R80ST y, por cierto, me cayó una tromba de agua continua desde Montellano hasta Sevilla. Afortunadamente me había preparado bien en cuanto a ropa y llegué casi seco, pero solo casi, que al final acabó entrandome agua en el pantalón, las botas y los guantes. La muñeca, francamente mal. Habrá que darle reposo y antiinflamatorios.

lunes, 18 de abril de 2011

247.- UN DIA NEFASTO

El sábado que amaneció apacible y precioso se volvió agresivo apenas llegué a la altura de Algodonales. Un viento de levante de fuerza un montón me anduvo meneando a ambos lados de la carretera hasta que llegué a Ronda y después siguió incordiando durante todo el día. Total que acabé el día aventado, de ahí que no diese ni una a derechas. Me había propuesto mirar un poco por dentro la R1100S, y me puse a ello. La finalidad era ninguna, salvo ver cómo se desarmaba el carenado y dónde estaban colocadas las cosas. Pero antes de empezar con la R1100S tapé los agujeros del depósito de la R65 a fin de poder volver a añadir acetona para disolver todo el plástico que aún quedaba dentro. Usé un poco de barra de esas arreglatodo para metales, lo que no sé es si durará. Los resultados la semana que viene, pero por lo pronto me va a servir para que la acetona haga su función y no se me evapore en diez minutos.

Y ahora ya sí que me puse con el misil amarillo. El asiento sale fácilmente, solo hay que girar la llave y tirar hacia arriba y atrás. Con eso tenemos acceso a las herramientas y al conector para diagnósticos, pero a nada más.

A continuación hay que quitar los tornillos que sujetan cada mitad del carenado. En total son siete a cada lado y algunos, están bastante escondidos. Los señalo con flechas rojas.

Con eso podemos quitar medio carenado y comprobar que debajo hay gran cantidad de porquería. Si quitamos los dos tornillos laterales que sujetan el depósito podemos elevarlo por la parte trasera y tenemos acceso a la batería.

A todo esto, habían llegado Spbit y Diegofull, el primero a darse un paseito y el segundo a echarme una mano. Un día de estos hay que convencer a Spbit de que le haga cositas a su moto, que además de ahorrarse una pasta lo va a disfrutar ¡seguro!

Ya que estábamos aquí se nos ocurrió cambiar el filtro de la gasolina. Spbit ya se había ido y de eso se libró. Encontramos varios problemas, a saber: no teniamos abrazaderas para los distintos tubos, con lo que sabíamos de entrada que no ibamos a poder desmontar gomas porque después no íbamos a poder dejarlas fijas (BMW pone abrazaderas de tipo clic-R, que necesitan de unos alicates especiales para quitarlas con el fin de asegurarse de que iremos a sus talleres para cualquier tonteria). Además, no sabíamos qué gomas desconectar para sacar completamente el depósito, de forma que sabíamos que íbamos a tener que trabajar con el depósito montado encima de la moto. lo que es un plus de dificultad. Finalmente no sabíamos dónde estaba el filtro de la gasolina, y donde menos nos podíamos imaginar que estaba era dentro del depósito, que es su sitio. Para acabar, pues no se nos ocurre otra cosa que abrir el depósito sin vaciar antes la gasolina, con lo que aproximadamente unos diez litros se fueron al suelo. Sacamos inmediatamente la moto fuera y metímos una manguera de agua a presión para vaciar el taller de gasolina. El susto, como os podeis imaginar era de tamaño mayúsculo: siete motos dentro del garaje, casi todas con gasolina y el suelo pidiendo una chispita para armar el taco. Afortunadamente pudimos evacuar toda la gasolina arrastrandola con el agua y todo se quedo en un susto. Cerramos nuevamente el depósito e hice propósito de enmienda: a partir de ahora, antes de investigar me estudio el tema (sé que solo lo cumpliré una o dos veces, pero ahí está la buena intención). Para la próxima vez que le meta mano a esta moto ya me habré estudiado cómo se cambia el dichoso filtro y habré comprado abrazaderas estandar, de las de corredera, para no volver a encontrarme con este problema.
Tras cerrar el depósito pensamos que eso de volver a cerrarlo todo sin hacerle nada a la moto no estaba bien, así que nos pusimos a cambiar la correa del alternador, que ya había visto la semana pasada cómo se podía cambiar y ahora teníamos un acceso mucho más facil, una vez desmontado el carenado. Lógicamente, tampoco iba a salir redonda la cosa, teniendo en cuenta cómo estaba el dia. A todo esto, el viento cerraba la puerta del taller, de forma que había que andarse con mil ojos para que no te golpeara en la cabeza al entrar o al salir. Yo no me llevé ningun cosqui porque estoy acostumbrado, pero Diego se llevó un par de ellos. Los dias de viento vamos a tener que trabajar con un casco de obra aunque sea. Bueno, el caso es que la correa que tenía puesta, que es esta que pongo abajo,

era de una referencia distinta a la que me habían dado en Todomoto buscando en el ETK, o sea, que tenía que ser la buena. Conclusion: que la correa que tenía puesta la moto no era la suya (por la referencia creo que es de la RT, pero no veo en qué pueden variar los dos modelos) o que la que me han vendido en Todomoto no es la suya, pero el caso es que coincide su referencia con la del ETK. Bueno, a efectos prácticos lo que importa es que la que tenía puesta estaba a su tensión con los tensores a tope, en tanto que la nueva, con los tensores al mínimo nos costó meterla un poco; bueno, en realidad casi nada: la colocamos en la polea de arriba, colocamos un poco en la polea de abajo y la giramos, con lo que fue a su sitio sin problemas. De todas formas habrá que comprobar la tensión dentro de un tiempo, que esas diferencias de tensión de una a otra no me han dejado muy contento.
Tras esto montamos nuevamente el carenado y nos fuimos a Ronda a tomar algo, y de paso probar la correa y llenar el depósito, que se había quedado vacío.
A la vuelta nos pusimos con la R90S de Diego.

Le quitamos la rueda trasera, le limpiamos y engrasamos los cojinetes, le lijamos un poco las zapatas de freno y volvimos a montarla.

Tambien comrrobamos la alineación de la rueda delantera y trasera, resultando que la horquilla delantera está un poco doblada hacia la derecha segun se mira la moto de frente

lo que puede deberse a la piña que se pegó hace poco. Como la desviación no es muy grande, y parece que tiene su origen en la parte alta de las barras, justo debajo de la tija inferior, en la parte que no entra en el juego de amortiguación, yo creo que lo mejor es dejarla como está, o si acaso, girar las dos botellas 90º para que la desviación pase al eje longitudinal, de forma que podemos hacer la moto un poco más larga (más estable en rectas) o más corta (más ratonera para las curvas).
Bueno, pues con eso acabó el dia. Diego me acompaño hasta Ronda por si me quedaba sin gasolina en la R100RS, a la que le he puesto el depósito rojo para moverla un poco, que hace no sé ni la de tiempo que no la cojo, y nos despedimos a la entrada de Ronda.
El viaje de vuelta un poco incómodo, porque la mezcla de Continental delante y Bridgestone detrás es nefasta: la rueda delantera tiende a que la moto permanezca derecha en tanto que la trasera tiende a tumbarse apenas se le insinúa que hay una curva. Todo es acostumbrarse, pero da muy poca seguridad. Habrá que ir gastando la rueda delantera a toda pastilla para volver al Bridgestone BT45 del que nunca debí haber salido.

lunes, 11 de abril de 2011

246.- EL MISIL AMARILLO TAMBIEN SE PUEDE TRASTEAR

Bueno, bueno, se ve que esto de darme unas vacaciones en lo de escribir en el blog produce algo de flojera para retomarlo. Las vacaciones han sido debidas al Gran Premio de Jerez, al que fui la semana pasada gracias a la invitación de lujo que me agenció Roberto; nada más y nada menos que de las de "pista", es decir que te puedes mover por todo el circuito y por los sitios en que se ponen los fotógrafos oficiales, es decir, a tres o cuatro metros de la pista. Hay tramos en que casi puedes tocar a los pilotos cuando pasan; no tan cerca como en La Bañeza, en que como te descuides te pisan, pero casi.

Desde esos sitios se pueden tomar fotos tan espectaculares como esta de Lorenzo, que fue el ganador de MotoGP.

Querido amigo Roberto: muchisimas gracias por la invitacion. Fue un magnífico espectáculo y lo disfruté como hacía tiempo que no disfrutaba una carrera de estas.
Pero dejemos a un lado el Gran Premio y vamos a lo propio de este blog, a la actividad en mis motos, que para eso es su diario.
El sábado volví a la guarida y esta vez hambriento de cuatro valvulas, ya que el panorama que tengo con las dos valvulas es deprimente. Y no es que estén feas ,todo lo contrario, porque esta moto está bonita ¿o no?

Pues está más que bonita, preciosa, pero es que no está así exactamente, porque si le damos un poquito la vuelta resulta que está de la siguiente guisa por culpa del dichoso depósito y la fuga que tiene.

Y es que no sé qué demonios de gasolina me echan para tener picados todos los depósitos. Supongo que algo de culpa debe tener el agua, que es más densa que la gasolina y se queda abajo dandole un pequeño repaso a los fondos, porque esto que tiene el depósito de la R100RS no es nada comparado con lo que le pasa a la R65 ¿o esto es normal? Bueno eso es lo que apareció tras lijar un poco, que me imagino que habrá más.

Ademas de descubrir estos dos "poritos" me entretuve en extraer parte del recubrimiento plástico interior que le había hecho y que por mi impaciencia me ha llevado a esta situación. Para ello solo hay que echar acetona dentro del depósito y esperar que disuelva toda la capa plástica. Una vez disuelta se saca (en teoría con un aspirador, ya que se queda hecha virutilla)

pero como no tenía aspirador la extraje a la antigua usanza: meneando el depósito de arriba a abajo para que saliese por el orificio de llenado, cosa bastante dificil; no obstante conseguí sacar bastante, pero todavia queda un buen taco en el interior esperando su disolución. Lo malo es que ahora se me escapa la acetona con esos agujeros. Probaré de taparlos provisionalmente con algo y ya veremos más adelante lo que invento, posiblemente una capa de fibra de vidrio y plástico.
Como estaba aburrido de los depósitos, me dispuse a trastear con la R110o0S, a la que quería hacerle un reglaje de válvulas. ¿Que si le hacía falta? Yo creo que no, pero quería ver cómo era por dentro y cómo se hacía.
Antes de empezar con las válvulas, me puse a arreglar una pequeña fuga de aceite que tenía por el tapón de llenado del culatín izquierdo.

El problema es que lleva una pieza de plástico con una tórica que acaban por estropearse, con lo que la estanqueidad se pierde y eso se traduce en pequeñas pérdidas que te manchan el pantalón y las botas. El remedio es sencillo: quitar la pieza

y poner otra nueva.

Se cierra el tapón, y a otra cosa.

A todo esto, antes de empezar la parte seria del día, llegó visita: el Vecino Misterioso

que además de echarme una mano me hizo todas las fotos, de ahí que yo salga en algunas.
Bien, subimos la R1100S a la mesa y nos pusimos manos a la obra. Lo primero, quitar la tapa del alternador, que es esta negra de plástico. Son solo cuatro tornillos y es muy facil de quitar.

Con lo que se nos queda al aire la correa del alternador, que habrá que sustituirla dentro de tres o cuatro mil kilómetros.

Por cierto, esta tuerca, que mueve el cigüeñal, nos va a servir para colocar las válvulas en el punto en que deben estar paa hacer el reglaje, en el punto muerto superior de los pistones.

Una vez hecho esto, nos vamos a los culatines y los quitamos. Empecé por el izquierdo pensando que, como en las 2V, la ventanilla para ver la situación de los pistones. Después me di cuenta de que estaba en el lado derecho. Como siempre, vamos, que si empiezas por un lado te tienes que ir al otro. De todas formas, aproveché para quitar el culatín del lado izquierdo, ya que estaba liado. Primero la tapa de carbono

despues el culatín propiamente dicho y la bujía.

A renglón seguido, con una llave de 17 mm se mueve el cigüeñal

hasta poner la moto en punto muerto superior, lo que sabemos porque aparecen las letras OT por la ventanilla (aunque no se vea muy bien, lo pone, de verdad)

Ahora nos vamos a ver si los balancines que tenemos al aire, los del lado izquierdo, están libres, con lo que podremos reglarlos.

Obviamente, no están libres o ¿qué esperabais que saliera algo a la primera? Podemos darle otra vuelta al cigüeñal, pero como de todas formas hay que reglar los dos lados, mejor quitamos el culatín derecho. Y aqui viene un pequeño problema, el tornillo trasero de la tapa de carbono tiene pasada la cabeza allen, así que hay que tallarle una ranura

y aflojarlo con un destornillador de golpe. Parece mentira que lo aflojase no hace ni dos semanas y estaba bien...

No, no se resistió, pero tengo que buscarle un tornillo nuevo. Después, un poco más de lo mismo: quitar el culatín

y la bujía

y empezar el reglaje propiamente dicho. Se trata de dejar un margen de tolerancia que compense las dilataciones debidas al calor. Se recomienda dejar 0,15 mm en las válvulas de admisión y 0,30 en las de escape, que lógicamente se calientan más.
Empezamos usando una llave allen y una llave fija de 10 mm.

Aflojamos con la llave fija e introducimos una galga del tamaño adecuado. Como estamos en las válvulas de escape, una de 0,30 mm.

Apretamos con la llave allen hasta sujetar suavemente la galga (que no se caiga pero que tampoco esté muy apretada) y dejando fija la llave allen apretamos la tuerca con la llave fija. Comprobamos que está bien hecha la medición y repetimos en la otra válvula de escape.
Ahora nos vamos a las de admisión y repetimos las operaciones, pero esta vez usando una galga de 0,15 mm.

Comprobamos que todo ha quedado bien, giramos el cigüeñal hasta que vuelve a aparecernos la marca OT y nos vamos al otro lado. Comprobamos que los balancines estan libres y repetimos toda la operación en las valvulas de escape

y en las de admisión.

Acabada la operación, y temiendo que lo ponga a trabajar en otra cosa, Jose Ignacio, el Vecino Misterioso, se va en su preciosa R1100RT.

Me iba a poner a currar otra vez pero me acordé de que cuando tenía las manos pringadísimas de aceite habían llamado al teléfono y no había contestado para no ponerlo todo perdido. Miré quien había sido y era Diegofull, que estaba en La Codorniz. Cerré el kiosco por un rato y me fui con la R80ST a tomar una cerveza y unas tapillas, que ya era la hora y la gazuza empezaba a rascar la tripa.
Allí estaba el tio, con su amigo Ismael, poniendose tibio de huevos fritos.

De la foto anterior a ésta, ni dos minutos.

Yo tambien salgo hoy, y no solo trabajando. Ventajas de no ir solo.

Acabada la agradable reunión cada mochuelo a su olivo.
Por la tarde apenas si me dio tiempo a lavar la R1100S

y la mesa elevadora, que estaba bastante guarra,

poner cada moto en su sitio y volverme a Sevilla en el misil amarillo, que va algo más suavito, pero sigue tironeando un poco, sobre todo en bajas. Parece como si fallase alguna explosión de vez en cuando. habrá que investigarlo.