domingo, 30 de agosto de 2009

158.- UN DIA POCO PRODUCTIVO

Pues sí, ya me imaginaba antes de salir que ayer iba a ser un día muy poco productivo en lo que a trabajar en las motos se refiere. Había quedado el sábado en verme con una vieja amiga en Ronda, y eso implicaba que la mañana se iba a reducir drásticamente en cuanto a trabajo, aunque, claro está, no todo en la vida son las motos, y hay que guardar un poco de tiempo para otras cosas, especialmente para la familia y los amigos.
Cuando llegué me encontré con la gratísima sorpresa de que mi hermano había pintado la pila, y no solo la había pintado, sino que le había puesto pintura de piscinas para que pueda lavarse fácilmente. Ha quedado tan bien que ahora da hasta pena lavarse las manos o lavar cualquier pieza allí. YA veremos lo que dura limpia.

Aunque tenía poco tiempo, intenté hacer algo antes de encontrarme con mi amiga, de forma que en cuanto llegué me puse con algo que pensaba que no me iba a quitar mucho tiempo y que hacía tiempo que quería hacer: ponerle un desconectador de batería a la R80ST y a la R65. Para ello tomé una pletina de acero inoxidable, la corté a la medida adecuada (11,5 cm) y le hice dos taladros con una broca pequeña (5 mm)

para después acabar de ampliarlos con las brocas para metal mas grandes que tenía (de 1 cm). Y aquí empezó el lío: el acero de la pletina era más duro que la broca, de forma que el primer agujero lo hice sin excesiva dificultad, pero para cuando tocó hacer el segundo la broca había perdido sus cualidades de broca y no era mas que un pedazo de metal, incapaz de sacar una viruta de la pletina, así que para acabar el agujero me las vi y me las deseé.

Para acabar, uno de los agujeros iba perfecto que tuviera 1 cm de diámetro, pero el otro tenía que ser algo mayor, de unos 12 mm, y esos 2 mm me los tuve que comer con una lima de cola de ratón.

Después de unos chorreones de sudor (hacía bastante calor ayer) la cosa quedó más o menos presentable, de forma que la coloqué en el sitio que había elegido: junto al amortiguador para que pudiese abrirse y cerrarse por debajo del sillín y que, a la vez, quedase poco visible.

Una vez puesta en su sitio vi que no quedaba totalmente paralela al subchasis, así que le rebajé con la lima un poco (la zona coloreada de amarillo, mas o menos) y la volví a colocar, esta vez hasta con el cable de masa, que previamente había retirado de su sitio habitual, en el tornillo que sujeta el cable del cuentakilómetros, y al que había ampliado el agujero de la clema hasta los 8 mm de diámetro que necesitaba para que entrase bien en el desconectador.

Y así quedó la cosa. Lo probé y vi que iba perfecta, así que miré el reloj y ya era la hora de irse a la cita. Obviamente, no me dio tiempo a poner el desconectador en la R65, que se queda pendiente para otro día. Nos montamos en la Sprint y a los pocos minutos estábamos en La Giralda, un bar de Ronda, donde habíamos quedado. La tarde se complicó un poco, porque después aparecieron varios primos y hasta las seis y pico de la tarde no volvimos. Por cierto, esto me ha servido para cargarme más de trabajo: un scooter que hay que dejar apañado. Me parece que estoy abarcando más de lo que puedo, especialmente porque no tengo mucho sitio en el taller para tanta moto...
Aunque me quedaba muy poco tiempo para hacer cualquier cosa, desmonté el carburador derecho, volví a soplarle todos los orificios y conductos, bajé la aguja (ahora está puesta en la segunda ranura desde arriba) y corregí una de las plaquitas de enganche del cable del estrangulador del aire, que la había colocado mal el último día.

Volví a montar el carburador y probé la moto, que iba como la última vez: perfecta al ralentí pero en cuanto se le pide aceleración, especialmente en carga, no va bien. El próximo día, que será mañana, repasaré el otro carburador, le subiré un punto la aguja y ya veré que más se me ocurre hacerle para que vaya bien.
Y aquí se acabó el día. Nos hemos vuelto en la Sprint y nos hemos pasado por Alcalá de Guadaira a ver como lleva Manolo la R65 que le han regalado (los hay con suerte). Digamos que progresa adecuadamente, pero todavía le queda mucho, para empezar resolver el problema de carga de la batería, que veremos a ver si no es el alternador, aunque me da la impresión de que es la placa de diodos que está lista. Para después le queda bastante tarea, pero son cosas pequeñas que se pueden ir haciendo poco a poco, sin estresarse.

lunes, 17 de agosto de 2009

157.- NO ACABO DE PONER EN FORMA LA R80ST

He vuelto a Ronda esta mañana con la firme intención de acabar la R80ST y volverme con ella a Sevilla, y casi, casi me sale bien... Pero empecemos por el principio: me habían quedado por hacer algunas cosas el otro dia, como rellenar de aceite las botellas y hacerle una buena puesta a punto de encendido, de carburadores y de válvulas.
Empecé por lo mas sencillito: el aceite de la horquilla. Destapar los tornillos allen de la parte superior de la barra

medir los 190 cc de aceite que lleva cada botella

y echarlos dentro con mucho cuidado para no derramar nada. Lógicamente, cuando acabamos cerramos el tornillo.

Seguidamente me fui a ajustar el encendido, para lo cual hay que hacer unas cuantas cosas: Primero abrir la tapa del cárter del alternador

seguidamente, poner los cilindros casi en el punto muerto superior, en la marca señalada para el ajuste estatico del encendido (S), girando el alternador con una llave allen en el sentido de las agujas del reloj

a continuación buscamos la clavija del regulador, y le quitamos el alambrito que hace de seguro

sacamos la clavija del regulador

y le conectamos el tester.

Encendemos el contacto y si está bien regulado debe encenderse la luz, como así ocurre;

si estuviese mal regulado habría que aflojar los tornillos de la caja del encendido y girarla hasta que se encendiese el tester, momento en que el encendido estático estaría ajustado.
Dejamos aparte la electrónica y nos vamos a las válvulas: Se quitan los tornillos del culatín de balancines y ajusto la válvula de admisión a 0.10 mm

y la de escape a 0.20 mm;

le pongo un poco de pasta de juntas a los bordes del culatín

y vuelvo a cerrar.
Ahora me voy a los carburadores; quito los tornillos de la toma de vacío y conecto el twinmax a los dos carburadores. Enciendo el Twinmax y con el máximo de sensibilidad lo ajusto a cero. Despues pongo la sensibilidad algo mas baja y enciendo el motor. Ajusto los tornillos de ralentí hasta que ambos carburadores hacen la misma presión. Acabado.

Y para que no falte ni un perejil hasta le hago la puesta a punto con el colortune.

Y cuando lo tengo todo listo, me voy a probar la moto, y tan seguro estoy de que me la llevo a Sevilla que hasta le pongo la funda de depósito, que, por cierto, no le queda bien, ya que este depósito es algo mas pequeño que el de la R65. ¡lástima!.

Y probándola se me va una membrana de un carburador. Si es que tenía que haberlas cambiado, pero no tenía, así que las desmonté y las volví a montar, y se ve que no les ha sentado bien el traqueteo.
De todas formas me la llevo a Sevilla y ya se la pondré allí. Un rollo, porque he tenido que volver todo el camino a tope para que funcionase bien. A ralentí, perfecta, pero en cuanto le abría un poco el gas y tenía que subir la campana, se ponía a ratear; si abría el gas a tope ya iba algo mejor. Si, lo sé, he sido un burro y tenía que haberla dejado allí, pero es que ya tenía ganas de probarla un poco.
Cuando he llegado a Sevilla me he llegado al concesionario a comprar las membranas, y mira por donde, solo tenían una. Se la he puesto al cilindro izquierdo que era el que pensaba que estaba fallando y la moto sigue casi igual, asi que es el derecho el que está mal, o eran los dos, quien sabe...
El caso es que dos o tres dias de sequía motera hasta que venga la membrana no me los quita nadie. ¡Por burro!
Por cierto, los recaudadores del Pera (para lo que ha quedado ese glorioso cuerpo) poniendo radares móviles en Montellano, al final de la cuesta que desemboca en la Venta Salado.

Espero que recauden poco, a ser posible nada, que será lo que indudablemente quiere el Pera, que no nos pasemos de los límites de velocidad ¡ja!

domingo, 16 de agosto de 2009

156.- LA R80ST EMPIEZA A ESTAR CASI LISTA

Ayer tocaba acabar lo que no acabé el otro día. Nos fuimos a Ronda Maricruz y yo en la Sprint, a eso de las nueve de la mañana, con una gran cantidad de tráfico, y llegamos sobre las diez y media, después de repostar en El Coronil, a donde se dirigían gran cantidad de motos clásicas, unas en remolque y otras andando. Supongo que habría algún mercadillo o similar, y con gusto me hubiera acercado a curiosear un rato, pero me quedaba mucha tarea pendiente y quería volverme con la R80ST, a la que, desde que la compré, apenas si le he hecho cinco kilómetros.
La moto se había quedado el último día tal que así:

en pelotas y amarrada a la mesa como si estuviera loca. Decidí empezar siguiendo el orden inverso de lo que desmonté el último día, así que comencé por pintar la bomba de freno que en tan pésimo estado estético estaba. Primero una manita de imprimación después de proteger con un tornillo y un corcho las dos bocas de la bomba.

Quedó con este aspecto:

Esperé un rato a que se secara y la pinté con Titanlac, que no sé si será lo mejor, porque quizás debería haber usado una pintura epoxi. Bueno, si veo que da mal resultado repetiré.

Solo en esto de pintar se me fue un buen rato, y no porque se tarde en pintar, sino por lo que se tarda en limpiar el aerógrafo, pero es algo que hay que hacerlo bien si quieres que funcione la próxima vez. Dejé la pieza secándose hasta la tarde (se ve que algo estoy aprendiendo de mis errores por precipitación) y me puse con lo siguiente, que era cambiar los retenes de la horquilla. Si, solo estaba malo uno, pero como no sé cómo estará el otro, lo cambio también y me ahorro problemas durante una temporada (espero). Primero, sacar los retenes viejos; para ello se mete un destornillador con cuidado por debajo del retén y se hace un poco de palanca, con lo que sale fácil y suavemente en la mayoría de los casos; en este salió disparado al techo.

A continuación se toma un retén nuevo, se embadurna de aceite de horquilla (es mejor ponerse guantes para no empezar el día con las manos pringosas, que ya habrá tiempo para ello)

y se introduce en la parte superior de la botella

para, después, con una llave de vaso adecuada darle unos golpecitos para ajustarlo completamente en su sitio.

Una vez acabados de poner los retenes en las botellas, se meten en las barras con cuidado, pero teniendo la precaución de haber metido antes los guardapolvos, si no, nos veremos en la penosa situación de tener que repetir todo el proceso (y lo digo porque me ha pasado en alguna ocasión).

Se sujeta la botella al hidráulico mediante su tornillo, al que, para evitar pérdidas, le habremos puesto una arandela de aluminio nueva.

Se hace lo mismo con la otra botella, y una cosa menos que arreglar.

Ahora se bajan los guardapolvos hasta su posición y aprovecho para ponerle, al igual que hice con las otras dos BMW, esas protecciones de plástico para evitar daños en la parte de la barra que mas tiempo está en contacto con el retén y que puede dañarlo por tener impurezas, irregularidades, etc.

Puse el guardabarros en su sitio, y me olvidé de la parte delantera de la moto por un ratillo.

Los cables, como decía el otro día, estaban sujetos de mala manera, con un trozo de cinta aislante, con un cable viejo anudado... así que se imponía un poco de mejora de esa zona. Una brida por aquí y otra por allá, y problema resuelto.

Volví nuevamente a la parte delantera: revisión de cojinetes (llevo una temporada con verdadera obsesión, después de lo que le ha pasado a algunos compañeros de bmwmotos.com con los dichosos cojinetes)

limpieza de toda la zona, especialmente de la parte interior de los retenes,

engrase de la zona

y colocación de los cojinetes y los retenes. Con esto se me va la paranoia por una temporada.

Y finalmente, monté la rueda, con lo que acababa casi toda la parte delantera, a excepción del freno, que seguía secándose.

Puse una nueva junta al tapón del depósito, que la que tenía estaba cuarteada e incluso rota, y le eché un vistazo al interior del depósito de gasolina, para ver si la resina había llegado a todos los rincones, y vi que había algunas pequeñas zonas sin cubrir, así que no tuve más remedio que repetir la operación del otro día: preparar un poco de resina con catalizador

volcarla en el interior del depósito, previo cierre del orificio de salida con un tapón de corcho,

y repetir el baile de San Vito para que impregnara todo el interior. Por cierto, es un magnifico ejercicio para los hombros, segun deduzco de las agujetas que tengo esta mañana.



También tuve que dejar reservado el depósito hasta que la resina se endureciera totalmente, y mientras tanto me puse con los carburadores, no sin antes convencer a Maricruz de que se probase la R65, que, ciertamente, no le queda nada mal.

Volviendo a los carburadores, este era el aspecto inicial del izquierdo antes de abrirlo:

Por dentro estaba peor. La cuba tenía una especie de caramelo pegado, hasta con rugosidades. Una autentica guarrería.

La campana totalmente quemada de explosiones retrógradas. Raro es que estuviera íntegra todavía la membrana.

Las juntas tóricas, a excepción de la que pusimos el otro día en casa de Manolo, totalmente deshechas.

Ni que decir tiene que las cambié todas. Una vez limpio todo, con todos los orificios libres (el gicleur de baja no había forma de desatascarlo y tuve que usar un pelo de un cable para empezar a abrirle la luz) puse nuevos los manguitos de conexión con el cilindro, que estaban resquebrajados.

El aspecto del carburador, una vez acabadas las operaciones no tenía nada que ver ni con su aspecto inicial ni con el aspecto que todavía presentaba el del otro lado.

Y una vez montado hasta le daba prestancia al motor.

¿El otro carburador? Pues más de lo mismo; solo resaltar que el fullero del artista que haya estado reparando esta moto era fullero hasta para poner las abrazaderas. Véase donde estaban los tornillos del manguito del carburador derecho. Había que hacer contorsionismo para llegar a ellos.

Y su aspecto inicial tampoco era mejor que el del otro.

Después de un rato de lucha con el pincel, el aire a presión y los disolventes, todo quedó como debe estar: sobre el campo de batalla los despojos

y el carburador luciendo en su sitio. Por cierto, aproveché para poner nuevos todos los tubos de combustible, que los que tenía daba penita mirarlos.

Y ya solo quedaba, para acabar el día, montar la bomba de freno, que se había acabado de secar en este tiempo.

Conecté el latiguillo entre la pinza y la bomba, rellené de liquido de frenos, sangré el circuito, y dí por finalizado el trabajo.
La vuelta en la R65, a la que le acoplé la funda de depósito de la R100RS, que no le queda nada mal

y dado que los depósitos de la R65 y la R80ST son similares, ya tengo resuelto el problema de las bolsas de depósito en las tres BMW.
El lunes, último día de vacaciones, acabaré de rematar la faena. Me queda por hacer una puesta a punto del encendido, reglaje de válvulas y rellenar de aceite la suspensión delantera. Con eso creo que me podré volver en ella.