jueves, 13 de agosto de 2009

155.- Y DE NUEVO A TRABAJAR EN LAS MOTOS

Pues sí, ya era hora, que entre viajes y vacaciones no he hecho nada. Esta mañana me he ido a Ronda en la R100RS después de intentar infructuosamente que me pasaran la itv (por lo visto siempre hay que pedir cita previa) y me he puesto a meterle mano a la R80ST, que está por descubrir, ya que desde que la llevamos a la guarida no le he hecho absolutamente nada.
Quité el depósito porque viendo lo que tenía en el filtro de gasolina, su estado no podía ser nada bueno, así que lo mejor era sanearlo un poco.

Y aquí empezaron las sorpresas: la pintura, aunque parece que está buenecita a simple vista, está en mal estado, especialmente en la zona de la boca de llenado, de forma que salta con la uña; la parte inferior esta parcheada a tutiplén, tanto en la cogida anterior al bastidor como en toda la superficie, lo que hace suponer que ha tenido fugas por cada uno de los sitios en que tiene un parche, lo que me pregunto es ¿qué clase de tortura china le han hecho al depósito para que tenga tantos agujeros?

Del tapón de gasolina ¿para qué hablar? junta rota y aro en mal estado. A ponerlos nuevos.

El grifo de gasolina con mas porquería que la bombilla de una cuadra.

A desarmarlo y a limpiarlo perfectamente.

Por cierto, lo difícil que es volver a montarlo; el muelle no te deja coger la rosca con facilidad. Debe haber alguna técnica, porque si no... más de media hora estuve intentando que cogiera la rosca, y me he echado abajo los dedos.
En el bastidor ya se notaban algunas chapuzas, como las sujeciones de los cables con un pedazo de cinta aislante o un trozo de cable.

Después vería más, y supongo que me quedan muchas por descubrir.
Una vez montado el grifo, me puse a cambiar todos los aceites.

Y me encontré bastante porquería en el imán del tapon de vaciado de la caja de cambios.

Mientras se vaciaban y se rellenaban los aceites vacié el depósito de gasolina y cuando estuvo seco (al sol) lo lavé bien con agua, tapé el orificio de salida con un tapón de corcho y lo llené de agua fuerte rebajada y una cadena. Lo estuve moviendo a intervalos regulares a fin de que arrancase toda la porquería que tuviese en la superficie interior, lo enjuagué muy bien y lo puse a secar.

Una vez seco, preparé resina y catalizador y la eché dentro, moviéndolo y procurando que alcanzase a toda la superficie. Una vez solidificada lo dejé reposar. Por cierto, esta vez se ha solidificado con gran rapidez. No sé si me he pasado con el catalizador o qué.
Volví a la moto y me iba a poner con los carburadores, pero después de ver que tenían el manguito resquebrajado y la cantidad de porquería que tenían, los dejé para otro día, cuando compre los manguitos (por cierto, de 52 mm, que no se me olvide)

Los colectores de escape, que ya me habían llamado la atención, tienen su guasa, ya que el izquierdo está totalmente soldado a un tubo de hierro (menos mal que no se les ha ocurrido soldarlo a la culata), y el derecho no está soldado, pero está atornillado a través de un agujero a otro tubo de hierro. Además, el tornillo era uno de esos de chapa que solo entraba un par de vueltas, con lo que se quedaba totalmente fuera. Lo he quitado y le he puesto uno más decentito a la espera de ver si encuentro unos colectores en buen estado. No, si cuando yo digo que un chapuzas ha estado tocando esta moto... Otra cosa para solucionar en el futuro.

Después de ver esto me fui a desmontar la horquilla, ya que el retén de la botella izquierda tenía una pérdida.

Desmonté la rueda, donde me encontré una nueva chapuza: el "artista" habría perdido la tuerca del tornillo que aprisiona el eje y puso la primera que encontró, aunque fuese de un paso distinto, Resultado: tuerca perdida y tornillo estropeado, pero eso da igual... el que venga detrás, que arree...

Vacié la botella izquierda, que solo dejó caer la cantidad de aceite que se ve en la bandeja.

De la botella derecha saqué algo mas de aceite, y tras muchos esfuerzos, porque el "artista" no sabía que existían las llaves dinamométricas, y lo apretaba todo a tope y media vuelta más, como digo, tras muchos esfuerzos, conseguí sacar las dos botellas.

Limpié lo mejor que pude las dos botellas y las reservé.

Estas, me parece que se van a quedar en gris, al menos mientras decido si pinto o no la moto. Si decido pintarla, que sería en amarillo (habría que oír a los puristas...), las pondría en negro satinado.
De aquí me fui a la bomba de freno, cuyo aspecto era deplorable.

Desconecté el latiguillo y la propia bomba, que tenía el líquido de frenos más sucio que he visto en mi vida.

Lo desmonté todo cuidadosamente

y lo limpié meticulosamente, retirando los restos de pintura estropeada.

Y ahí quedó todo, porque se me había ido el día sin darme cuenta. Dejé todo ordenado y me volví a Sevilla en la Sprint, lo que ha sido una muy mala elección, porque hoy ha hecho un calor de mucho cuidado y esta moto es muy caliente; si a ello le unimos que me he ido con unos pantalones vaqueros en vez de con unos de cuero, que aíslan bastante más, es facil comprender que haya llegado con un sarpullido en los muslos que todavía no se me ha quitado. ¡Que mala es la caló!
El sábado volveré a acabar lo empezado.

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