miércoles, 29 de diciembre de 2010

232.- PILOTO NUEVO PARA LA R65

El sábado pasado llovía a mares y no me apetecía nada mojarme, así que pospuse el cambio de moto para el dia siguiente.
El domingo me levanté bastante tarde. Debe ser por los polvorones, que empieza uno a tener el abdomen más abultado de lo habitual y eso da mucho sueño. Me parece que me voy a tener que poner a régimen después de estas fiestas, a ver si recupero mis 80 kilos, aunque esos no los veo desde hace dos años, que tuve una úlcera de estómago que me tuvo un par de meses hecho polvo y me ayudó a recuperar mi peso ideal. Como digo, me levanté tarde, y claro, salí tarde para Ronda, con lo que conseguí llegar tarde tambien, y eso tiene una consecuencia fundamental: que no me da tiempo a hacer las cosas que tengo previstas. Durante la semana había estado trasteando un poco en casa, reparando la parte inferior izquierda del carenado de la R100RS, que tenía algunas pequeñas roturas y que por eso aún no lo he montado este año. Con un poco de alambre para coser la rotura principal y un poco de fibra de vidrio para tapar la costura y algunas otras roturas pequeñas, la cosa se quedó lista para lijar y volver a pintar.

El plan de trabajo en Ronda incluía lijar y pintar esta pieza, y ya puesto, pintar tambien la cupulita de la R80ST. Además, durante la semana había recibido el piloto nuevo para la R65, y también quería montarlo. No me habían llegado los intermitentes, de forma que se iba a quedar inacabada hiciese lo que hiciese.
El camino sin incidencias, o al menos eso pensaba yo, pero al llegar a Ronda descubrí que un gorrión había calculado mal la velocidad del misil amarillo y no le había dado tiempo a cruzar.

Añadir imagenVoy a tener que ponerle una rejilla delante del radiador del estilo de las que puse en la Sprint. Incluso creo que me sobró un poco de aquella que lo mismo me da para tapar estos dos agujeros. Habrá que buscarla (y encontrarla, claro, que es lo difícil).
Mientras se enfriaba la R1100S para limpiarla, me puse con el piloto de la R65. Primero desmonté los restos que quedaban de la tragedia.

Despues le dí un repasito a los cables, que especialmente los de los intermitentes habían sufrido mucho con el arrastrón.

A continuación probé cómo le quedaba el piloto a la moto y me llevé la primera desilusión. Si, el piloto es muy mono, pero además de que no me sirve ninguno de los agujeros que tenía el guardabarros, tampoco queda muy bien. Digamos que queda un poquito caído, lo que se aprecia mejor en la vista lateral.

Una posible solución era subir un poco el piloto, pero me lo impedía ese pequeño rodete que tiene el subchasis en el extremo posterior y que nunca he sabido para qué sirve, así que un poquito de radial y a la calle. ¡Anda que no tengo yo valor, meter la radial ahí sin desmontar el guardabarros! Conforme iba profundizando me iba diciendo a mí mismo que iba a ser un milagro no llevarse el guardabarros también.

Afortunadamente no llegó el agua al rio, pero aun así tampoco queda el piloto totalmente horizontalizado. Me temo que el final será volver al que tenía antes.
La siguiente pega era que el piloto está diseñado para pasar los cables desde el interior del guardabarros hacia afuera, lo que implica un nuevo agujero en el guardabarros, que pase agua y se ponga todo hecho una porquería, que haya malos contactos por la humedad... Total, que mejor practicarle un pequeño orificio en el lateral del cuerpo del piloto para pasar los cables por ahí.

Es importante rebanar bien los bordes del agujero porque se quedan afiladisimos y se llevan un cable antes de que te des cuenta. Para ello es muy práctica esta pequeña herramienta que me regaló Resnian, que no sé cómo se llama, pero que he bautizado como rebanadora de agujeros. También se puede usar una lima, pero esto queda mucho más profesional: "la he acabado con un rebanador de agujeros" le diré a quien me pregunte.

Seguidamente pasé los cables uno a uno por el agujerito, pero previamente le había colocado sus terminales correspondientes para no tener mucho problema a la hora de desmontarlo otra vez, porque como ya he dicho antes, me temo que tendré que volver al piloto que tenía antes.

El siguiente paso era colocar los cables, teniendo en cuenta que había que colocarle el negativo a uno de los tornillos para que cerrase el circuito, que si no no enciende, y dejar colgando a los lados los positivos de intermitencia para colocar los intermitentes cuando lleguen. Ah, tambien había que hacer los nuevos taladros en el guardabarros, en la matrícula y en el refuerzo triangular que lleva detrás, porque, como decía antes, no coincidía ni un solo agujero. Acabado todo esto y con el piloto montado, solo quedaba ponerle la tulipa, o como quiera que se llame el plástico rojo.

Y ahí viene el último desengaño con este piloto, que me enamoró cuando lo ví en foto, pero que después me ha decepcionado profundamente: al apretar (flojito, de verdad) el tornillo de sujeción, se rompió. Cosa por otra parte normal, viendo el acabado tan enclenque que tiene.

Tuve que reconstruir con masilla de dos componentes el agujerito, y ya de paso reforcé el otro para evitar nuevos accidentes en el futuro, y pior fin pude verlo montado y funcionando.

No queda del todo mal, aunque seguro que hay algún guardia que le pone alguna pega porque el piloto medio tapa los números de la matrícula y así lo mismo no sale en las fotos de los radares. Pero eso sí, esta homologado ¿eh?
Con todo este jaleo y todas las complicaciones que surgieron, se me acabó el dia y no pude hacer nada más, así que, sin ni siquiera darle un limpiado a la R110S, me volví a Sevilla en la R80ST ¡No pasé frio ni nada....! Esa moto necesita el carenado como el comer.

lunes, 20 de diciembre de 2010

231.- AGUA Y POCO MAS

Pues segun parece, llevamos el mismo camino del año pasado. Se acuerda uno de eso del "calentamiento global" con que nos han estado bombardeando los dos últimos años y lo compara con el frio que pasamos el año pasado y con las noticias de estos dias de aeropuertos cerrados por la nieve y no puede uno sino sonreirse. ¿Calentamiento global? UMPT. Por lo que se ve, se han dado cuenta y ya no hablan de calentamiento global, sino de cambio climático. ¡Toma! pues claro que hay cambio climático. Tenemos un cambio climatico cada pocos dias, cada tres meses, y lógicamente, lo tenemos cada cierto numero de años, y a mayor escala, cada x siglos y cada x milenios. Pero eso ha sido siempre así y no depende mucho de nuestro comportamiento, aunque haya quien se hace de oro ejerciendo de agorero.
Meditaciones aparte, el sábado, como no podía ser de otra forma (no me he resistido a poner la cursilería de última moda entre los periodistas) llovía a mares. Parece mentira la de agua que nos ha caido ya este otoño, y todavía nos queda el invierno. El año pasado acabamos como garbanzos remojados y este año vamos camino de lo mismo.
Bueno, al grano, que me enredo. El sábado hacía muy mal tiempo, así que no me llegué a la guarida a cambiar de moto y lo dejé para el domingo, en que los meteorólogos parece que anunciaban una pequeña tregua.
El domingo salí con el oeste despejado y el sur y el este amenazando la que me iba a caer después, pero confiando en la buena suerte y en que los vientos despejarían el panorama, me puse en camino. Hasta Utrera más o menos bien, pero allí ya empezaron a caer algunas gotas en la visera del casco que desaparecieron enseguida. Lo malo empezó un poco más adelante. Por El Coronil ya llovía con ganas; afortunadamente, el carenado de la R100RS es muy bueno y solo me mojaba un poco los hombros. Lo peor llegó en La Nava, un poco antes de llegar a Algodonales, cuando empieza a arrugarse el terreno y la carretera a recurvarse: niebla muy espesa, agua y viento racheado desde el sur. Por lo menos no hacía nada de frio, algo es algo, pero me hice los treinta y pico kilómetros hasta Ronda a paso de tortuga porque, de verdad, no se veía absolutamente nada con la niebla, pero es que además, se me había ocurrido coger el casco AGV, que tiene una visera malísima para el vaho, pero como hacía tiempo que no me lo ponía (está para la jubilación) ni me acordaba, y claro, a la niebla exterior se le unía la interior y ya la teníamos liada.
Cuando llegué a Ronda había establecido un nuevo record de lentitud; dejé la moto fuera esperando a que se enfriara para lavarla y quitarle toda la porquería que había acumulado durante la semana y especialmente en el viaje.

Y dentro no se me ocurrían grandes cosas que hacer. La temperatura había bajado porque el viento ahora soplaba del noroeste y no apetecía mucho desmontar nada, asi que me puse a inventar y a intentar quitar el óxido de los colectores del misil amarillo con un producto que compré hace tiempo y que aún no había probado

No parece hacer gran cosa, pero de todas formas me da igual porque quiero poner los colectores de negro, pero eso será cuando empiece a meterle mano a esta moto, cosa que depende de que los informales del concesionario BMW de Castellón, Garcia Pla Motor, me manden las piezas que quedaron en enviarme cuando cambié la moto por la Sprint (y hace ya más de mes y medio de eso).
Mientras actuaba el liquido (dice en las instrucciones que tiene que hacerlo durante unas dos o tres horas, si no más) me puse a limpiar la R100RS, ayudandome a enjuagarla el sirimiri que estaba cayendo.

La metí dentro para secarla bien y la tapé con su funda para dejarla descansando, que se ha ganado el descanso con el trabajo que ha hecho esta semana, que me llevó a Granada el lunes y me ha estado moviendo por Sevilla toda la semana. En total se ha hecho mil y pico kilómetros esta semana y sin una sola protesta ¡peaso moto!
Me volvía a Sevilla en el misil amarillo, así que le di un repaso a todo (aceite, frenos, etc) y la dejé a la espera de la hora de la partida, soñando todavía con que las nubes se apartaran y se secase la carretera para no ensuciarla mucho.

Y me fui al deporte de los últimos meses: lijar. De esta creo que ya he acabado, por lo menos no aprecio imperfecciones al tacto, aunque seguro que después sí que salen. Me hubiera dado tiempo a imprimar y pintar, pero con el día como estaba, mejor ni pensarlo. Lo dejo para más adelante, cuando el Lorenzo esté fuera.

Aun me dio tiempo a cortar algunas pletinas para hacer unas sujeciones para la cúpula de la R65, pero que aún no le he puesto. Obsérvese la cara de sufrimiento al serrar.

Y ahí se acabó el día. Afortunadamente el tiempo fue benévolo conmigo y para cuando me volví las nubes habían dejado retazos de cielo por los que se asomaban titilando suavemente algunas estrellas y el viento había contribuido a secar notablemente la carretera, de modo que llegué a Sevilla con la moto limpita. A ver lo que dura, que me parece que vamos a tener una semana movidita de agua.

sábado, 11 de diciembre de 2010

230.- SE CAYO EL PILOTO (EL TRASERO, NO YO)

Esta vez no puedo recurrir a eso tan manido en este blog de que he hecho el camino a Ronda sin incidencias, porque sí que las ha habido. He salido un poco más tarde de lo habitual, sobre las nueve y media, porque tampoco tenía mucha tarea por delante, y más con la idea de cambiar de moto y darme un paseo que hacer otra cosa. La R65 sigue torpeando de batería, y esta semana no se ha portado todo lo bien que hubiera debido, negándose a arrancar con soltura por las mañanas, así que tenía pensado toquetearle un poco el regulador regulable que le use el otro dia, y con esa idea iba, dándole vueltas en la cabeza sobre a cuanto sería lo correcto que cargase, mirando de reojo el voltímetro a ver cómo iba funcionando: 13,6-13,7-13,8-13,2-13,5 y vuelta a empezar. Desde luego, a 14 voltios no llegaba nunca. En esas iba cuando al tomar una curva a la izquierda, llegando a Algodonales, noto que la rueda trasera pega un bote hacia afuera, como si hubiese pillado un peñasco en mitad de la carretera, pero no puede ser, aunque iba pensando tonterías, iba atento y no se me puede haber colado un peñasco semejante sin verlo. Puede que haya pinchado. Me paro en la recta, miro la rueda y me encuentro la matricula, el piloto y un intermitente colgando de los cables. El otro intermitente se ha ido a hacer puñetas.

Se ve que la pletina que lo sujeta todo, que ya advertí el otro dia que estaba empezando a rajarse, se ha ido del todo con la vibración.

Como pude, sujeté la placa de matrícula y el faro, que se quedaron un poco impresentables, pero funcionales, y reemprendí el camino.

Desde aquí quiero agradecer la intención a un grupo de motoristas que se preocuparon de si necesitaba ayuda y a un agente de la Guardia Civil de Trafico que también se detuvo por si necesitaba algo. Obviamente, para poner dos tornillitos..., pero muchisimas gracias a todos ellos por la intención y que no se pierda el espíritu de compañerismo que siempre nos ha caracterizado (hasta que llegaron las japos, claro).
Desde allí hasta Ronda, sin incidencias; me adelantó una japo subiendo el puerto de Montejaque y le devolví la jugada en las curvas de El Cupí, y ya la perdí de vista hasta la entrada de Ronda, en que, por el atasco, volvio a aparecer en mi retrovisor.
Cuando llegué a la guarida, lo primero que hice fue bajar la R80ST de la mesa (cosas del espacio, que hay que dejar una de ellas arriba) para limpiarla adecuadamente, y subir la R65 para darle un repaso a la rotura y apañar el regulador regulable. Al inspeccionar los daños vi que la llanta trasera, así como el neumatico, guardaban las señales de la rotura y de aquel extraño que me hizo la moto en la curva.

No es gran cosa: un par de bocados y unos arañazos en los radios. A pintar nuevamente en el próximo cambio de gomas. Por cierto, a ver si se gasta la delantera y puedo pintar la llanta, que llevo cada una de un color.
Vistos los desperfectos evalué mentalmente si poner el mismo piloto o uno que tenía pensado desde el principio y que no puse porque me encontré éste en RPM (una tienda de Sevilla) y después de preguntar el precio me dio no sé qué no llevármelo, aparte de que me gustaba, pero no era el que tenía pensado desde un principio para esta moto, y que era este:

Y me parece que lo voy a poner. A ver si no me sale tan malo como el otro. Los intermitentes he visto que se venden a pares, así que he decidido dejar el superviviente de los traseros en la reserva y poner dos nuevos atrás. Los elegidos han sido los de la Suzuki SV650:

A ver si no me salen "trompetillas", como diría mi amigo Robemumoto.
Despues de la evaluación de daños me fui a limpiar la R80ST. He probado un producto que compré anteayer en una tienda de esas de veinte duros, a ver si servía de algo, y sí, parece que limpia, pero desde luego no deja nuevos los metales, aunque algunas manchas que nunca había conseguido quitar, sí que desaparecieron.

Después de la limpieza, y para secar la moto, además de moverle los aceites y cargar un poco la batería, me subí al Puerto de El Viento, y como todavia no se me ha ido totalmente la sangre trialera, me metí por Los Cajilones a hacer un poco el cabra, pero desistí enseguida, que esta moto no es la Cota. De todas formas hice un par de fotillos en la zona.

Seca la moto y movidos los aceites, me volví a la guarida y limpié a conciencia la R100RS, que se venía conmigo a Sevilla y que, además, el lunes, me llevará a Granada otra vez. Lástima que solo sean unas horas, porque de haber sido un par de dias podía haber aprovechado para conocer los Talleres Salivillas, que les debo una visita desde hace una buena temporada.

Y acabada la sesión de limpieza, y viendo que me quedaba aún bastante tiempo, empecé a preparar la próxima reconversión de la R65, que no solo va a afectar a la accidentada parte trasera, sino tambien a la delantera, en la que colocaré un cuentarrevoluciones electrónico (bueno, más que colocarlo yo, intentaré que me lo coloque Resnian, que sabe manejarse con los cables mucho mejor que yo) y colocaré los intermitentes más altos, enre las dos tijas. Como esto último sí que podía hacerlo, me puse a ello.
Para empezar, quitar la pletina que sujeta el cuentakilómetros, quitar el voltimetro y dejar toda esa zona despejada.

A continuación dejar el manillar colgando de los cables para que nos deje trastear a gusto.

Seguidamente quito los tornillos que sujetan la patilla del faro izquierda-

Y como la goma se ha quedado pegada a la barra de la horquilla y no hay quien la mueva, meto un destornillador finito lo suficiente como para abrir un poco de hueco, y echo dentro lubricante de silicona que con el propio destornillador reparto por todas partes.

Con esto consigo que la goma pueda moverse un poco y la deslizo hacia abajo un poco, lo justo como para que me deje sitio para colocar la abrazadera que sujeta el intermitente.

Ahora, lo que pasa es que se me queda un poco doblada la cúpula, pero eso se corrige cuando haga el otro lado. Lo malo es que no sobresale demasiado el intermitente. Tal vez haya que poner un tubo un poco más largo.

De ahí me voy al lado derecho, repito la operación

y ya me queda la cosa un poco mejor, aunque siguen viéndose poco los intermitentes, pero lo arreglaré.

Volví a colocar el manillar en su sitio y la cosa, a falta del reloj cuentavueltas, quedará tal que así, visto por delante y por detrás:

Tal vez se podría bajar un poco más el faro, con lo que la moto parecería más larga y baja. Ya lo pensaré.
Para acabar, quité el depósito de gasolina y le dí un cuarto de vuelta al tornillito del regulador regulabe con lo que, a 3000 rpm, medido en la batería directamente, ahora carga a 14,5 voltios. No sé si será mucho y me freirá algo. Me informaré esta semana con Angeloso, que se ve que de estas cosas está muy puesto.
La vuelta en la R100RS, sin ningún incidente destacable. Ha hecho un dia primaveral, con una temperatura agradabilísima. A ver si el lunes es así también, que ya empezamos a estar un poco hartos de agua y el invierno aún no se ha asomado.