domingo, 10 de agosto de 2008

69.- HAY DIAS EN QUE ES MEJOR NO HACER NADA

Llevaba varios días atento a una subasta de ebay en que vendían una BMW R80ST. Es un modelo que siempre me ha gustado mucho; la veo muy elegante y muy manejable, y mira por donde me encontré un anuncio en que no solo vendían una, sino que la vendían aquí al lado, en Valencina. La moto tenía buena pinta, y lo único que me hacía dudar es que fuese negra, ya que este modelo solo se fabricó en rojo y en gris.
Intenté ponerme en contacto con el vendedor un par de días antes de que acabara la subasta para preguntarle por el detalle del color y por posibles defectos que pudiera tener la moto, y le escribí a través de abay un par de correos electrónicos a los que no me contestó, al menos antes de que acabara la subasta. A pesar de ello, y aunque no muy convencido por la falta de información, me decidí a pujar esta mañana antes de irme a Ronda, ya que la puja acababa a la una de la tarde mas o menos.
Nos fuimos a Ronda mi mujer y yo a eso de las nueve de la mañana, y llegamos sobre las diez y media. Tenía pendiente desde el otro día el asunto de las llantas, que se habían quedado una de ellas preparada y la otra esperando a que le quitara la pintura. También quedaba por arreglar definitivamente el grupo trasero y probarlo, cosa que no pude hacer porque me faltaba uno de los casquillos de separación. Afortunadamente, ya vinieron al concesionario.
Primer paso: acabar de preparar la segunda llanta e imprimar ambas.
Para la imprimación de las llantas, dado que suelen ser zonas sufridas de la moto, había leído que la fosfatante era muy buena, y había comprado una que se llama Titan 6,5 x 1, que preparé convenientemente. Dado que, según dice en las instrucciones, aguanta perfectamente unas cuantas horas, una vez preparada me puse con el lijado de la pintura, cosa que no me ocupó mas allá de media hora. Coloqué la primer llanta en el "taller de pintado" y apreté el gatillo de la pistola. Allí solo salía una especie de hilo muy pegajoso, como si fuese una telaraña amarilla. Regulé todos los botones de la pistola y empezó a salir algo mas parecido a una imprimación, pero de vez en cuando seguían saliendo los dichosos hilos, que me estaban dejando el trabajo hecho una auténtica porquería. Paré y me dispuse a lijar nuevamente toda la llanta para quitar la porquería que le había echado. Una hora y pico lijando, porque la imprimación esa se pega de verdad, y por fin en estado medianamente aceptable. Ahora probé a imprimar con mi imprimación de toda la vida, que no sé si es fosfatante o qué, pero a mi me funciona. Después de unos minutos, la llanta ya tenía un aspecto mas saludable, a la espera de pintura.

La otra llanta la imprimé con brocha, dándole así una nueva oportunidad a la fosfatante Titan que me había sobrado. Lógicamente, así no salían hilos, y, desde luego seca con bastante rapidez. Esta llanta imprimada con fosfatante es la de reserva, la que tiene el bollo, que va a llevar una goma muy dura y va a ir en negro. Para el color negro he escogido una pintura que se usa para pintar el hierro, con un acabado pavonado. Se llama Oxiron forja, y no sé que tal irá, si aguantará bien en la llanta o no. El tiempo lo dirá. El caso es que la apliqué y el aspecto que le da a la llanta es muy bonito, similar al de la de la Sprint. Haré lo mismo con la delantera de repuesto, después de darle una segunda mano, y así se quedará el juego de llantas bueno de color gris plata y el suplente en negro.

La otra llanta la pinté en gris plata con un spray de los de coche. Tal que así quedaron ambas:

Mientras tanto, Maricruz estaba preparando la goma que le iba a poner a la llanta buena, la gris, un Bridgestone BT45R.

Por cierto, me la ha dejado de lujo.

En principio, esta rueda iba a ir sin cámara, y ya tenía preparada desde hace tiempo la válvula lateral para ponérsela (los que tenemos una BMW de estas sabemos lo tremendamente difícil que es inflar las ruedas, y una válvula de estas es una bendición).

El primer fallo que tuve fue intentar ponerla sin que la llanta estuviese totalmente seca, y digo totalmente porque sí, al tacto no manchaba ni era pegajosa, pero esto hay que dejarlo secar mas tiempo. Me pudo mas la impaciencia; el tiempo se echaba encima y quería probar si el cardan viejo funcionaba bien o no. Como digo, primer fallo, pero no único. La válvula requiere apretar bastante para poder roscar la tuerca desde la parte interior de la llanta. La presión que hacía con los dedos era totalmente insuficiente para hundir la goma de cierre y permitir que se enroscase, así que, segundo error, usé un par de mangos de madera entre los radios para empujarla. Resultado: la pintura saltada. Lógico; si aún no estaba seca del todo. ¡Maldita impaciencia! De todas formas, de perdidos al río. Esto lo acabo yo; ya le daré una manita de pintura por encima. Válvula puesta. El tiempo seguía corriendo así que enseguida a montar la goma. La monté rápidamente, pero no conseguía hacerla talonar: el aire se iba entre la llanta y la cubierta y no se inflaba. Solución: quitar la válvula, mi preciosa válvula lateral y montar una cámara. Nuevamente a desmontar y volver a montar. Ahora sí que conseguí que talonase: a los 5 kg/cm2. Ajustar presión y montarla en la moto. Por cierto, monto la goma nueva con 11670 km. Con el casquillo de separación nuevo funcionaba perfectamente: no se quedaba frenada al apretar la tuerca del eje y no se quedaba separada del grupo. En su sitio, vamos. El aspecto, con el grupo antiguo también es aparente, pero, y aquí otro error, se me olvidó equilibrarla. ¡Otra vez las puñeteras prisas...!

El siguiente paso era probarla. La bajé de la mesa de operaciones, la arranqué a la primera ¡después de dos semanas de no coscarse! calenté un poco mientras bombeaba el freno trasero para que tuviese presión y me di un paseo hasta el Puerto del Viento. La primera impresión, buena; la moto iba mucho mejor que antes. La goma es mas agradable que el Metzeler que tenía puesto, e incluso me dio la impresión de que el grupo era mas largo, aunque no puede ser, porque la relación es la misma, 33/11, pero a mí me lo parecía: a 5000 rpm 150 km/h. Quizás fuesen las curvas tan tremendas de la carretera que me hacían entrar un poco colado muchas veces las que me daban la impresión de velocidad. Ya lo miraré, creo que había una gráfica por ahí, en algún lado de internet.
Para el próximo día ya tengo trabajo que hacer: segunda mano de pintura a la llanta negra y equilibrar ésta. Si me da tiempo, es decir, si está bien seca, montarle una goma a la llanta negra, aunque me parece que la dejaré secarse bien para no meter la pata. Sigo pendiente de abrir el motor para cambiar segmentos y casquillos de biela, pero para eso necesito un poco más de orden y tiempo por si algo sale mal.
La vuelta fue terrible: como me temía, se me hizo de noche, y la Sprint es una de las motos que peores luces tiene del mundo. Mira que tiene tres faros; pues no sirven más que para las cortas. La luz larga da igual llevarla encendida que apagada. Es una moto que dista mucho de la definición de Sport Turismo: no tiene buenas luces, no es capaz de llevar el equipaje de manera adecuada con las maletas de fábrica y da un calor tremendo. Eso sí; es muy bonita y anda muy bien, pero para viajar es un petardo, especialmente en trayectos largos de varios días con equipaje y en viajes nocturnos.
Cuando llego a casa me conecto al ordenador a ver qué ha pasado con la subasta de la R80ST, y mira por donde, esta vez he ganado la subasta, pero me encuentro en el correo un mensaje del vendedor, escrito a las 17,35 horas del sábado (cuatro horas después de la finalización de la subasta) diciéndome que ya había vendido la moto.

Total, que para una vez que consigo ganar una puja en ebay (las otras tres veces anteriores en que había pujado me quitaron el articulo en el último momento), resulta que el tío es un cara y, o ha vendido la moto por otro lado sin avisarlo, (en ebay es factible suspender una subasta) o le ha parecido poco precio la puja ganadora (1800 euros) y me ha contado una milonga para venderla más cara. Desde luego que cuente con mi voto negativo y la denuncia del caso en ebay. Por lo menos que no vuelva a vender ahí.
En fin, días tontos de los de mejor quedarse viendo las olimpiadas en la tele. Eso sí; me he entrenado montando y desmontando gomas y me he ganado un buen dolor de espalda.

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