jueves, 11 de junio de 2009

139.- ULTIMOS TOQUES AL AJUAR DE MAYA

Me había quedado el último día en que no había podido remachar el eslabón de cierre de la cadena de transmisión secundaria de la Honda porque no tenía la herramienta adecuada. Hoy, aprovechando que era fiesta en Sevilla, me he escapado un rato a Ronda y he acabado el trabajo del otro día. Obviamente, me he llevado la remachadora, porque si no, estaríamos en las mismas. El remachado es bastante simple con esta herramienta: primero se aprieta para encajar la placa de cierre en los dos pivotes

y después se vuelve a apretar, poniendo las piezas de manera adecuada para remachar los pivotes.

Y es que no hay nada como tener buenas herramientas para que todo te salga bien y de manera más fácil.

Por cierto, la cadena que le he puesto es una DID 525VX. Una muy buena cadena.

Ya, lo único que quedaba era tensar la cadena: se ajustan ambos tensores de cadena a la misma altura

de forma que en el punto medio la cadena tenga una comba de unos 2-3 cm

se aprietan las contratuercas para asegurar que no se mueva, y se aprieta el eje.

Hay que tener en cuenta que las cadenas nuevas suelen ceder un poco tras rodarlas, de forma que es conveniente volver a ajustarla a los 500 km, y después, periodicamente, cuando lo pida, que será sobre los 1000 km.
Finalmente apreté bien el tornillo de sujeción del piñón, y puse la tapa con sus tornillos.

Coloqué en su sitio el interruptor de aviso de que la pata de cabra esta extendida y aproveché para engrasarla;

comprobé que funcionase correctamente el mecanismo

y finalmente puse en su sitio el reenvio de la palanca del cambio.

Y con esto, prácticamente, se me habría acabado el día de trabajo, pero siempre hay cosas que hacer. Me acordé de que el otro día Maricruz me dijo que las herramientas estaban sucísimas, y es verdad, las que había usado para desmontar y montar la transmisión secundaria estaban de pena (ya dije que esta zona es la autentica cloaca de una moto) y he aprovechado para limpiarlas un poco. Tambien he limpiado una de las herramientas mas útiles que tengo y a la que le echo muy poca cuenta: la mesa elevadora, que me ahorra de lumbalgias... Ha quedado como se puede ver en la foto: para comer sopa en ella.

Y todavia me quedaba tiempo para hacer más cosas, así que me fui por la rueda delantera de la OSSA, que, desde luego precisa de unas llantas nuevas, pero le he dado con todo lo que he podido, y algo mas limpia está. Me he estado acordando de toda la porquería que tenía esta moto encima y parece como si parte de la llanta hubiese estado enterrada en barro, de forma que se ha oxidado, ha perdido el cromado, un desastre, vamos. Es dificil recuperar esto, pero a ver como queda y ya veremos si recuperamos, lo dejamos así, o qué.

A continuación he quitado las zapatas viejas, le he dado un repaso al plato portazapatas y le he colocado las zapatas nuevas, que, por cierto, me llegaron ayer y me costaron 100 euros (delanteras y traseras).

Despues he montado la cámara y la cubierta

y he colocado la rueda en su sitio.

Y con esto he dado de mano. Me he vuelto en la BMW, pero antes le he hecho una fotillo a Maya.

La carretera la mar de bien: ni mosquitos, ni tíos de verde emboscados. No hay como poner la temperatura un poquito mas alta para que se escondan todos: 41,4 ºC en el cockpit. En el asiento, no quiero ni pensarlo.

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