Ésta sí que está hecha una chavalita. Hoy ha estado de revisión y le han cambiado la transmisión secundaria, que ha durado pues eso, 30.000 km. Cuando las cosas se cuidan, duran. Limpieza, engrase y llevar la tensión correcta son tres cosas que consiguen alargar la vida del kit de transmisión secundaria, que, por otra parte, dado que no es barato, es conveniente amortizarlo. Por supuesto, la limpieza que le di a la Honda el otro día, ni soñando. Ya la abriré yo y limpiaré a conciencia la zona del piñón de arrastre un día de estos.
El consumo, en estos últimos 10.000 km ha vuelto a ser de 6,1 litros a los 100 km, y no recuerdo cosas especialmente dignas de mención en estos 10.000 últimos km (al menos que no se hayan hecho constar anteriormente en este blog).
De todas formas, como a ella le gusta dar la nota, la he recogido esta mañana y me ha dejado tirado tres veces en 50 metros, la distancia desde la puerta del taller de I+D a la calle. Arrancaba, metía primera, empezaba a andar y se paraba, volvía a arrancar, y lo mismo; y así hasta la tercera vez, en que ya dijo que no arrancaba. La he tenido que dejar en I+D y me he ido en un scooter que me han prestado (moto de cortesía, que se llama) y por la tarde he vuelto por ella. No ha habido que hacerle nada; solo ha vuelto a arrancar y sanseacabó; no ha vuelto a fallar. Recuerdo que también hizo algo parecido en la revisión de los 20.000 y tampoco fue nada.
Si es que no me gustan un pelo estos inventos de las inyecciones y las centralitas. Donde estén un buen carburador y unos platinos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario