Hace varios días recibí un correo de David, el boss de I+D, concesionario oficial de Triumph y Suzuki en Sevilla, invitándome a la presentación de la nueva Suzuki GSX-R el viernes 22 de mayo. Siempre es agradable conocer una nueva moto, así que allá que nos fuimos Maricruz y yo. Manolo y Carmen iban a venir, pero en el último momento les dio la neura y se fueron a su casa. Ellos se lo perdieron porque allí encontramos viejos amigos,
vimos motos Suzuki, especialmente la homenajeada y la que más me gustó de todas las japos que había por allí,
Y finalmente, también les dimos un repaso a la exposición de Triumph, en la que faltaban la mía, y la Thruxton, que son las que más me gustan de la marca inglesa.
De allí pasamos al taller a saludar a los amigos y a ver cómo estaba el ambiente (y de paso a pedir un juego de transmisión trasera para la Triumph, que ya me está haciendo falta)
Volvimos a la exposición y ya aprovechamos para probarnos las motos. Ya se sabe que estas cosas hay que probárselas, que si no, después, te encuentras con que te ajusta la sisa, el tiro te viene corto...
Total, que echamos una buena tarde. Conocimos a los niños de David y Estíbaliz (sí, ahora te mando las fotos), al gran Valentino, hijo de uno de los mecánicos de I+D (sí, también te mando las fotos enseguida) y a Alvaro Bautista, campeón del mundo de 125 hace un par de años y campeón del mundo de 250 este año, y si no, al tiempo..., que andaba por allí firmando autógrafos.
A la salida nos encontramos dos motos que llamaban la atención: una Kawa con un dineral echado encima
y otra que, con menos dineros y menos caballos, era la más bonita de todas las que había por allí cerca.
¡Y es que la quiero...!
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