lunes, 11 de mayo de 2009

131.- TAMPOCO ESTA TAN MAL DESPUES DE TODO

El domingo me levanté con esa sensación de descontento que se le queda a uno después de que no le salgan las cosas bien, pero no estaba dispuesto a ponerme a trabajar otra vez. Aprovechando que tenía la Sprint en la cochera lo que más me apetecía era darme un paseo agradable hasta que empezasen las carreras de Superbike, así que me enfundé el mono de fundir (sí, de la época de Barry Sheene, ya lo sé, pero a mí me gusta) y salí con la idea de hacer curvas, pero pudieron más mis ganas de ver cómo había quedado la tarea de ayer, especialmente en lo referente al color de la pintura con la luz del sol, y casi sin darme cuenta me planté en Ronda, a pesar de que tenía pensado ir a cualquier otro sitio. Mañana agradabilísima para pilotar la moto: sol, poco viento y temperatura agradable. A las 11,30 estaba en Ronda dispuesto a repasar el trabajo de pintura de anteayer. Esta moto es un gustazo para trazar curvas, aunque al principio me parecía un poco sobreviradora, pero es que estaba acostumbrado a la otra Sprint, la 955, que era completamente distinta, con una horquilla más lanzada, subviradora y dando siempre la sensación de inestabilidad en el tren delantero.

Me quemaba la curiosidad por ver cómo había quedado el color a la luz del sol. Saqué el depósito y lo puse encima de uno de los troncos, y efectivamente, ha quedado bastante más anaranjado de lo previsto.

Y al tacto está un poco ondulado, dando una sensación como de naranja pero con los abultamientos mucho más menudos. No sé si eso desaparecerá cuando le ponga unas cuantas capas de laca. Ya veremos.

Y como no me puedo estar quieto, en vez de irme a fundir otra vez, me puse a pegar el fileteado en el depósito. Primero en un lado

y después en el otro;

cuidando de que quedaran simétricos tanto desde arriba

como desde el frente

Y ahí se acabó todo. No quise mirar más, porque me asomé un poco al guardabarros delantero y me vi las cintas un poco despegadas en la parte delantera, donde hay un pequeño escaloncito. Ya veré cómo lo apaño.
A falta de diez vueltas para el final de la primera carrera de SBK estaba en casa. Por cierto, vaya carrerón que nos brindaron y que mala suerte la de Spies, romper en la última curva cuando iba primero y destacado. Las carreras son así, dirá alguno, pero los que creemos en el gafe pensamos de otra manera.

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