Aprovechando que cuando he salido de un juicio en Lebrija apenas si me quedaba tiempo para volver al trabajo, me he plantado en Ronda con la Honda, le he puesto a la BMW el tornillo hueco del manguito del radiador que me había cargado el otro día, que por cierto, vale casi 7 euros, he rellenado el aceite del motor que había tirado (casi medio litro) y me he vuelto con ella. Me la he traído sin las protecciones de los cilindros y sin la falda (la parte baja del carenado). La falda ya iba siendo hora de quitársela, que hace calor y ademas le están haciendo falta un repasito de pintura y un arreglo de un par de grietas en los bajos, pero las protecciones debería haberlas dejado puestas, que después pasa lo que pasa cuando menos se lo espera uno.
También he aprovechado, ya que estaba allí, para darle un petroleado a los bajos de la Honda, y la he dejado encima de la mesa para hacerle un poquito de carburación un día de estos.
A la vuelta he pasado calor, y eso que la BMW sin la parte baja del carenado es bastante soportable, pero esta mañana, yendo para Lebrija he pasado un frío con la Honda que dos horas después de haberme bajado de la moto todavía no se me había quitado. Claro, me puse la chaqueta de verano, que está muy bien para el estío, pero para las mañanitas primaverales se queda un poco corta, sobre todo si se va sin carenado. Pero da igual, me lo he pasado como decía aquel niñito con cara de tibetano que anunciaba los Citroen AX haciendo la "V" con los dedos índice y corazón hace veinte años: ¡genial!
Sienta bien esto de los paseitos inesperados en días de diario.
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