domingo, 23 de noviembre de 2008

92.- MERCADILLO DE CLASICAS EN MORON

El amigo Nacho Eguía había avisado en el foro de clásicas de bmwmotos.com de que hoy había mercadillo de clásicas en Morón. Ya he ido en algunas ocasiones a alguno, y siempre salgo con la misma impresión: ¿estos tíos están locos o qué? ¿cualquier pedazo de hierro viejo vale esa pasta? si esas motillos valen lo que piden por ellas ¿cuanto tengo que pedir yo por la mía?. Hoy no ha sido una excepción, pero vayamos por partes: Para empezar, nada mejor que poner el cartelito, que eso siempre viste mucho.

Para seguir, debo comentar que salimos a eso de las diez y media u once menos cuarto y que nos fuimos directamente a Moron, que el dia estaba fresquito, con viento desapacible, pero nada comparado con lo que viene para los próximos días, que apenas si encontramos motos por la carretera, y sí que encontramos un caballo desbocado en dirección contraria perseguido por otro caballo, este montado, que intentaba atraparlo. El susto casi como el de verte venir a un camión de frente por tu carril. Nos escondimos detrás de una furgoneta que llevábamos delante y esperamos a que pasaran. Unos metros mas allá el jinete consiguió coger las riendas del caballo desbocado y se acabó el peligro.
Llegamos a Morón sin más contratiempos y nos fuimos directamente a la alameda, que es la prolongación de la carretera. Allí ya se veía un poco de animación motera. Aparcamos la moto junto al lugar en que estaba colocado el mercadillo, y a nuestro lado aparcó una jovencita K100 amarilla, de tan solo 22 años.

Hablamos un rato con su piloto y coincidimos ambos en que tenemos unas motos muy bonitas. Dimos un paseo por la alameda para ver lo que por allí estaba aparcado, y encontramos algunas motos que me parecieron muy bonitas, y que por eso las pongo aquí.
Una Harley Davidson monocilíndrica,

una Kawa Zephyr (siempre me ha gustado esta moto)

y una vieja conocida: la R100R de Motoroto, otro amigo del foro de clásicas de bmwmotos.com, al que tuvimos el gusto de saludar un poco mas tarde.

Un poco más abajo, una CB 650 matrícula de Canarias. Creo que lo de islas afortunadas les viene porque ellos podían importar motos con las que aquí, en la península, ni se nos ocurría soñar.

Un poco mas allá una Vespa tuneada de esta curiosa forma:

Y petardeando de manera característica apareció una Bultaco Metralla. ¡Qué pequeñas son ahora aquellas motos que de niños nos parecían tan grandes...!

A la entrada del mercadillo encontramos una Guzzi, tambien bastante retocada.

En el interior, y a precios escandalosos, una Puch Minicross entre dos Puch Cobra,

una preciosa Montesa Cappra

y una no menos bonita Montesa Impala Sport ¡qué me gusta esta moto!.

También pudimos ver una Sanglas 500 ¡con arranque eléctrico! se acabaron las lesiones en la pierna por la patada que pegaba aquella palanca de arranque.

Y un poco a la derecha un grupo de motos que parecían haber sacado esta misma mañana del granero donde habían pasado los últimos treinta años. Motos, remedando a Becquer, que estaban "esperando la mano de nieve que sabe arreglarlas". La primera es una vieja conocida de los seguidores de este blog.

Bien, los precios de los recambios exorbitados, al igual que los de las motos. No es posible pedir por ocho tacos de goma de los cilindros (daditos de goma de unos 2 cm de lado) dieciséis euros. ¿A dos euros el dadito de goma? A robar a Sierra Morena, hombre. Total que no he comprado nada y nos hemos ido de nuevo a la calle a seguir viendo motos. Para empezar, una Guzzi 850. Me gustan las Guzzi, y las Montesa, y las Ossa, y las BMW, y...

La Sanglas 500, que antes estaba aparcada en el interior, ahora pudimos escucharla arrancada;

también vimos una preciosa Honda Bol d'Or

y una Montesa Impala, pero ahora andando.

También había varias Royal Enfield haciendo propaganda, conducidas por muchachitas de agradable presencia.

Y no faltaban las chinas de cuyo nombre no me acuerdo, pero que son copias malas de la BMW, y a las que, por supuesto, no les he tirado ni una foto. Y para acabar con las motos, antes de volvernos a Sevilla, pasó por delante nuestra una preciosísima NSU.

No solo los comerciantes de clásicas hacían negocio, porque se nos ocurrió tomarnos una cerveza en el bar de al lado del mercadillo y nos cobraron un euro por botellín (más de 70 céntimos de margen de beneficio, que no está mal). Total que nos hemos vuelto a Sevilla con la alegría de haber visto un montón de motos bonitas. Al final nos hemos ido a nuestro barrio, al bar de siempre, a tomarnos una cervecita a precio normal,

con unas gambitas,

mientras la pobre BMW miraba desde debajo del bordillo y soñaba con sus años de juventud.

No hay comentarios: