Pues sí. Ya están puestos. Ademas he hecho gran parte de las operaciones que tenía pendientes. Empecé el sábado a mediodía. Lo primero que hice fue quitar los silenciadores viejos y comprobar que los nuevos eran los adecuados, ya que existían unos de 38 mm y otros de 40 mm de diámetro, y aunque había medido bien, no las tenía todas conmigo. Gracias a Dios no hubo problemas y la medida que me habian mandado era la correcta. La prueba fue satisfactoria: el silenciador encajaba correctamente en el escape y quedaba muy bonito, tal y como se ve en la siguiente foto.
Por cierto, los silenciadores se los compré a Boxertodo. Han tardado un mes y medio en servirmelos y en la hoja de pedido se especificaba claramente mi dirección y tambien la dirección de envío (si procedía). Como procedía que me lo mandaran a Ronda, pues les puse esa dirección, y a pesar de ello me los mandaron a mi dirección en Sevilla, con lo cual el pedido me lo han enviado mal y tarde. Es una referencia para procurar no hacer futuros pedidos a esa tienda. No me he quedado muy contento del servicio.
Siguiendo con el tema de montaje, he esperado a tener los silenciosos para hacer el cambio de las juntas de goma de los tubos de las varillas empujadoras del motor para no tener que desmontar todo dos veces. Empecé por desmontar el tubo de escape quitando la tuerca que lo une al cilindro con la llave adecuada, porque si se usa cualquier otra llave o método (golpes, llave en C...) se pueden romper las aletas. Hay que fijarse bien en cómo están colocadas las juntas para volver a colocarlas correctamente y evitar fugas de gases.
Después se quitan las sujeciones al chasis (dos tuercas del 19) y se aflojan los tubos que conectan ambos tubos de escape (llave Allen del 6 y llave fija del 10) y ya se pueden extraer los tubos, que en mi caso estaban algo agarrados, por lo que hube de darles unos golpecitos con un martillo de goma para aflojarlos. Los tubos de escape, como suele pasar con todas las cosas que son difíciles de limpiar por estar escondidas, tenían mas mugre que la bombilla de una cuadra.
Limpieza a fondo, y tras un buen rato de darle con un producto que compré el otro día, específico para limpiar aceros y cromados y que, bueno, no fue del todo mal, y después de un buen repaso con el pulimentador montado en el trompo
Después de limpiar por fuera lo limpié por dentro, para lo que me valí de un estropajo de níquel agarrado a la punta de un alambre y conectado al trompo, con lo que conseguía un efecto de deshollinado muy eficaz al hacerlo girar dentro del tubo. De todas formas no había demasiado hollín, lo que debe considerarse como un buen signo.
Una vez listos los tubos de escape, pasaron a reposar a la estantería en espera de montaje. A continuación, desconecté los carburadores de los cilindros, quité las pipas de las bujías y las bujias, y puse el pistón en punto muerto superior.
quité los culatines, las cuatro tuercas que sujetan los puentes de los balancines y las varillas empujadoras, y lo puse todo sobre un folio anotando exactamente la posición de cada uno de los elementos (admisión o escape, parte superior o inferior)
y puse las gomas nuevas, cuidando que la señal que traen (una rayita) quedase en la parte de abajo (a las seis en un modelo horario)
El aspecto de las gomas viejas comparado con el de las nuevas explicaba porqué rezumaban algo de aceite. Había que cambiarlas ya.
Volver a cerrarlo todo, apretando las tuercas con una llave dinamométrica a 4 kilos, ajustar las válvulas (0,10 mm en admisión y 0,20 mm en escape), volver a conectar los carburadores, y ¿quien resiste la tentación de arrancar su moto para ver como vomita fuego por la tobera de escape, antes de irse a tomar una bien ganada cervecita?
Es broma. Solo lo hice para comprobar la puesta a punto de válvulas (que no hiciese ruidos raros, vamos).
A continuación, ya era la mañana del domingo, montar los tubos de escape
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