lunes, 2 de diciembre de 2013

326.- Y ADEMAS UNA SHERPA

Como si fuera poco el berenjenal que tengo con las BMW, me he agenciado una Sherpa. No es mía, es de un amigo para ponérsela en condiciones. Me la dejaron allí la semana pasada, así que lleva la pobre una semana esperando que le meta mano. Antes de empezar con la tarea tenía cosas pendientes de mis motos, y esas tienen prioridad, así que empecé con ellas. De todas formas, la Sherpa, a primera vista impresiona como que va a dar un montón de trabajo porque tiene fullerías de todos los colores. No me acuerdo muy bien de cómo era la Sherpa (ésta es de mi época), entre otras cosas porque yo era de Montesa, que para eso tuve una Cota 247 y una Cota 348 allá por mi juventud. ¡Uf! qué lejos pilla eso...



Así a primera vista, nada más asomarme esta mañana, después de un viaje la mar de fresquito en la R80R, se ven un montón de problemas: guardabarros, escapes, chasis... ¿a quien se le habrá ocurrido pintarla de esa manera, tan mal y con esos colorines? Después hay gente que se atreve a criticar mis diseños. Por cierto, véase que la 247 ya tenía una pequeña raya amarilla oblicua en el depósito y que la 348 tenía una raya blanca bastante más ancha. Esto de las rayas lo he llevado desde chico.












Tengo que confesar que lo primero que pensé, antes de empezar a trabajar, fue arrancarla y hacerme un par de zonas, pero no he sido capaz de arrancarla. Para empezar, se puso tozuda con el tapón de la gasolina, y no es que haga falta para que arranque, pero quería ver si tenía gasolina. Ahí he perdido un ratillo. Después le he dado patadas como para ir a Bilbao, pero no ha habido forma. Por un lado yo no sé arrancar con la pierna derecha; la Cota se arrancaba con la izquierda y no se me daba bien arrancar ni las Sherpa ni las MAR. Por otro lado, me parece que esta moto anda de punto regular, vamos, que no está nada fina.
Bueno, después de un ratillo he conseguido abrir el depósito, comprobar que tenía gasolina y dejarme la pierna hecha polvo para una temporada.


El depósito tiene que ver... Pues anda, que el escape...


En fin, que aburrido de ver el mal estado, y encima sin poder catarla, me puse con lo mio. Lo primero era hacerle una mini puesta a punto al cilindro izquierdo de la R100RS, que se la hicimos de mala manera con el motor caliente un día antes de salir para Benidorm, y aunque iba mas o menos bien, mejor ponerla en su sitio. También he aprovechado para cambiarle la junta del culatín, que estaba rota en tres pedazos y tirando aceite, por lo que hube de ponerle Nural 28, sí, el naranjita ese tan mono, para que aguantase el viaje a Benidorm.
Lo primero quitar toda la parte delantera para poder mover el cigüeñal a gusto. Ya sé que tiene un montón de porquería, pero es que todavía no he podido lavarla desde Benidorm, y hace un mes.


A continuación, quitar el culatín y limpiar perfectamente todos los restos de Nural 28.


Hacer un ajuste de válvulas (admisión 0,10, escape 0,20 mm)



y colocar una junta nueva, previamente impregnada en aceite para que no se pegue a las paredes y no se rompa cuando abramos nuevamente el culatín.



Por supuesto, para acabar cerramos el culatín con sus tres tornillos y volvemos a colocar la tapa del cárter del alternador y la rejilla anterior del carenado.
Lo siguiente que se me ha ocurrido hacer ha sido ponerle a la R65 el sensor de presión de aceite, que llevaba una temporada goteando, y la experiencia me enseña que cuando eso pasa puede venir el chorreo importante en cuestión de poco tiempo, así que a ponerlo. Esto no tiene ciencia: se desconecta el faston, se quita el viejo, se pone el nuevo y se vuelve a conectar el faston. por cierto faston viene del ingles, de fast (rápido) y on (conexión), así que aclarado queda para los de francés.


Y con eso ya llevo dos motos revisadas. Me sigue picando la curiosidad con la Sherpa. Le saco el filtro del aire. Mestervé lo que entendían en Bultaco por filtro del aire...



También saco la bujía y está totalmente empapada. Ahogada, se dice en mi pueblo. Ahí ni salta chispa ni nada que se le parezca.


Monto de nuevo con bujía nueva, vuelvo a pegar patadas como para un concurso de mulas y ¡nada! Va a ser cosa de la puesta a punto. A ver por donde tiene el bicho este las válvulas. La dejo descansar un rato y me voy a otra cosa.
Ahora le toca el turno a la R100GS. No hay que hacerle casi nada, solo quitarle la marmita y ponerle un tubo en "Y", aunque sea rara. La marmita no es que esté mala del todo, todavía puede aguantar, pero tiene un poro que hay que soldar y está bastante chunga de óxido, así que la voy a repasar y la pondré a la venta por si alguien puede y quiere aprovecharla.
Pero antes de empezar me da por mirar el aceite de la caja de cambios. Quito el tornillo del tapón de llenado y veo que le falta algo hasta llegar al nivel, y que encima parece bastante negro.


Meto un papelito y sale con el aceite un poco más que bastante negro.


Así que a vaciarlo y a poner aceite nuevo. Una de las cosas por las que quería cambiar la marmita por una "Y" es por la facilidad de vaciado de la caja de cambios, que con la marmita puesta es un invento porque hay que quitarla.
Empezamos quitando los colectores.


que pasan a que les dé una mano pulimento o lo que sea para mejorarles el aspecto y que no destaquen tanto con la "Y" nuevecita.


Seguidamente desmontamos un poco el silenciador y ya podemos quitar la marmita. Son solo tornillos; no hay mucho problema.



Con la marmita fuera podemos abrir el tornillo de vaciado del aceite de la caja de cambios, y sale un aceite asqueroso. No me haría ni un huevo frito con eso.


Limpio bien el tornillo, que es magnético y recoge todos los restos metálicos del pulido de piñones, le pongo una arandela de cobre nueva (las de aluminio son igual de buenas) y relleno con aceite de calidad. Para mi gusto, el mejor, el SAE 75W140 de Castrol. ¡Hola Pio!


He tenido la precaución de colocarle un pequeño apoyo a la pata izquierda del caballete para que me tumbe ligeramente la moto hacia el lado derecho. Con ello consigo que me entre un poco más de aceite en la caja de cambios;


no mucho más, pero lo suficiente como para poder observarlo con la mirilla para control del nivel de aceite que le he puesto en sustitución del tornillo de llenado, que me permite ver no solo el nivel sino también el aspecto, con lo que prevengo posibles averías tanto por bajo nivel de aceite como por aceite sucio o contaminado, por agua, por ejemplo. El par de apriete, con una llave de vaso de 22 mm, a 25 Nm.


Una vez arreglado el tema del aceite del cambio, monto todo el sistema de escape usando, por supuesto, la grasa de cobre de Spinner, lo que me ocasiona un pequeño problema al arrancar el motor, que me lo guarrea todo cuando se derrite, pero no pasa nada, es solo cuestión de limpiar con un trapito y también previene gripajes (por cierto, esta palabra viene del verbo ingles to grip, agarrar; también para los de francés).




Hombre, aquí se puede ver la mirilla, que antes no se veía con la llave de vaso. También le he puesto a la GS la enésima goma del pedal del cambio, que desde que se me rompió el sensor de presión de aceite y me lo puso todo perdido, no me duraban ni una semana a pesar de haber limpiado a conciencia. Hoy, lo que he hecho, ademas de limpiar otra vez, ha sido dilatar la boca con un clavo para que le cuesta trabajo salir. A ver si puede ser que se caiga de vieja y cuarteada, como debe ser.
Acabado el trabajo con la R100GS que, por cierto, suena mucho mejor con la "Y" que con la marmita, volví a intentar arrancar la Sherpa. De nuevo patadas como para arrancar una puerta, pero la Sherpa inmutable. Desmonté el carburador y lo limpié, volví a cambiar la bujía, y nada. Aburrido y cansado, ya que no podía montarla decidí desmontarla. Y ahora viene un análisis somero de lo que encontré a primera vista y de lo que me queda por trabajar:
El depósito, además de los desperfectos que tiene a primera vista por la parte superior (algún que otro desconchón en la boca de llenado, mal estado de la pintura, craquelado de la superficie) también tiene su miajita por debajo. Se ve que lo han arreglado pero no les ha llegado hasta aquí la pintura roja, y mira que les ha llegado a sitios, que tiene hasta las estriberas coloradas.


Parece que la salida del tubo de gasolina no está del todo mala, pero de todas formas la desmontaré para limpiar el interior y para comprobarlo. El depósito tiene una buena tarea de lija y de reconstrucción de pequeños desperfectos con fibra de vidrio y veremos a ver donde encuentro los colores originales.
La instalación eléctrica también tiene su miga de cómo está hecha, además de que todos los cables excepto el amarillo ese que se ve por ahí, están duros como el cuerno de una cabra en celo y propicios a partirse por cualquier sitio.





Menos mal que es también bastante simple, pero de todas formas intentaré ponerla de forma que se puedan desconectar el faro y el piloto de manera fácil para el campo y volver a ponerlos al reintegrarse a la civilización. A ver si me sale.
El faro ha sido pintado en negro y repintado accidentalmente en rojo, con reflejos plateados. El cerquillo, que debió ser cromado en su época ha sido pintado de gris y parece que con brocha. La parábola tampoco tiene muy buena pinta. La cinta aislante que envuelve los cables también ha sido pintada de rojo. El piloto no es el de la Sherpa. Veré si encuentro el original y si no tendré que dejar este. El mando de luces tampoco ha escapado a la pintura, esta vez negra. Tiene muy mala pinta por dentro. Todo oxidado y en muy mal estado. Los cables como los demás, a punto de cuartearse.


El tubo de escape tampoco se ha librado de las pintadas de rojo, supongo que por no quitarlos mientras se pintaba el bastidor. Y mira que es fácil de desmontar este sistema: el colector y la primera pieza de escape se unen por un lado al cilindro mediante tres muelles y por el otro lado al bastidor mediante una pletina soldada al tubo de escape y sujeta mediante el tornillo de sujeción trasera del motor. El silenciador o petaca se une a la pieza anterior mediante un muelle y al subchasis con un tornillo.




El estado no es nada bueno, pero al menos parece que no tiene picaduras. Ya veremos como se puede recuperar. Me llama la atención que no hay juntas por ningún lado. Mi Cota tenía juntas de goma en las uniones del colector y el silenciador y entre este y la petaca. Supongo que esta moto también las tendría en origen. Habrá que indagar.
Los guardabarros son sencillamente horribles. El delantero queda muy separado de la rueda y no me gusta como queda. El trasero es solo medio guardabarros y te deja toda la parte del motor sin proteger. Debe ser una gloria meterse en agua e ir mojando el motor y los pies por los talones. Bueno, es un modo de refrigerar.


Otra cosa que me da miedo cuando decape las capas de pintura es el manillar, que me da la impresión de que va a tener un aspecto impresionante para pintarlo otra vez, porque del cromado original no creo que le quede nada.


Y poquito a poco la moto se fue quedando en menos moto.


Mientras el sitio que le he adjudicado en la estantería de repuestos ha ido engordando.


Saqué la Sherpa para organizar un poco el taller y guardar todas las motos que estaban fuera



Y todavía pude darme cuenta de un par de detalles curiosos: Una tercera bujía, además de las dos que lleva en la culata, aparece anclada a la rejilla protectora del cárter, y tampoco se ha librado de la pintura roja.


Y el numero de serie aparece bastante borrado e incluso maltratado. A ver qué solución se le puede dar a esto. Por lo pronto no voy a chorrear el chasis, solo voy a decaparlo para no llevarme más material.


Y ahí se ha quedado la cosa. He guardado todo y me olvido hasta la semana que viene. Mi plan es acabar de desmontarlo todo y empezar por decapar el chasis, imprimarlo y pintarlo en gris. Después seguiré con la suspensión, las ruedas y el manillar para poder dejar la moto de pie y manejable, y finalmente me pondré con el motor y el sistema eléctrico.
La idea es dejar la moto tal que así:


Ya veremos lo que sale.
La vuelta, cuando apenas quedaba hora y media de sol, en la R100GS. A esa hora la temperatura era muy agradable. Al igual que a la ida, un par de radares, que se ve que estamos recaudando para la campaña de Navidad.
En Sevilla con los últimos rayos de sol. Una cena ligera y a la cama. He dormido como hacía años que no lo hacía. Las sábanas dicen que no me he debido mover en toda la noche.
Bueno, pues ya he encontrado los colores de la Sherpa. Resulta que el rojo es el Rojo Vallelunga EKB de Citroen o el Rojo Troya de SEAT, que se viene a corresponder con un RAL 3000, y el gris es el gris plata de Ecenarro SA o el esmalte nitroaluminio llantas 9240. Calculo que con un cuarto de cada tengo bastante.

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