Había quedado ayer con Spinner para que se viniese a Ronda y se fuese iniciando en la mecánica de estas motos, y de paso le hacíamos alguna de las cosas mas urgentes que necesita su nueva moto, una R65 de última serie, la "mono". Yo tenía la Sprint en Sevilla y me olía que íbamos a ir despacito, así que le propuse salir temprano para aprovechar el tiempo; habíamos quedado a las nueve menos veinte en la gasolinera de Montequinto, pero calculé mal y llegué diez minutos tarde; de todas formas son diez o quince minutos antes que cuando salgo solo desde casa. Apenas llevabamos ocho o diez kilómetros y ya nos habían pasado un montón de neveras, así que "pisando huevos" es rápido respecto a cómo íbamos. Ni preocupación porque pudieran existir radares, porque a esa velocidad, si nos paran es para multarnos por lentos. Bueno, por una vez que vayamos despacito... Llegamos a Ronda a las diez y media y nos pusimos a trabajar. Los planes eran que Spinner fuese haciendo cosas sencillas y yo le echaba una mano en las más complicadas, y mientras tanto yo le acababa de apañar a la R100RS el doble encendido para volverme con ella, y así lo hicimos: Manolo (Spinner) se puso a desmontar carburadores
Manolo, mientras tanto, había desmontado un carburador y andaba limpiandolo con brocha y petroleo.


A la vuelta, despues de un rato de charla, hicimos un ajuste estático del encendido en la R100RS, la arrancamos (a la primera despues del tiempo que lleva la pobre sin moverse) e íbamos a proceder a probar con la estroboscópica cómo se había quedado el encendido despues del apaño del mago Minchán, cuando vimos que tiraba aceite por el termostato. Motor parado y a ver qué pasaba. La tapa está rota. Es un tanto inexplicable para mí, porque no soporta ningun esfuerzo el material. Solo es una superficie plana contra otra superficie plana, pero ahí está: rota. A buscar una nueva o de segunda mano. Intenté, inutilmente, que no se saliese el aceite con un buen pegoton de Nural 60, y no tuve más remedio que resignarme a no coger la moto.

Una vez asumido el desengaño bajamos la R100RS de la mesa, subimos la de Spinner, que ya tenía los carburadores apañados (juntas, membranas, limpieza) y procedimos a montarlos. Todavia dieron un poco de guerra, tirando gasolina cuando no debían, pero con un par de ajustes quedaron bien. Mientras tanto, Mak le iba enseñando a Spinner cómo se hace un reglaje de valvulas.

Volvimos los tres juntos hasta Cuatro Mojones (para el Pera) donde nos separamos: Mak para Cádiz y nosotros para Sevilla. Para entonces Spinner ya le iba cogiendo el aire a su moto, que realmente anda muy bien, no tanto como mi R65, pero es que la mia tiene truco, y ya no tenía que ir pendiente del retrovisor. La única pega que tiene es que con esas gomas tiene una tendencia a no querer tumbar que me recuerda a la R100RS en sus inicios, antes de descubrir los Bridgestone BT45, que había que descolgarse hacia el interior de la curva, y una vez allí tirar de la moto para intentar tirarla, si no seguía recta. Total, que desde Cuatro Mojones (para el Pera) hasta Sevilla no tardamos mucho y no llegamos a pillar la pulmonía., aunque frio sí que pasamos. Para la próxima semana haremos alguna que otra cosa en la moto de Spinner e intentaré tener la pieza para la R100RS, aunque lo dudo.
Resumen: no hemos hecho gran cosa, pero ha sido muy agradable volver a ver a Enrique y conocer su moto, que ya tenía ganas. La moto de Spinner, con cuatro cositas, debe andar muy bien; no me importaría cambiarsela por mi R65 de carreras... ¿y si cuela?
Resumen: no hemos hecho gran cosa, pero ha sido muy agradable volver a ver a Enrique y conocer su moto, que ya tenía ganas. La moto de Spinner, con cuatro cositas, debe andar muy bien; no me importaría cambiarsela por mi R65 de carreras... ¿y si cuela?
No hay comentarios:
Publicar un comentario