martes, 9 de marzo de 2010

188.- UNA DE AGRADECIMIENTOS

Pues sí. Hoy toca dar gracias por muchas cosas. Sí, para empezar he tenido la tremenda suerte de volver a ver amanecer, y encima, al lado de quien más quiero. Para continuar he tenido la tremenda suerte de no acabar ayer el informe que estaba haciendo, porque con el nuevo día, y el estudio de nuevos documentos, todo hay que decirlo, he visto cosas que ayer no veía y que me han hecho dar la vuelta a las conclusiones. También, y esta es la parte que corresponde a este blog, tengo que dar gracias porque se me ha fundido la batería de la Sprint, y de esa manera le he tenido que poner una nueva. Ya, diréis, eso no es para dar gracias, más bien para cabrearse, pero es que me iba a ir en esta moto a final de mes a Portimao, y ya me diréis si no es mejor quedarse tirado en casa que en el extranjero, aunque el extranjero sea ahí al lado...
Ademas, tengo que darle las gracias a esa avería porque sé que si me hubiese ido a Ronda a cambiar de moto por la tarde, como tenía pensado, habría llegado a las tantísimas porque habría intentado hacer en una tarde lo que no he hecho en tres semanas, aunque eso si, de romperse la batería allí, no me habría quedado tirado.
Más agradecimientos: a Albea porque me han buscado una batería igual a la que tenía puesta, me la han preparado en un momento, me han dejado veinte minutos de carga tomándome una cerveza con mis amigos mientras recogía electrones y encima no ha sido cara (45 euros). A efectos estadísticos, la batería, una Yuasa, ha durado tres años y tres meses; lo que dura una batería, me han dicho en Albea...

Para continuar con los agradecimientos, MUCHISIMAS GRACIAS a Carmen y a Manolo, porque me han acompañado desde el principio de la avería, me han empujado para intentar lo imposible, un arranque en esta moto sin batería, me han ayudado a desmontar media moto, sí, media moto, que ella es así, para sacar la batería fundida, me han ayudado a volver a montarla y encima hasta han pagado alguna que otra cerveza, y todo con cara de no tener que irse a pesar de mi insistencia.
Finalmente, cuando he llegado a casa, desechado ya cualquier intento de irme a Ronda a cambiar de moto, me encuentro con que he hecho bien, porque Javier Minchán me ha mandado un paquetito que contiene, ni más ni menos, que, el bote del encendido de la R100RS trucado por él mismo, el mago Minchán, así que de haberme escapado esta tarde me habría dado coraje no haber podido montarlo y cerrarle esa pequeña herida que tiene abierta la R100RS en su pecho de aluminio.
Así, pues, Carmen, Manolo y Javier, os debo una y bien grande. ¡Muchísimas gracias! Y pensar que anteayer, sin ir más lejos, me estaba arrepintiendo del doble encendido... ¡soy un medianenaza!

No hay comentarios: