martes, 3 de febrero de 2009

107.- ESTRENO DE MAYA ¡POR FIN!

Pues si, ayer me asomé al meteored y ví un clarito en el panorama meteorológico, así que me decidí y en cuanto salí del trabajo me fui a casa, me vestí adecuadamente, cogí la BMW y me fui a Ronda.
Hay quien no entiende estas cosas, pero es que llevaba tres meses largos esperando este momento.
No me cayó ni una sola gota de agua, y a las 16,30 estaba cambiando de moto. Me abrigué a conciencia porque todavia recuerdo el frio que se pasaba en las motos sin carenado, y porque la visión de la sierra nevada no auguraba calorcito precisamente, por más que la ida hubiera sido agradable; ya se sabe, la BMW tiene calefacción en los pies y una protección aerodinámica envidiable. La Honda arrancó sin problemas y me fui a la gasolinera mas cercana a llenar el depósito.
Los primeros kilómetros fueron de acostumbrarmiento mutuo, especialmente mio, que Maya se acostumbra rápido, y más aún a la postura: cuerpo erguido, pies adelantados y brazos altos y muy abiertos. Una postura muy cómoda para callejear porque te permite mover con facilidad el manillar, pero muy poco para rutear. Lo primero que he notado en esta moto es que va muy bien llevándola en bajos; hasta las 5000 rpm es muy agradable de llevar, sin vibraciones y respondiendo medianamente bien a los requerimientos de aceleración, pero a partir de 120 km/h se nota la ausencia de carenado, y no solo por el frio, sino porque te hace trabajar músculos que habitualmente ni se coscan en las otras motos mas deportivas. Así, grosso modo, y teniendo en cuenta donde tengo agujetas hoy, yo diría que los músculos que más se trabajan en esta moto son los de la nuca, los abdominales, los lumbares, los flexores de ambas manos y los adductores del muslo; todo ello para oponerse a la fuerza del viento, que tiende a arrancarte la cabeza, a abrirte las piernas y a echarte de la moto por atrás.

En curvas se comporta medianamente bien; se deja llevar, es noble y no hace cosas raras a pesar de que las gomas, especialmente la trasera, estan pidiendo un cambio inmediato. Supongo que cuando le ponga las Bridgestone BT45 (las mismas que llevo en la BMW) mejorará ostensiblemente.
En rectas es otra cosa; uno busca infructuosamente cómo protegerse del empuje del viento: que si esconder el brazo izquierdo, que si agachar la cabeza, que si sentarse en el asiento del pasajero y poner los pies en las estriberas traseras... pero nada, no hay manera de librarse del viento más que aflojando la marcha.
Las suspensiones son muy duras, tanto la delantera como la trasera, asi que el confort disminuye notablemente en zonas bacheadas.
La frenada es buena; intermedia entre la BMW y la Triumph, pero supongo que debe mejorar un poco cuando acabe de rodar las pastillas delanteras (en esta carretera, dado que me la conozco muy bien, apenas uso el freno). Cuando se pasa de las 5000 rpm tiene un comportamiento más japo. Va uno acostumbrado a ir a 4000-5000 rpm, incluso echando de menos una sexta velocidad para seguir a esas vueltas, pero este motor empieza a respirar bien a partir de esa zona; lo queramos o no, es una japo, una cuatro cilindros que va mejor en altas que en bajas, asi que a unas 7000-8000 rpm ya se le nota bastante carácter, y llega a velocidades muy incómodas para ir sin protección del viento, lo que te obliga a volver a la zona media del cuenta vueltas. La velocidad punta es de sobra de cárcel, asi que mejor no llegar a ella, no vaya a ser que el amigo Pera se incomode.
Todos los mandos están duros, demasiado duros para lo suave que es la moto en general, pero se han ido suavizando con el uso. Supongo que se debe al tiempo que ha estado en reposo forzoso. De todas formas no le irá mal un poco de lubricante de silicona a los mandos de luces, intermitentes, etc.
Tiene un incomodísimo y peligrosísimo ángulo muerto en el espejo izquierdo que me va a obligar a ponerle un espejito de esos pequeños para aumentar la visibilidad. El espejo derecho sí tiene buena visibilidad.
A las seis y cuarto de la tarde estaba de vuelta en Sevilla y sin muchas ganas de seguir montando en moto, pese a lo cual fui a dar un paseo con mi mujer.

Aproveché para enseñarle la moto a Miguel, que no quiso probarla mas que en parado. ¡Él se lo pierde!

Y con eso acabó el dia. A las once estaba en la cama totalmente hecho polvo. He dormido del tirón hasta las siete y tengo agujetas hasta en el carnet de identidad. Esta moto, indudablemente, no es una buena viajera ¿o será que yo ya estoy mayor? Seguiremos probando, pero me parece que la segunda opción es la correcta.

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