Como decía días atrás, la BMW no iba bien; bueno, en realidad quiero decir que no iba perfecta, porque bien va siempre. Por un lado cargaba poco la batería y por otro no acababa de frenar bien de detrás. Vamos por la parte eléctrica: Había revisado el alternador y la cosa iba igual, así es que consulté en bmwmotos.com y me aconsejaron cambiar el regulador de carga. Le pedí uno a maxboxer y me lo mandó de inmediato, de forma que ayer pude cambiarlo. El cambio es muy sencillo: solo hay que quitar el depósito para acceder con facilidad al regulador, que está a la derecha de la barra principal del bastidor. Ya de paso aproveché para ver que tal le quedaría un deposito aleman a una japo, y este es el resultado: parece una muscle bike.
Abrimos el viejo regulador para ver qué demonios tiene ese aparatito, y nos quedamos a dos velas: un circuito impreso con cosas pegadas con estaño. Mejor volver a ponerlo todo como estaba. Que no se note ni que lo hemos abierto.
Así, pues, colocamos el regulador nuevo en el lugar que ocupaba el otro y lo enchufamos. Probamos el motor, aun sin depósito, que para eso queda algo de gasolina en los carburadores, y funciona. A ver si es verdad que era esto lo que estaba averiado y no hay que cambiar nada mas. Por si acaso guardo el regulador viejo, por si no fuera tan viejo, que con estas cosas de la electricidad todavía no me aclaro muy bien.Lo que no sabe, o quizás sí, porque ese es asiduo del blog, es que las faldas que se llevan esta temporada son de color negro satinado (titanlac, mas concretamente). Bueno, dejo de desvariar y me vuelvo al montaje de la parte inferior de los carenados: es un autentico rollo, porque hay que desmontar y después volver a montar los escapes y las barras protectoras. Quitar los escapes no debería ser muy complicado; total, es solo la tuerca esa que requiere una herramienta rara... Pues si y no, porque aunque quites la tuerca no van a salir si no quitas la sujeción que tienen al chasis debajo del motor, y aun así no te va a resultar fácil sacarlos si no quitas los silenciadores. Total, que te desmontas todo el sistema de escape y ademas tienes que ir golpeando con un mazo de goma, dulce y alternativamente, uno y otro escape para conseguir sacarlos.
Una vez quitados el escape y los protectores, se pasa este último por los agujeros ad hoc del carenado y se vuelve a colocar en su sitio. No colocamos el tubo de escape porque aun tenemos que repetir la operación en el otro lado.
Ademas, con este diseño parece que no lleva falda, con lo que se acentúa el efecto: la lleva pero parece que no... ¡Dios mio, que perversión!Con respecto al segundo problema que refería al inicio de esta entrada, el de poca frenada trasera, el arreglo ha sido sencillísimo, y el diagnóstico de pura chamba: poniendo el silenciador derecho he tocado la rueda trasera y he notado que se movía ¡claro, si no cómo va a andar! No, entiéndaseme: se movía en el plano sagital, es decir que si te pones en posición de conducción la rueda se mueve a ambos lados. Eso se debía, ni mas ni menos, a que la tuerca del eje estaba un poco floja; lógicamente, cada vez que se movía un poco la rueda, la pinza de freno perdía presión. Solo ha habido que apretar adecuadamente la tuerca para que la frenada vuelva a ser lo efectiva que era antes. No; no he corrido ningún peligro por que se fuese a salir la rueda, ya que el eje está aprisionado, y aun sin la tuerca no se saldría de su sitio, y consecuentemente, tampoco la rueda.
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