domingo, 26 de octubre de 2008

83.- BMW: REGULADOR DE CARGA Y PUESTA DE LARGO

Como decía días atrás, la BMW no iba bien; bueno, en realidad quiero decir que no iba perfecta, porque bien va siempre. Por un lado cargaba poco la batería y por otro no acababa de frenar bien de detrás. Vamos por la parte eléctrica: Había revisado el alternador y la cosa iba igual, así es que consulté en bmwmotos.com y me aconsejaron cambiar el regulador de carga. Le pedí uno a maxboxer y me lo mandó de inmediato, de forma que ayer pude cambiarlo. El cambio es muy sencillo: solo hay que quitar el depósito para acceder con facilidad al regulador, que está a la derecha de la barra principal del bastidor. Ya de paso aproveché para ver que tal le quedaría un deposito aleman a una japo, y este es el resultado: parece una muscle bike.

A lo que íbamos: una vez quitado el depósito, desenchufamos el regulador y quitamos los dos tornillos que lo sujetan al chasis.

Lo ponemos al lado del nuevo para admirar cómo en tan solo 25 años se ha reducido el tamaño de los componentes electrónicos a la mitad. La próxima vez que haya que cambiarle el regulador a mi moto, cosa que hará mi hijo cuando esté a punto de ser abuelo, tendrá el tamaño de un sello de correos.

Abrimos el viejo regulador para ver qué demonios tiene ese aparatito, y nos quedamos a dos velas: un circuito impreso con cosas pegadas con estaño. Mejor volver a ponerlo todo como estaba. Que no se note ni que lo hemos abierto.

Así, pues, colocamos el regulador nuevo en el lugar que ocupaba el otro y lo enchufamos. Probamos el motor, aun sin depósito, que para eso queda algo de gasolina en los carburadores, y funciona. A ver si es verdad que era esto lo que estaba averiado y no hay que cambiar nada mas. Por si acaso guardo el regulador viejo, por si no fuera tan viejo, que con estas cosas de la electricidad todavía no me aclaro muy bien.

Hecho esto, y teniendo en cuenta que ya toca el cambio de hora, es conveniente ponerle las faldas largas a la BMW, con lo que imagino que el amigo Joeseph ¡hola, Jose Maria! se quedará contento, que cada vez que me ve me lo dice: estaría mejor con las faldas largas...
Lo que no sabe, o quizás sí, porque ese es asiduo del blog, es que las faldas que se llevan esta temporada son de color negro satinado (titanlac, mas concretamente). Bueno, dejo de desvariar y me vuelvo al montaje de la parte inferior de los carenados: es un autentico rollo, porque hay que desmontar y después volver a montar los escapes y las barras protectoras. Quitar los escapes no debería ser muy complicado; total, es solo la tuerca esa que requiere una herramienta rara... Pues si y no, porque aunque quites la tuerca no van a salir si no quitas la sujeción que tienen al chasis debajo del motor, y aun así no te va a resultar fácil sacarlos si no quitas los silenciadores. Total, que te desmontas todo el sistema de escape y ademas tienes que ir golpeando con un mazo de goma, dulce y alternativamente, uno y otro escape para conseguir sacarlos.

Las barras protectoras son otra cosa: es dificil sacarlas y es dificil montarlas, mas que nada porque las abrazaderas que tienen se han modificado en sus formas con los aprietes, los esfuerzos soportados, etc, y hay que volver a ponerlas en su forma adecuada para que sea factible colocar los tornillos de sujeción. Especialmente difícil es colocar la sujeción inferior de la derecha que está medio tapada por los latiguillos del radiador de aceite. Para facilitar la operación lo mejor es aflojar un poco, moverlos hasta que permitan meter la llave y los dedos, y volver a apretarlos para no perder aceite. Hay que acordarse después de volver a ponerlos en su posición habitual para evitar sobreesfuerzos de los materiales.
Una vez quitados el escape y los protectores, se pasa este último por los agujeros ad hoc del carenado y se vuelve a colocar en su sitio. No colocamos el tubo de escape porque aun tenemos que repetir la operación en el otro lado.

Repetimos la operación en el otro lado y así tenemos la falda completa puesta. Ahora hay que poner todas las grapillas y tornillos que sujetan el carenado y colocar la rejilla del carenado que permite la ventilación del cárter del alternador, que posiblemente se llamará de otra forma, pero yo no me la sé.

Finalmente colocamos los tubos de escape y los silenciadores y ya tenemos a la señorita vestida de otoño-invierno y dispuesta a llevarnos a todas partes con calefacción en los pies.

Ademas, con este diseño parece que no lleva falda, con lo que se acentúa el efecto: la lleva pero parece que no... ¡Dios mio, que perversión!
Con respecto al segundo problema que refería al inicio de esta entrada, el de poca frenada trasera, el arreglo ha sido sencillísimo, y el diagnóstico de pura chamba: poniendo el silenciador derecho he tocado la rueda trasera y he notado que se movía ¡claro, si no cómo va a andar! No, entiéndaseme: se movía en el plano sagital, es decir que si te pones en posición de conducción la rueda se mueve a ambos lados. Eso se debía, ni mas ni menos, a que la tuerca del eje estaba un poco floja; lógicamente, cada vez que se movía un poco la rueda, la pinza de freno perdía presión. Solo ha habido que apretar adecuadamente la tuerca para que la frenada vuelva a ser lo efectiva que era antes. No; no he corrido ningún peligro por que se fuese a salir la rueda, ya que el eje está aprisionado, y aun sin la tuerca no se saldría de su sitio, y consecuentemente, tampoco la rueda.

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