He aprovechado los dias previos al final de año, aprovechando las vacaciones, para quedarme unos dias en Ronda y arreglar algunas cosillas de la BMW que estaban requiriendo mi atención.
Para empezar, y aprovechando que el motor estaba totalmente frío, le hice un reglaje de válvulas como Dios manda. A continuación desmonté las barras protectoras y los carenados inferiores para darles un repasillo. Y la verdad es que me gusta como queda la moto sin él. Es una idea a considerar en el futuro: quitárselos.
Aparte de muchisima porquería acumulada por lo dificil del acceso, el carenado presentaba algunos desperfectos, del que el mas notable era la rotura de uno de los tetones donde va alojado uno de los tornillos de la fijación inferior, lo que hacía que vibrase el carenado en esa zona produciendo un ruido desagradable.
La reparación ha consistido en eliminar toda la porquería y los restos del tetón y fabricar uno nuevo con una resina de dos componentes en la que he embutido la tuerca. Ha quedado bastante bien. Ademas, he aprovechado para reparar otros cuantos desperfectos que presentaba, asi como para reforzar algunas zonas agrietadas.
Para acabar he pintado el interior en negro mate, aunque en la foto se ve brillante porque hice la foto sin esperar a que se secara, y así se le notará menos la roña cuando la vaya pillando ;-)
Y aprovechando que tenía el bote de pintura en la mano, he desmontado la tapa del cárter anterior, la he lijado con un cepillo de púas para que agarre bien la pintura, y le he dado sus dos manitas reglamentarias de negro mate. Queda bastante bien, la verdad.
La barra protectora del lado derecho estaba rota en la fijación inferior, asi que la he soldado. A pesar de mi mala fama como soldador creo que no me ha quedado demasiado mal, y si no se cree, júzguese por la foto.
Ademas, le faltaba un tornillo a la abrazadera superior, que lo he repuesto, con lo que queda todo como de fábrica, o incluso mejor.
Volver a montarlo todo, y a rodar. Por cierto, que pedazo de puesta a punto le he hecho: ni un ruido, ralentí perfecto a 750 rpm en frio... un gustazo montarla.
Y aprovechando que Manolo (el Marco Polo de Ducati) y Carmen habían venido de visita (me pillaron a falta de colocar los últimos cinco tornillos del carenado) nos fuimos de paseo hasta Atajate, por la carretera de Algeciras, muy recomendable para los amantes de las curvas, donde nos tomamos un pequeño refrigerio. Volvimos a Ronda, donde nos tomamos otro pequeño refrigerio en la puerta del Almocábar (esto de los pequeños refrigerios empieza a ser un vicio).
Y acabado este segundo refrigerio bajamos a los Molinos del Tajo a hacernos la foto clásica con el Puente Nuevo a las espaldas. Despedida, besitos, vosotros a Sevilla, nosotros a casita, que hace frío y mañana tengo que acabar la faena lavando la moto con un cubito de hielo, que es lo que sale de la manguera a las nueve de la mañana. ¡Puñetero frío!
Aparte de muchisima porquería acumulada por lo dificil del acceso, el carenado presentaba algunos desperfectos, del que el mas notable era la rotura de uno de los tetones donde va alojado uno de los tornillos de la fijación inferior, lo que hacía que vibrase el carenado en esa zona produciendo un ruido desagradable.
La reparación ha consistido en eliminar toda la porquería y los restos del tetón y fabricar uno nuevo con una resina de dos componentes en la que he embutido la tuerca. Ha quedado bastante bien. Ademas, he aprovechado para reparar otros cuantos desperfectos que presentaba, asi como para reforzar algunas zonas agrietadas.
Para acabar he pintado el interior en negro mate, aunque en la foto se ve brillante porque hice la foto sin esperar a que se secara, y así se le notará menos la roña cuando la vaya pillando ;-)
Y aprovechando que tenía el bote de pintura en la mano, he desmontado la tapa del cárter anterior, la he lijado con un cepillo de púas para que agarre bien la pintura, y le he dado sus dos manitas reglamentarias de negro mate. Queda bastante bien, la verdad.
La barra protectora del lado derecho estaba rota en la fijación inferior, asi que la he soldado. A pesar de mi mala fama como soldador creo que no me ha quedado demasiado mal, y si no se cree, júzguese por la foto.
Ademas, le faltaba un tornillo a la abrazadera superior, que lo he repuesto, con lo que queda todo como de fábrica, o incluso mejor.
Volver a montarlo todo, y a rodar. Por cierto, que pedazo de puesta a punto le he hecho: ni un ruido, ralentí perfecto a 750 rpm en frio... un gustazo montarla.
Y aprovechando que Manolo (el Marco Polo de Ducati) y Carmen habían venido de visita (me pillaron a falta de colocar los últimos cinco tornillos del carenado) nos fuimos de paseo hasta Atajate, por la carretera de Algeciras, muy recomendable para los amantes de las curvas, donde nos tomamos un pequeño refrigerio. Volvimos a Ronda, donde nos tomamos otro pequeño refrigerio en la puerta del Almocábar (esto de los pequeños refrigerios empieza a ser un vicio).
Y acabado este segundo refrigerio bajamos a los Molinos del Tajo a hacernos la foto clásica con el Puente Nuevo a las espaldas. Despedida, besitos, vosotros a Sevilla, nosotros a casita, que hace frío y mañana tengo que acabar la faena lavando la moto con un cubito de hielo, que es lo que sale de la manguera a las nueve de la mañana. ¡Puñetero frío!
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