miércoles, 26 de diciembre de 2007

22.- LAVATE LAS MANOS DESPUES DE TRASTEAR EN LA MOTO

Después de trastear con la moto se nos suelen quedar las manos bastante guarrillas, y aunque hay en el mercado algunas pastas limpiadoras y detergentes "por un tubo", también podemos lavárnoslas con nuestro propio jabón, es decir, con jabón fabricado por nosotros, que ademas de ser muy barato nos permite reciclar los aceites (los comestibles, no los del motor) usados en casa.
El método es muy sencillo: consiste en recoger en un bote todos los residuos de aceite y grasas en general (vegetales y animales) hasta que completemos una cantidad determinada, digamos por ejemplo, que un litro. Una vez obtenida esta cantidad de grasas la calentamos para licuar las solidas y la filtramos por un colador para quitar las impurezas. A continuación preparamos en un recipiente grande (una olla vieja o un cubo pueden servir) la misma cantidad que de aceite, pero de agua (un litro en nuestro caso) y le añadimos sosa caustica en una proporción de 134 gramos por litro. Una vez bien disuelta la sosa caustica empezamos a añadir las grasas poco a poco y vamos removiendo continuamente siempre en el mismo sentido. Veremos que se nos va formando poco a poco una especie de nata que no es más que el jabón.
Ahora solo nos queda plantearnos cómo pasar la mañana o la tarde mientras seguimos moviendo siempre en el mismo sentido nuestro potingue. Una buena opción puede ser ponerse las carreras del ultimo domingo o una buena película, ya que aproximadamente es el tiempo que se tarda en lograr que se "cuaje" toda la mezcla. Puede suceder que a pesar de mover la mezcla durante mucho tiempo no se nos forme jabón; decimos entonces que se ha cortado el jabón. La solución es calentar la mezcla un buen rato, sin llevarla a ebullición, y continuar con el movimiento. Si queremos acelerar la formación de jabón podemos usar una batidora minipimer o similar.
¿Y hasta cuando hay que seguir moviendo? Pues hasta que la mezcla, que cada vez se hace mas espesa, no se nos quede pegada al palo que estemos usando para moverla, lo que podemos ver en las dos fotos siguientes: en la de la izquierda al sacar el cucharon el jabón se queda pegado, en tanto que en la segunda resbala completamente dejándolo casi limpio.
Una vez que nos ocurra esto es el momento de preparar un molde. A mi me gusta usar uno de madera, como una caja de vinos, pero puede servir perfectamente cualquier otro (un recipiente de plástico por ejemplo).
Pero antes de verterlo en el molde, y como este jabón suele tener un olor no especialmente agradable, conviene añadirle algo que le dé un olor o un aspecto mejores. Si se le quiere dar color lo mejor es añadirle tinta de pluma estilográfica, y para darle buen olor la cosa es bastante mas difícil. Hay quien usa aromas de esos que se usan para quemar, quien le echa colonia, etc. Yo prefiero hacer unas ralladuras de limón o de naranja y añadírselas a la mezcla, con lo que consigo, por un lado darle un aspecto mas atractivo al jabón sin usar colorantes, y por otro lado quitarle el poco agradable olor a jabón y darle un poco de aroma a naranja mucho mas gustoso.
Una vez vertido en el molde solo nos queda esperar uno o dos días a que se solidifique y desmoldarlo, con lo que obtendremos una magnifica barra de jabón.
Podemos guardarla como tal y cortar pastillas cuando nos vayan haciendo falta, pero es mucho mejor cortarlas desde un principio y dejarlas madurar ya cortadas. Aunque el jabon se puede usar desde este momento, es mejor esperar que madure una temporada, digamos que una o dos semanas, aunque no le pasará nada por madurar varios años; es más, será un jabón cada vez mejor, como los buenos vinos.
Y con esto ya tenemos un magnifico jabón para lavarnos las manos después de trastear en la moto. Por cierto: también es un excelente limpiador de motos, especialmente de las partes que mas porquería acumulan como el motor, las llantas, etc.

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