domingo, 29 de diciembre de 2013

330.- UN PASITO MÁS, AUNQUE HASTA AHORA ES TODO POCO LUCIDO

Ayer me fui a Ronda esposado, y no, no es que me haya llevado así la benemérita por mi mala conducta, sino que me fui con mi esposa, como en los viejos tiempos, Tal vez por eso, en vez de llegar a las nueve y media o las diez llegué a las 11; o tal vez no fue por eso, sino porque llevaba la R1100S y ya se sabe, esa moto anda poquito.
El caso es que aunque un poco tarde, me pude poner a hacer un par de cosas, al menos, en la Sherpita, porque, ahora que lo pienso, tengo algunas cosas que hacer en algunas de mis motos, como por ejemplo cambiar la goma trasera de la R80ST y de la R100GS y pasarle la ITV a ambas, que ya me lo avisó la amiga Seguí hace unos días en sendas cartas de esas que nos han mandado desde la DGT a todos los que tenemos motos viejas. Es curioso, pero pensaba que estaba al día y resulta que no. Lo mismo es que con eso de que nos avisan, esta vez no me han avisado, porque lo que es yo, tengo mis compromisos burocráticos la mar de bien cumplidos, pero bien puede ser que acostumbrados a que nos avisen para ir a pagar el óbolo bianual, esta vez se hayan olvidado y por tanto yo tampoco me haya enterado. Otra cosa que tengo pendiente es abrir el cuenta kilómetros de la otra R80, la R, porque la última vez marcaba lo que le daba la gana, y lo mismo me marcaba 20 a 120 que 40 a 60, y así no se puede ir por el mundo. También queda por apañar el zocalito de los chivatos que está medio suelto y va sonando y llamando la atención, al menos la mía. A ver si el próximo día me pongo con todo esto.
Bueno, y vamos a lo que vamos, a lo que hice ayer: para empezar, me he buscado una tapa de embrague. No es del mismo modelo, pero sirve perfectamente, y como está más evolucionada, pues mejor que mejor. Así me da lugar a ponerme a reparar la otra sin preocuparme porque el embrague vaya a estar seco. Encaja perfectamente, como se puede ver. Es una pequeña fullería, espero que provisional, en tanto apaño la suya, que, por cierto, además tiene un magnifico porrazo debajo de la zona que tiene pintada en negro, con todo el carter hundido y cascado.


Bajo la tapa el embrague y el plato de inercia, como debe ser. Al embrague hay que cambiarle los discos, que aun no me habían llegado al tiempo de hacer la foto, que si no ya estaban puestos. Lo demás parece que esta bien. Ya comprobaré el próximo día, cuando saque el embrague.


Antes de abrir el lado izquierdo quité la leva del embrague, también pintada en negro, supongo que para evitar la oxidación, porque lo que es estéticamente, queda como para vomitar.


Le di un pequeño repaso, dejándola en condiciones más presentables, y la guardé en la cajita donde tengo el carburador, las palancas de arranque y cambio, etc.


A continuación, y para ir ganando tiempo, pensé en llevarme el asiento para tapizarlo a Sevilla. Lo desmonté del depósito, con lo que volví a ver el aspecto que tenía aquello por debajo ¡deplorable!


Quité las dos tuercas que aun le quedaban, lo envolví en una bolsa y lo guardé en la maleta de la R100RS. El lunes se lo llevaré al tapicero. El depósito está pidiendo un arreglo, así que también le daremos un poco por la parte de abajo.
La tapa del volante magnético tiene bastante mejor pinta que la del otro lado, tanto por fuera como por dentro.


Y dentro, lo que era de esperar, el plato magnético y el piñón de arrastre. Tampoco tienen mal aspecto.


Bien, hasta aquí todo va dentro de lo normal, de manera que lo dejo todo preparado para el próximo día, cuando tenga los discos de embrague nuevos y me voy al pistón. Lo primero es sacarlo, y para eso tengo que quitar el circlip que sujeta el bulón.


Con una llave de vaso de tamaño adecuado y unos golpecitos, previo calentamiento del pistón, porque estaba duro de verdad, conseguí extraer el bulón.


Todo estaba bastante lleno de residuos de carbonilla y aceite, e incluso los segmentos, una vez que se aflojaron ya no quisieron entrar otra vez en su sitio porque la carbonilla se lo impedía. Yo no me acuerdo muy bien del aspecto de los motores de dos tiempos, pero diría que éste iba con la mezcla muy gorda y con una mala combustión de mucho cuidado. A ver si soy capaz de corregirlo.



Los segmentos están dentro de tolerancia, como puede verse en esta foto, en la que está alojado dentro de la camisa..


Estos segmentos de dos tiempos tienen una postura determinada de colocación en el pistón a fin de evitar que se enganchen en las ventanas de los transfers con los movimientos del pistón y se rompan. La postura nos la determina un pequeño saliente en cada uno de los surcos del pistón donde se encajan las dos puntas del segmento.


Y haciendo tonterías con los segmentos, intentando limpiar el surco, se me rompió uno, de forma que segmentos nuevos.
El pistón, una vez limpio se quedó la mar de bien, como puede verse.


Lo medí y el diámetro mínimo obtenido fue de 83,93 mm, es decir, que ha perdido 0,07 mm de la medida original de 84 mm.


La camisa, por su parte, la medí de mala manera, porque para medirla correctamente haría falta un comparador de interiores y no lo tengo, pero me da en la parte superior, que teóricamente debe tener más desgaste, un máximo de 84,01 mm, frente a los 84 mm que debería tener originalmente. Según esto, y de acuerdo con las tablas de tolerancia que he podido pillar por internet, aunque la verdad es que no hay mucha información técnica sobre este modelo, se encuentran dentro de tolerancia, ya que el límite entre pistón y camisa debe ser inferior a 0,14 mm y según mis medidas se encuentra en 0,08 mm, así que no hay que cambiar el pistón, aunque los segmentos sí, pero no porque estuvieran fuera de tolerancia, que también estaban buenos, sino porque soy un manazas y me he cargado uno.


El cojinete superior de la biela también está en buen estado. Solo ha hecho falta limpiarle un poco los residuos y volver a colocarlo en su sitio.


Y ahí se quedó todo el trabajo contable, porque que no se pueda contar hay varias horas de cepillado de las aletas de cilindro y culata para acondicionamiento de las mismas previo al pintado, pero eso no se cuenta. Todavía me duelen las articulaciones del dedo gordo de la mano derecha de darle al cepillito.
Total que vuelvo a dejarlo todo medio empantanado para el próximo día.


A ver si soy capaz de darle un buen empujón al motor y dejarlo preparado totalmente a la espera de pulido de cárteres y colocación del cilindro, porque esto, debido a la pintura y a que no tengo los segmentos, va a tardar un poquito más. 

miércoles, 18 de diciembre de 2013

329.- EL MOTOR DE LA SHERPA A LA MESA. EMPEZAMOS LO SERIO.

Segunda semana seguida en que sorprendo al sol levantándose en Utrera, para que no hagáis caso de aquello de que salga el sol por Antequera. Pues eso, que estoy madrugando más para aprovechar un poco los días tan cortos que tenemos en esta época. Afortunadamente cortos, pero con una temperatura muy buena, así que me he plantado en Ronda con la R65 la mar de a a gusto, y es que esa motillo con todo lo chica que es anda muy bien. Le falta un poquito de par para no tener que preparase los adelantamientos, pero en cuanto alcanza su velocidad de crucero, que es bastante buena como para ponerla aquí, va como una seda. Y encima es que está preciosa. El otro día le decía a mi amigo Miguel que me hacen la ola por la calle, y es verdad, es una moto que va dejando caras vueltas a su paso.
Bueno, vamos a lo que vamos que me desvío. A las nueve y poco estaba en Ronda. El plan era no hacerle nada a ninguna de mis motos, y no porque no haya que hacerles cosas, que siempre tienen algún remiendo pendiente, sino porque quería sacar el motor de la Sherpa para empezar a planificar lo que tengo que pedir, que me imagino que no será poco.
Para empezar vamos a liberar el motor de la cadena de transmisión secundaria. Localizo el eslabón de enganche que no es fácil de localizar habida cuenta de la cantidad de porquería que tiene la cadena (para el 
que tenga dificultades para verlo, es el que está dentro del círculo amarillo)


Con unos alicates desplazamos el clip de cierre de seguridad


y ya tenemos abierta la cadena. 


Por si acaso sirviera la meto en un plato con queroseno para limpiarla a conciencia.


Ah, antes de meterle mano a algo hay que documentarse un poco sobre como van las cosas. He encontrado el despiece de esta moto, que si bien no lo es todo, ya que faltan todos los datos técnicos, algo sí que orienta.



Y ya que está liberado el motor de la cadena de transmisión solo queda liberarlo de las sujeciones al chasis. Son tres tornillos: uno delante y dos detrás del motor.




Ya solo queda tirar del motor hacia arriba, y sacarlo, con lo que dejamos al chasis casi pelado.


No le quito las ruedas ni el manillar porque me sirven para moverlo mas fácilmente, que en la Guarida empieza a haber problemas de espacio, de ahí que quiera desprenderme de dos o de tres motos, aparte de que hay planes de nuevas adquisiciones y hay que hacer sitio.


Nada más poner el motor en la mesa me doy cuenta de que acabo de darle un palizón a la espalda, pero además ya empiezo a ver que hay tarea. De todas formas, los grandes problemas no son más que un montón de problemas pequeños, así que empezamos por los problemas pequeños y ya veremos como queda todo al final.


Así, a simple vista. solo se ven mucha mugre, algunas aletas dobladas, las cabezas de los tornillos totalmente oxidadas, arañazos, golpes, etc. Nada que no hubiera visto antes.
Empiezo por quitar el carburador. Dos tuercas lo sujetan a la tobera de admisión y no es facil quitar las tuercas, especialmente la del lado izquierdo, porque el cebador no deja sitio para maniobrar los dedos con facilidad. Tampoco es que sea una tarea imposible, pero, vamos, que he visto tuercas más facilitas de sacar.



Entre la tobera de admisión propiamente dicha y el carburador se interpone una gruesa junta de goma cuya misión es aislar un poco de la temperatura al carburador. A continuación saqué también la tobera quitando las cuatro tuercas que la sujetan al cilindro


y me llevé el resto del motor, previo taponamiento de la entrada, a la calle para darle un petroleado, porque el aspecto era totalmente innoble. Mi espalda volvió a agradecerme el viaje a pesar del peso que le había quitado.


Una vez medio limpio el motor se aprecia el numero de idem, o mejor dicho, no se aprecia. Yo no sé si esta moto ha sido robada o qué, porque que no se vea el numero de bastidor a lo mejor ha sido por un accidente tras un granallado agresivo, pero que tampoco se vea el de motor, y ademas es que ambos parecen martirizados como para intentar esconderlos. No sé, tendré que preguntarle a Carlos de donde ha sacado esta moto.


Ya que estaba petroleando aproveché para quitarle un poco de porquería al chasis.


Aunque no lo parezca, algo salió, y lo que no, se reblandeció un poco para la próxima.
Al darle la vuelta al motor para limpiar los bajos me encuentro otra sorpresita: el tornillo de vaciado del cárter del embrague está totalmente inhabilitado y a su lado se ha practicado un orificio pequeño al que se le ha taladrado una rosca, colocándose un tornillo que hace las veces de orificio de vaciado. La verdad es que no pierde aceite por ahí, pero no es lo más propio. Ya veremos si le doy algún tipo de solución cuando desmonte la tapa o lo dejo así. Lo mas probable es que hayan pasado la rosca del tornillo original, lo que podría arreglarse bien con un helicoil o bien ampliando el orificio y poniendo una nueva rosca, o yo qué sé. Ya veré cuando lo desmonte.



Dejé el motor vaciándose lentamente, ya que el orificio no da para mucho caudal y me fui dentro a trabajar sobre el carburador.


La tobera se mostró bastante agradecida nada más darle un poco de cepillado con queroseno.


Desmonté todo el carburador, que no tiene una tecnología muy avanzada; es un poco mas sofisticado que el tarrito de perfume de plástico que usaban nuestras madres para pringarnos de agua de colonia "fresca" cuando eramos chicos.


Lo limpié todo concienzudamente, soplando todos los orificios y gicleurs, lo sequé bien y lo volví a montar.



Lo uní a la tobera de admisión


Y lo guardé en una cajita junto con la palanca de arranque y la de cambio, que había retirado y limpiado un poco antes, a la espera de nuevo montaje. Ya hay una pieza que necesito: la goma que une el carburador al filtro del aire, que ne modo alguno es la que tenía puesta esta moto, que quedaba holgada por todas partes y con entradas de aire falsas.


Estas piezas no han quedado mal. Pueden montarse sin necesidad de nada más. Tienen algunos arañazos, especialmente las palancas, pero no son nada del otro mundo.
A continuación me fui a darle una nueva mano de pintura anticalórica a los escapes.


No, no se han quedado de color chocolate, sino negro, pero en esta foto salen así. La pintura es anticalórica hasta 600 ºC de buena calidad.
Mientras se secaba volví a llevar otra vez el motor a la mesa de trabajo, cosa que nuevamente me agradeció mi espalda, especialmente al levantarlo del suelo, e intenté ver cómo estaba puesto aquel nuevo orificio de drenaje.


Le han puesto un pegotón de algún plástico. Habrá que investigar por dentro a ver qué se puede hacer, aunque la solución más sencilla sería encontrar una tapa de cárter en un despiece.
El otro tornillo de vaciado, el de la caja de cambios, lo debió haber apretado alguien terriblemente fuerte. El caso es que entre lo apretado que estaba y lo plana que era la cabeza del tornillo, que no permitía el agarre de ninguna llave, aquello no se podía abrir. Tuve que recurrir al calor,


sujetar la cabeza del tornillo con una mordaza y golpear suavemente con un martillo, con lo que se rindió.


Vacié la caja de cambios (el aceite estaba bastante limpio) y volví a colocar el tapón de cierre, esta vez con una junta de cobre en lugar de la de sabe Dios qué, posiblemente cartón del Pleistoceno, que llevaba.


Estas arandelas de estanqueidad te permiten apretar suficientemente el tornillo para que no se pierda el aceite sin tener que comerse la rosca ni destrozar una llave. No son caras, la verdad.
Acabada esta operación me volví a los tubos de escape y les di una vueltecita, como a los filetes, para la segunda capa del otro lado, y los dejé secándose. Ahora ya no salen de color chocolate ¡qué cosas!



Lo siguiente fue quitar la culata. Vistas las cosas que había visto me estaba dando miedo quitarla, pero bueno, habrá que armarse de valor y meterle mano. Las tuercas de los espárragos son la primera sorpresa: tres se quitan con una llave 13 y una con una llave 12, pero de las tres que se quitan con la llave 13 una no es autoblocante. Mucho manoseo ha habido por aquí.


Los dos tornillos delantero y trasero de sujeción de la culata están hechos polvo de óxido.


Por la cara interna de la culata me encuentro una nueva sorpresa: la junta de culata no existe. En su lugar se ha puesto algún tipo de silicona o similar. Son esos restos de color pardo que aparecen donde debía estar la junta de culata.


En la parte contraria, en el cilindro, tampoco aparece ningún resto de la junta de culata y además me encuentro con que la camisa está rotada ligeramente en sentido horario respecto al cilindro.


Por supuesto la porquería sigue dominando las aletas, especialmente en la zona inferior, incluso después del petroleado. Los espárragos también tienen su pequeña anomalía y es que el delantero derecho no es un espárrago sino una varilla roscada. Otra fullería.


El pistón está muy sucio. No parece que se haya agarrado, pero hasta que lo limpie y lo mida no me pronuncio sobre nada. Desde luego hay que cambiar segmentos, pero no sé si hay que cambiar cilindros, y si hay que hacerlo supongo que habrá que cambiar la camisa.




Saqué el cilindro para petrolearlo a gusto y limpiarle las aletas, ya que creo que el cilindro iba en negro y la culata en aluminio limpio.




Le retiré las gomas amortiguadoras de vibraciones porque estaban rotas casi todas. Creo que he podido salvar tres, así que otra cosa que habrá que poner. Retiré la tobera de escape con sus muelles, los limpié y los pinté con los restos de pintura anticalórica.


Y llegó la hora de la retirada. Puse las piezas mas o menos ordenadas para seguir el próximo día, recogí todo y me volví a Sevilla en la R1100S.



El viaje de vuelta bien; todo nublado, me cayeron algunas gotas por El Coronil y poco más que contar salvo que tengo la maneta derecha altísima desde que le cambié el cilindro maestro al freno delantero hace una temporada, antes de reemprender el blog, y que le falta un poquito de sangrado. Esa va a ser la primera tarea del próximo día. Y aquí se queda la entrada. Feliz Navidad a todos, que no volveré por aquí hasta el 27 por lo menos.