lunes, 14 de mayo de 2012

298.- UN BUEN EMPUJÓN A LA GS

Esta vez me he saltado el sábado porque había que echarle una mano a Rafael con el motor de su R65 ¡que calor hemos pasado! pero el domingo no me iba a quedar en casa sabiendo que tengo muchísima tarea por delante y poco tiempo para hacerla, así que a las ocho y media de la mañana ya estaba de camino. Es conveniente en estos tiempos calurosos salir temprano y volver tarde para evitar en lo posible el calor, aunque por las tardes hace calor por mas tarde que llegues. El caso es que a las 10 de la mañana estaba ya metido en faena.
Sigo esperando la pintura del chasis, que está tardando bastante más de lo que yo me imaginaba, por haberme dejado convencer de hacer una cosa que no quería hacer en un principio con esta moto. Espero no arrepentirme más de lo que lo estoy haciendo ya. Pero bueno, a falta de chasis me puse con el motor.
Mi idea es darle un repaso completo a la moto para dejarla en perfecto estado de revista y para que no haya que hacerle nada mas que mantenimiento en un futuro próximo, ya que esta moto era una perfecta desconocida para mí, y como veréis ahora, me guardaba alguna sorpresa.
Para empezar abrí el cárter del alternador, que ya había visto que las escobillas parecían estar bastante gastadas y además quería cambiar la cadena de distribución y las juntas, porque rezumaban bastante aceite.
La tapa a lijar y a pintar con la raya en medio, como todas las mías. El cárter no tenía mal aspecto, en principio.


Quité los cables que van al generador y se quedó un poco más despejado.


Al quitar el estator me di cuenta de que el bobinado está suelto. Eso lleva una sujeción que se había perdido, pero tampoco pasa nada porque esté suelto mientras se manipule con cuidado.


Para sacar el rotor se saca su tornillo, se mete el extractor, se dan unas vueltas y sale fácilmente. Se caen algunos pequeños trozos de barniz, pero no creo que llegue la sangre al río. Por si acaso lo tendré en vigilancia.



Saqué las escobillas del estator, que no estaban tan mal como creía. Aqui podemos ver el tamaño que tenían en comparación con las nuevas y lo que medían en realidad.



Si tenemos en cuenta que pueden llegar a medir hasta 8 mm como minimo, aun quedaban escobillas, lo que pasa es que la pieza donde van está rota y eso hace que parezca mucho más hundido el muelle.
De todas formas, como había comprado las escobillas, las puse nuevas. Primero las forré con un poco de funda termoretráctil


Y después las soldé. La soldadura es muy propia mía, pero no se va, que es lo que importa.


Ahora quedaba quitar la placa de diodos y sus cables. La placa de diodos rectifica la corriente alterna que le llega del regulador a través de los tres cables que van juntos y que cada uno corresponde a uno de los bobinados del estator. La placa va montada sobre cuatro silentblocks, uno de los cuales, el de arriba a la izquierda, mirando de frente, estaba roto, pero afortunadamente guardaba uno en un cajón para repuesto.



Detras de todos estos cables y cacharros eléctricos está el carter de la distribución, y a ese había que ir. Tiene unos cuantos tornillos, creo que 8 ó 9, allen 5 y tres tuercas allen 6 y hay que quitarlos todos. A pesar de quitarlos todos, la gente suele poner pasta de juntas y entonces se quedan pegadas las piezas. Primero se asegura uno de que, efectivamente, no quedan tornillos por soltar, y despues se dan un par de golpes con el mazo, con lo que suele rendirse.
Lo primero que hice fue irme directamente a colocar el eslabón de enganche en su sitio, es decir, por donde se puede sacar, y quitarle el clip. Acordaos que la parte cerrada va siempre hacia delante en el sentido de la marcha de la cadena, como si fuese para hacer una forma mas aerodinámica.


Cuando la coloqué en su sitio, mas o menos, que en realidad es un poco más arriba, busqué las marcas para la sincronización del cigüeñal y el árbol de levas. La del plato se ve muy bien, pero la otra suele estar bastante escondida, porque está detras del cojinete y porque está poco marcada, y quería hacerle un pequeño resalte para que no se perdiera, antes de moverlo todo. Y aquí me llevé la sorpresita del dia.



Las marcas no estaban enfrentadas. No se ve muy bien, pero si aumentamos la foto, sí que se ve.


Bueno, esto implica que la moto no podía ir redonda. Con razón no andaba todo lo que debía, y yo se lo achacaba a las membranas de los carburadores, que ya veremos si no estaban chungas también, pero solo con esto ya se debe notar un bajón de rendimiento. Me alegro de haber decidido cambiar la cadena de distribución.
Monté el tensor de la cadena (quitar el circlip, sacar el viejo y meter el nuevo) y lo amarré con una cincha al tornillo más cercano para que no diese la lata. 



Y ahora viene lo más difícil: enganchar la cadena nueva. Por supuesto, hay que hacer coincidir las dos marcas, como se ve en esta foto.



Para cerrar la cadena he optado por aprovechar el eslabón de enganche viejo, colocado por delante para mantener sujeta la cadena y meter por detrás el nuevo. Aun así, tiene guasa, porque en esta zona se tienen las manos siempre pringadas de aceite y hay que ir a buscarlo unas cuantas veces detrás del engranaje de abajo.


Una vez conseguido se cierra el eslabón, se pone el clip en su postura correcta y se coloca el patín de rodadura de la cadena.


Y para acabar echamos un poco de aceite en el pozillo del muelle del tensor y lo movemos varias veces para que se quede bien engrasado.


Antes de hacer todo esto, o más bien casi a la par, porque andaba de fuera a dentro haciendo cosas, había pintado unas cuantas piezas, entre ellas el cárter de la cadena de distribución, la tapa del cárter del alternador, los culatines, la tapa del motor de arranque, el radiador de aceite y los soportes de las maletas, y estaban al solecito ¡vaya calor! secándose.


Así, pues, solo me quedaba lijarle los nervios con una lima de media caña y volver a montar el carter. He puesto reten del cigüeñal nuevo, junta nueva bien impregnada en aceite y he apretado los tornillos a su par, que ya no recuerdo cual es. He vuelto a pasar los cables y he colocado el rotor.


Después he conectado placa de diodos, alternador y bote del encendido, he puesto cada cable en su sitio (creo) y he cerrado tambien el carter del alternador.



Ya empieza a tener un colorcito más agradable. Cuando limpie el bloque del motor va a ser otra cosa.
Para seguir me he ido al cilindro derecho, lo he desmontado,


he sacado el pistón 


lo he limpiado todo, le he cambiado segmentos, he puesto todas las juntas nuevas, he pintado las aletas de la culata y del cilindro y he vuelto a montarlo, haciendo reglaje de válvulas. No he hecho muchas fotos porque se me echaba el tiempo encima para todo lo que quería hacer:





Me hubiera gustado acabar el otro cilindro, pero veía que no me daba tiempo, mas que nada por la pintura, así que decidí dejarlo para el próximo dia, y así de paso lo ilustro más adecuadamente, pero todavía me daba tiempo a algo más, así que cogí el basculante, le calenté la zona del cojinete que tenía roto,


me puse un guante gordo por si las moscas y le arrimé el cojinete.


Con una llave de vaso adecuada lo golpeé suavemente hasta que se colocó en su sitio.


Lo engrasé nuevamente (antes de meterlo le había puesto un poquito de grasa)


y le puse su tapa para que no entren porquerías ni se vaya la grasa.


Y ahí se acabó el día de trabajo, que, por cierto, procuraré no repetir en domingo, que los domingos son para descansar y no para dejarse las manos montando y desmontando.
Me volví en la R1100S, que vuelve a ir como en los viejos tiempos, pero que está faltita de gomas (se las bebe). A la altura de El Coronil me tapó una nube negra y ya no volví a ver el sol hasta que llegué. A lo lejos veía gran aparato eléctrico y me iba preguntando si también me iba a tocar ducha. Afortunadamente no me mojé, y no por nada, que con el calor que hacía se habría agradecido un poco de agua, sino porque había lavado la moto antes de salir.

No hay comentarios: