domingo, 25 de diciembre de 2011

276.- PEQUEÑAS PERDIDAS Y APAREJO

Veinticuatro de diciembre, fun, fun, fun. Esta noche es Nochebuena y yo me voy a pintar, o al menos eso me pensaba, pero después no me ha dado tiempo. He salido un poco tarde, como a las 9,30 más o menos, y me ha pillado una niebla espesísima desde un poco antes de Utrera hasta Cuatro Mojones (pal Pera), así que he tenido que ir despacio, con cuarenta ojos y pegándole pitadas a los insensatos que me iba cruzando con las luces apagadas, pero para esos no hay multas porque no son peligrosos. Aquí lo único peligroso es ir a 130 por una autopista. Claro, que tampoco hay guardias que los multen. Es mucho mejor poner radares recaudatorios que no cobran cada mes ni tienen trienios ni vacaciones pagadas. Y además recaudan las veinticuatro horas del día.
Bueno, dejemos eso, que me cabreo. Y no, no me han multado por nada, pero me cabrea igual.
A partir de Cuatro Mojones (pal Pera) un día precioso, buena temperatura, ni un poquito de viento. El día perfecto para ir en moto. Y a fe que lo he disfrutado. Aun cuando las curvas de zonas de umbría estaban un poco húmedas el agarre era muy bueno en general, de forma que he disfrutado como un niño chico.
En cuanto he llegado, lo primero que he advertido es que tengo una fuga en la R100RS. El solecito la delataba claramente con un brillo nada natural en la mitad derecha del caballete.


Me asomo por todas partes y proviene del fuelle de la transmisión,


más concretamente de la abrazadera posterior. La he aflojado, he recolocado la parte posterior del fuelle y he vuelto a apretar. A ver cómo va.
En la botella izquierda de la horquilla vuelvo a tener pérdidas. No hace mucho cambié los retenes porque pensaba que había puesto más aceite de la cuenta y se habían estropeado, pero veo que la cosa va por otro sitio, porque no es normal que se me haya ido el retén en seis meses y con uso discontinuo de la moto. Habrá que investigarlo.


Eso en cuanto a la R100RS se refiere, porque en cuanto entré, me encontré con que debajo de la R80ST había esto:


Me asomo por debajo y veo que está todo manchado, y el responsable parece ser el famoso retén del cigüeñal.


Se impone desmontaje casi total, pero por ahora se va a esperar un poco hasta que le toque la revisión de los 10000 km y ya aprovecho para hacerle alguna cosa más que quiero hacerle como pintar el subchasis, ponerle un radiador de aceite y otras cosas que se me irán ocurriendo de aquí a entonces. Mientras tanto, doble vigilancia del aceite.
A partir de aquí me puse con la pintura. Primero, preparar la imprimación de dos componentes (5:1 y un chorrito de disolvente, así me salen las cosas después...)


y colocar las piezas.


Tengo que decir que el viento me ha respetado en todo momento; bueno, en realidad me ha dado una pequeña tregua porque tampoco pierde nada, ya que tras la imprimación hay que volver a lijar y a él, lo que le gusta de verdad es arruinarme el trabajo, es decir, soplar cuando estoy pintando y, especialmente, cuando estoy con la laca.
Tras unos minutos parecía que había llegado la blanca Navidad


Algunas piezas tuve que separarlas para imprimarlas por dentro, pero todas se llevaron su buena ración.


Las dejé secando un buen rato y mientras tanto le di una segunda mano de pintura anticalórica a los silenciadores de la R100RS y los dejé secándose al solecito.


Como se ve al fondo, la R1100S ya estaba preparada para la vuelta, apuntando hacia el carril.
Una vez seca la imprimación, lijé las piezas; primero con lija de agua del 1000.


Y entonces me di cuenta de que me había saltado unos más que evidentes defectos del colín que va a ir en colores Lotus.


No pasa nada. Se prepara un poco de masilla de carrocero, también de dos componentes


y se rellenan los defectos.


Mientras se endurece la pasta sigo lijando las otras piezas, ahora con lija de agua del 2500, con lo que se quedan todas las piezas tan suaves como el culito de un recién nacido.
A todo esto, una Mantis religiosa tamaño familiar me observaba atentamente desde la pared. Impresionan estos bichos.


Una vez lijadas todas las piezas y listas para pintar, 


me di cuenta de que se me había echado el tiempo encima, y es que en estas fechas el sol siempre está bajo y a poco que te descuides se te hace de noche. Aún me dio tiempo de lijar el depósito que va a ir en colores Lotus, 


recogerlo todo y salir rugiendo con la R1100S.
La vuelta tan deliciosa como la segunda parte de la ida, con la carretera totalmente seca, las ruedas con sus presiones correctas, poco tráfico y muchas ganas de disfrutar de la moto, o sea, que en menos de lo que se tarda en contarlo ya estaba en Sevilla.
Espero que el próximo día pueda pintar de una vez ¡cada vez que pienso que todo este follón viene de haber montado el grifo de gasolina antes de que se endureciese totalmente el tapizado plástico interior del depósito de gasolina...! Pero ¡qué demonios! ¿y lo bien que me lo paso?
Hala, Felices Pascuas a todos.

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