Pues sí, llegó el día de San Airaldo, y con tal motivo decidimos realizar la II Guarideschentreffen, que no es más que una reunión de amigos aficionados a las motos y en particular e las BMW 2v. La I Guaridischentreffen, que se celebró el año pasado en la misma fecha, no estuvo mal, pero me quedé con las ganas de organizarla mejor porque tuvo un montón de fallos, y ese era el propósito de esta, pero yo no soy Curroalb, ni mucho menos, y si no fui capaz de poner de acuerdo a Los Mirlos para irnos juntos, mucho menos iba a ser capaz de organizar a los de las demás provincias.
Para empezar, la gente empezó a apuntarse, desapuntarse y volverse a apuntar hasta el último momento, de manera que dos días antes, cuando fui a hablar con los hermanos Domínguez, de la Venta La Codorniz, no sabía ni con un grado de aproximación fiable, cuantos íbamos a ir a comer, así que le dije que sobre veinte. Ni que decir tiene que en los dos días que faltaban se me apuntaron y desapuntaron varios, pero más o menos por ahí iba a andar la cosa.
Y llegó el día 2 de enero. San Airaldo nos obsequió con una mañana húmeda pero no fría, con todas las carreteras mojadas pero no en exceso, pero lo justo para darse un buen resbalón, aunque afortunadamente no hubo problemas de ese tipo.
De los pocos Mirlos que íbamos a ir, ya que casi un tercio de ellos se inventó excusas a cual más peregrina para quedarse en la cama, quedamos en salir en dos grupos: en un primer grupo nos iríamos los que teníamos ganas de hacer un poco de turismo y curvas, que saldríamos relativamente temprano, a las 9,30, y una hora más tarde saldría el grupo restante, que no sé quién les dijo que parecía que iban de romería; solo les faltaba ir parando para comerse la tortilla de papas y echarse unas sevillanas debajo de un pino.
De los pocos Mirlos que íbamos a ir, ya que casi un tercio de ellos se inventó excusas a cual más peregrina para quedarse en la cama, quedamos en salir en dos grupos: en un primer grupo nos iríamos los que teníamos ganas de hacer un poco de turismo y curvas, que saldríamos relativamente temprano, a las 9,30, y una hora más tarde saldría el grupo restante, que no sé quién les dijo que parecía que iban de romería; solo les faltaba ir parando para comerse la tortilla de papas y echarse unas sevillanas debajo de un pino.
Nosotros, Robemumoto, Felix, Maricruz y yo, seguimos la ruta habitual hasta Algodonales, donde nos esperaba Pio1 que se venía con nosotros. De allí, nos desviamos hasta Zahara de la Sierra
y subimos hasta el Puerto de las Palomas (1357 m). La carretera es una sucesión de curvas estrechas y empinadas que hacen que sea muy sinuosa y muy apreciada por los ciclistas.
Pio1 iba con alguna que otra dificultad para trazar bien las curvas y yo, que iba detrás, iba temiendo por que pudiera pisar los bordes del asfalto, muy irregulares, y tuviese una caída tonta. Afortunadamente no pasó nada y pudimos coronar el puerto, en el que dominaba la niebla, impidiéndonos ver el maravilloso paisaje que había más abajo.
De allí nos fuimos a toda la pastilla que Pio1 nos permitía hasta Ronda, que empezábamos a tener el tiempo un poco justo para llegar a la Guarida. Pasamos por Grazalema casi sin saludarla y nos metimos por los alcornocales por los que discurre la carretera que lleva hasta el Puerto de Montejaque (702 m) y de allí hasta Ronda.
Llegamos a GMW con un sirimiri que no era excesivamente molesto, así que pudimos tomarnos una cervecita a gusto esperando que viniesen los demás. Se me ha olvidado decir que el primero en llegar fue DavidRC, que nos estaba esperando en la puerta, pero porque llego demasiado pronto, porque que yo recuerde, estábamos allí a las 11,50 h.
Como esta gente de las motos no sabe estarse quieta, nos dimos cuenta de que un afamado mecánico de BMW de por aquí del sur, le había puesto a Pio1 el puente de horquilla al revés, y allí que estaba Robemumoto arreglando el desaguisado ¡y de gratis! que a saber cuanto le cobró el afamado mecánico por poner la pieza mal...
Poco a poco empezaron a llegar los demás. Primero los Mirlos, Jalbarra, Motoroto y Mayte, JuanR65 y Manoli, Angeloso y Spinner y Flor;
después los malagueños de las K: Bokis y Wanchoper, Diegofull y Noelia con la preciosa R90S,
y después ya se me lió la cosa, de forma que en poco tiempo llegó mucha gente: old-diego y esposa (no me acuerdo del nombre, perdón), FrancisR65 y Mercedes, Carlos, Jose Ignacio con la despampanante R1200, que no es clásica pero a mi me gusta, Joeseph con la R1100RT, ddr con la GS transformada en caferacer (está muy bonita, pero lo están esperando en la ITV) etc., de forma que en un momento aquello estaba bastante concurrido.
Saludos, corrillos, comentarios sobre tal o cual moto, cervecita y a por otra.
Yo hacía lo mismo: saludos y admirar una a una las motos.
Después de estudiar concienzudamente las dos motos mas brillantes, las de FrancisR65 y JuanR65 coincidimos en darle el premio brillitos a la de FrancisR65 por las marcas de óxido que tenía la de JuanR65, y es que esas cosas, al igual que los mosquitos en el faro son imperdonables en estas motos.
Esperamos un rato hasta que llegaron los granadinos que nos faltaban: Mog y Benito
Y ya solo nos faltaban por llegar Varito y Mamen. Cuando nos aburrimos bastante de esperarlos los llamé por teléfono, pero no lo cogían, señal internacionalmente conocida entre los motoristas de que están encima de la moto con el casco puesto y no se están enterando, por lo que decidimos esperar un rato más a ver si llegaban. Al rato me llama Varito diciendo que no iban a venir. Hombre, no pasa nada, pero si me lo dice el día antes, pues no los esperamos y podemos dedicarnos a otras cosas, como por ejemplo lo que hicimos a continuación, que no fue más que irnos a la ermita de la Virgen de la Cabeza a ver Ronda desde lejos. Aunque normalmente a las visitas las llevo al fondo del Tajo, dado que estaba todo muy húmedo, que la bajada es por una carretera muy estrecha con piedras bastante resbaladizas, y que llevábamos un par de coches y algunos paticortos, pensé que era mejor ir a la ermita, a la que se llega por un carril de tierra sin grandes desniveles. Lo malo es que solo yo, de los que estábamos allí, sabía ir, y es imposible estar al principio y a la cola de una larguísima fila de motos y coches, así que pasó lo que tenía que pasar, que a pesar de ir pisando huevos, se me despistaron unos cuantos: JuanR65, jalbarra (llegó tardísimo, incluso después de que volviese a buscarlo y no encontrarlo), Wanchoper (este ni llegó a la ermita).
Allí hicimos unas fotos del paisaje y del grupo (yo no salgo, pero estaba ¿eh? es que alguien tiene que disparar la cámara. Wanchoper tampoco sale, ya sabéis por qué.
De allí nos fuimos a La Codorniz, donde habíamos quedado para comer a las 14,28 horas (puntualidad inglesa en motoristas españoles sobre motos alemanas), y, efectivamente, a la hora acordada entraban las primeras unidades en La Codorniz mientras yo llevaba a JuanR65 y a Jose Ignacio a echar gasolina.
Tras un pequeño follón al inicio porque eramos algunos más de los que esperaban, conseguimos acomodarnos, dejando la impedimenta a un lado
La comida estuvo mas o menos bien, aunque alguno se quedó con hambre, como Robemumoto, que pidió el menú infantil, y, claro, ya se sabe...
Otros, en cambio, se conforman con un huevecito de nada
y los más austeros solo comparten conocimientos, sobre todo de como eliminar esas molestas manchas en el faro.
Aunque, de tanto experimentar, JuanR65 ha descubierto un crecepelo fabuloso, tanto que al rato de probarlo alguno volvió a sus tiempos mozos.
El sol, que casi todo el día había estado dándonos esquinazo, apareció cuando era la hora de irse, tanto para nosotros como para él
y ya solo quedaba tiempo para recoger, montarse en las motos y emprender el camino de vuelta.
Los Mirlos, como siempre, cada uno por su lado. Yo me fui a la Guarida a cambiar la R80ST por la R100RS, que es bastante más agradable para conducir de noche en invierno y poco más que contar, salvo que quedamos en el nido para comentar la jornada. Por lo que pude ver, la gente se lo pasó bien, y después de todo no fue tan caro: 12 euros por persona incluida propina es como para volver el año que viene. Que San Airaldo nos proteja este año para permitirnos celebrar su santo en el 2013, en la III Guaridischentreffen. Le pediré consejos a Curroalb.
Se me olvidaba, y tengo que volver a editar, que un par de días antes de la Guaridischentreffen estuve pintando. Se me complicó el día bastante porque ni el depósito estaba bien lijado ni nada; es lo malo que tiene trabajar a la sombra, que cuando puse las piezas al sol me empezaron a salir defectos y tardé todavía un buen rato en ponerlo todo en orden. Después de eso, a pintar, y aquí está el resultado:
Debido a los contratiempos acabé pintando de noche, y claro, pasó lo que tenía que pasar, que yo pensaba que estaba todo bien cubierto y ¡qué va! cuando vi las fotos me di cuenta de que no estaba todo tan bien como yo pensaba, aunque solo en el depósito, que se ven algunas zonas parcheadas porque se transparenta el fondo, pero como no he dado laca es algo que tiene fácil arreglo: un par de manitas más de pintura y listos. Además, como la tapa de la caja del depósito no lleva nada en blanco, la había dejado aparte y se me había olvidado que tenía que pintarla en rojo, así que por allí sigue todavía con su imprimación gris desentonando sobremanera. Mañana lo arreglaré todo y a ver si esta vez me sale bien el laqueado. ¡San Airaldo, una manita!
Se me olvidaba, y tengo que volver a editar, que un par de días antes de la Guaridischentreffen estuve pintando. Se me complicó el día bastante porque ni el depósito estaba bien lijado ni nada; es lo malo que tiene trabajar a la sombra, que cuando puse las piezas al sol me empezaron a salir defectos y tardé todavía un buen rato en ponerlo todo en orden. Después de eso, a pintar, y aquí está el resultado:
Debido a los contratiempos acabé pintando de noche, y claro, pasó lo que tenía que pasar, que yo pensaba que estaba todo bien cubierto y ¡qué va! cuando vi las fotos me di cuenta de que no estaba todo tan bien como yo pensaba, aunque solo en el depósito, que se ven algunas zonas parcheadas porque se transparenta el fondo, pero como no he dado laca es algo que tiene fácil arreglo: un par de manitas más de pintura y listos. Además, como la tapa de la caja del depósito no lleva nada en blanco, la había dejado aparte y se me había olvidado que tenía que pintarla en rojo, así que por allí sigue todavía con su imprimación gris desentonando sobremanera. Mañana lo arreglaré todo y a ver si esta vez me sale bien el laqueado. ¡San Airaldo, una manita!
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