Dos cosas tenía que hacer hoy: probar en serio la R80ST y cambiarle la cadena de distribución a la R100RS. Lo de probar en serio la R80ST es porque todavía no había tenido ocasión de hacerlo como Dios manda. Al principio porque estaba malita y hasta que encontré lo que le pasaba era un auténtico rollo llevarla: o al ralentí o a tope, sin término medio, y así no hay forma, la verdad, que no todas las curvas son de las de entrar con el gas totalmente abierto. Después, cuando ya la arreglé, coincidió con la entrega de la válvula, y aunque a la vuelta, subiendo a Ronda desde San Pedro de Alcántara, ya pude apreciar algunas de sus cualidades, tampoco era una prueba muy valorable porque iba con paquete, y, claro, a una moto de 50CV le tiene que afectar el peso extra quieras o no. Después, cuando me la traje a Sevilla la semana pasada, llovía a mares, y me dio un aviso al poco de salir: al llegar al primer cruce, cuando toqué el freno trasero, la moto intentó darse la vuelta; al poco rato, frenando con toda la suavidad del mundo, se me fue la rueda delantera una cuarta a la derecha en una entrada a una curva, y después de eso decidí que mejor hacer un paseo bajo la lluvia y ya la probaríamos otro día. Y ese día era ayer, que hacía un día magnífico. Me puse el mono de la época de Barry Sheene, que solo me lo pongo cuando voy "a fundir" y me fui a Ronda.
Y acabado el viaje de ida, me metí en faena. Objetivo: cambiar la cadena de distribución. Se empieza por lo que se empieza casi siempre que hay que meter mano por ahí delante: quitar el radiador de aceite y dejarlo colgando.
Quité los cables de sus conexiones al alternador, quité los tres tornillos del estator del alternador, y ¡fuera!

La otra cosa siguiente es quitar el bote del encendido: dos tornillitos y sale. Tiene una junta tórica que habrá que cambiar cuando llegue la hora del montaje. Ademas hay que quitar todos los tornillos que sujetan el carter de la cadena de distribución, y esto nos lleva a una pequeña complicación no prevista, que los tornillos de abajo chocan con el tubo que comunica los dos tubos de escape. No es una cosa terrible, pero obliga a mover un poco los colectores hacia delante para permitir que salgan, y de ahí el mazo de goma que aparece en la foto, que es un extractor de colectores de escape: un golpecito en un lado, otro en el otro. No hace falta sacarlos del todo, sino solo desplazarlos un poco. Y ahora que lo pienso, y después de haber desmontado y montado todo, creo que no es necesario sacar el bote del encendido. Para la próxima vez probaré, aunque de todas formas es conveniente cambiarle la tórica.
Mientras acababa con la cadena, y previendo el montaje, metí la junta en su propia bolsa con un poco de aceite de motor para que se fuera impregnando. El aspecto es como de jamón cortado y envasado al vacío, y la verdad es que queda bastante bien y se pringa uno mucho menos que haciéndolo con los dedos.
El cambio era ya necesario, y no solo por el ruido que hacía, sino porque el aspecto de alguna de las piezas era tal que así:
Para poder mover el motor y arrastrar la cadena tuve montar otra vez el rotor del alternador. Y para poder ver la dichosa marquita del piñón que hay que enfrentar a la del plato dentado, que esa sí que se ve fácilmente, hasta tuve que quitar el cojinete. La del piñón, desde luego, me costó encontrarla, tanto que hasta estuve tentado de sacar el piñón y mirarlo a pleno sol, porque no me acababa de creer que la tuviese.
Una vez que encontré la marca le dí un toque de rotulador indeleble y ya me permitió orientar los dos engranajes, que tienen que quedar con las marcas enfrentadas, tal que así, cuando cerremos la cadena.
La cadena, para cerrarla, también tiene su guasa. Me tuvo un buen rato intentando sujetar con una mano un eslabón, con la otra el otro y con la tercera, que no tengo, meter el eslabón de enganche, hasta que se me ocurrió coger un alambrito y pasarlo por los dos eslabones a unir para mantenerlos acercados, mientras metía el dichoso enganche. Finalmente, le puse el clip de cierre teniendo la precaución de que, como en todas las cadenas, la parte abierta quede en contra del sentido de giro de la cadena, o sea, la parte cerrada en la cabeza y la abierta en la cola.Después de esto solo quedaba empezar a montarlo todo otra vez: el patín del otro lado, el cojinete del alternador y quitar la traba que le había puesto al muelle del patín, y engrasar todo aquello un poco con aceite de motor. Por cierto, hay que prestar atención al patín del lado contrario al tensor y a cómo están montadas las arandelas de presión: en la tuerca por encima y en el tornillo por debajo del patín.
La vuelta la hice en la Sprint, así que me he dado un par de viajes más bien deportivos; eso si, siempre a la velocidad legal.


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