El otro día no pude poner las imágenes de los últimos progresos que había hecho, especialmente en la limpieza de cilindro, culata y pistón, y pintado del primero. Fue una ardua tarea, como todo lo que sea limpiar esta moto, que tiene el barro petrificado desde hace muchos años, y además en cantidades industriales. La cosa quedó tal que así:
El pistón había sido desmontado y limpiado de carbonilla; los segmentos, a mi entender, están más o menos bien, pero no tengo las medidas originales ni las tolerancias admitidas, asi que por lo pronto se quedan como están; de todas formas, cambiar segmentos debería ser una de las tareas rutinarias en un dos tiempos cada cierto tiempo. Todo lo había dejado bien tapado y protegido del polvo y demas contaminantes.
Hoy he quitado la cinta de carrocero de cilindro y culata, he cambiado las juntas (la de la base del cilindro, la de culata y la de salida de escape. Todas estaban bastante machacadas.
A continuación he montado otra vez el bloque. Los segmentos tienen que ir colocados en una marca que hay en el pistón a tal efecto, y el pistón tiene marcada una flecha en la superficie que indica hacia el escape. Antes de empezar conviene impregnar de aceite toda la camisa y el propio piston, incluidos los segmentos, para facilitar la entrada.
No ha sido excesivamente complicado introducir el pistón en el cilindro, aunque se echa de menos un ceñidor de segmentos. Habrá que apañarse uno para cuando le toque el turno a la BMW, que esa sí que tiene segmentos peligrosos: cortan como hojas de bisturí.
El resultado de la operación es una mejora considerable del aspecto estético del motor (espero que también del funcionamiento) que se complementará con un adecuado pulido de cárteres y pintado de las superficies que originalmente iban pintadas. Creo que va mejorando bastante la cosa.
Antes de empezar el montaje del cilindro le puse al bastidor los últimos restos que quedaban de aquel enérgico decapante, a ver si conseguía que me ayudase a quitar la pintura y con un poco de suerte que se llevase también el barro petrificado.
Debo reconocer, en honor a la verdad, que algo de pintura sí que ha quitado, pero en absoluto como para poder denominarse con propiedad enérgico decapante. Al barro, ni que decir tiene que no le ha hecho ni cosquillas.
Visto lo visto, opté por llevarme el bastidor a la pila e intentar quitar a base de destornillador, nanas, cepillo de púas, agua y jabón, toda la porquería acumulada que tenía. El resultado: triunfo por goleada del bastidor, que dejó el agua así de guarra
y él casi ni se inmutó. Por cierto, curiosa la goma de amortiguación del retorno del caballete: una goma de las que se ponían en el suelo para el tope de las puertas.
Pude desmontar el caballete y lo limpié a conciencia con el cepillo de latón. Tras más de media hora de lucha (a la que hay que añadir el tiempo que le estuve dando mientras estaba en la pila) quedó más o menos bien.
Visto el resultado, me armé con el trompo y el cepillo de latón y me fui a atacar al resto del bastidor. Un par de horas después había logrado que se quedara como para darle un último ataque. Es desesperante pelearse con la mugre de esta moto. Está totalmente agarrada, rellenado cualquier pequeño hueco, y cuesta un mundo sacarla. Bueno, parece que ya está la limpieza del bastidor en un 80%. Con un poco mas de cepillo, listo para imprimar y pintar, y después, a montarlo todo. El motor creo que lo arreglaré antes de ponerlo en el bastidor, por aquello de no darle oportunidad de volver a guarrearlo todo.
Y posiblemente pueda meterle mano a la moto el martes, porque ESTOY DE VACACIONES durante un par de semanitas y quiero aprovechar para hacer algun viajecito (en moto, por supuesto) ademas de pegarle un buen empujón a la OSSA y no sé si tambien hacerle virguerías a la BMW (casquillos de biela, juntas nuevas de cilindros y culatas, segmentos...). Todo se andará.
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