sábado, 17 de mayo de 2008

51.- EN MI PUEBLO CON JOESEPH

Hoy tocaba darle caña al tubo de escape y al silenciador de la OSSA, pero como las cosas no son como se planean, he venido todo el camino desde Sevilla hasta Ronda notando que el freno trasero de la BMW no iba bien. Me explico: el tacto era como escalonado; pisaba y notaba tacto duro, pero sin que llegase a actuar el freno, aumentaba la presión y se notaba un pequeño escalón y volvía a ponerse duro pero seguía sin actuar el freno, y finalmente se producía un segundo salto y ahí ya sí que frenaba bien, pero si levantaba el pie había que repetir todo el proceso. Lógicamente no es lo mas indicado para curvear, así que he venido todo el tiempo pensando en limpiar la bomba, sangrar el circuito y darle un repaso, en general, al freno trasero.
De todas formas, no me he olvidado del tubo de escape de la OSSA, y por ahí he empezado la mañana: limpia que te limpia, pero entre estropajo y estropajo he aprovechado para darle un repaso al freno.

En primer lugar me he ido al que tengo para reserva, el de la BMW que algun dia será algo mas que un chasis en pelotas, y le he quitado el freno trasero para ver cómo es por dentro "in situ", antes de meterle mano al otro.

Para empezar a verle las tripas, se retira la placa de plastico superior haciendo palanca con un destornillador

con lo que nos quedan a la vista los pasadores, el muelle y las pastillas

sacamos los pasadores ayudándonos de unos alicates (a veces hay que ayudarles dándoles un golpecito con un punzón por el otro lado)

Una vez fuera los pasadores, el muelle y el puente donde se apoya éste

tenemos a la vista y listas para extraer, las dos pastillas de freno. No hay mas que tirar de ellas hacia fuera y saldrán con toda facilidad. En la foto se ha extraido la superior y he dejado dentro la inferior para que se vea cómo van puestas

Una vez llegados a este punto no hay mas que quitar los dos tornillos que sujetan los dos lados de la pinza y abrirla por la mitad.

Quitamos el reten del pistón

y extraemos el pistón soplando por el orificio del hidráulico (con la boca no, claro, con el compresor)

Lo limpiamos todo muy bien y volvemos a montarlo todo siguiendo el orden inverso.
Y una vez hecho esto en la práctica, lo hago en la BMW, pero aprovecho para poner las pastillas de freno de la moto de practicas, que están mucho menos gastadas. Una vez montado todo, solo queda sangrar el circuito de freno, para lo cual se conecta una goma al sangrador y se deja puesta una llave 11 para poder abrir y cerrar.

La goma va a una botella para recoger el liquido de freno, que es bastante tóxico, corrosivo para las pinturas, etc, asi que mejor ponerlo aparte.

A continuación se empuja varias veces sobre el pedal del freno hasta que vemos que se pone duro, y a la vez que presionamos abrimos el sangrador con la llave, de forma que el pedal se nos hundirá completamente, siguiendo todo su recorrido, y parte del liquido de freno saldrá por la goma arrastrando las posibles burbujas que existiesen en el interior del circuito. Antes de soltar el pedal del freno cerramos el sangrador con la llave y repetimos la operación: bombeamos varias veces hasta que notemos el tacto muy duro, y sin dejar de presionar abrimos el sangrador y dejamos salir liquido hasta el final del recorrido del pedal, momento en que cerramos de nuevo la llave. Asi varias veces, hasta que consigamos que no salgan burbujas con el liquido. Si hiciese falta, se añade liquido de frenos en el depósito.

Y con esto creía yo que se había acabado el problema. Solo quedaba probar el freno. Llave de contacto, botón de arranque y ¡nada! un solo click debajo del depósito. De repente, sin avisar, el motor de arranque no funciona. Y eso que ni lo he tocado. Estaba en un tris de meterle mano a ver qué demonios había pasado, cuando llegó mi amigo José María, que había subido desde Málaga a hacerme una visita. Su moto es una prima de la mía, un poco mas mayorzona, pero prima al fin y a la postre.

Como la BMW no arrancaba me decidí por coger la Sprint. Nos fuimos a tomar unas tapitas a La Codorniz y despues bajamos al Tajo a hacer algunas fotos.

Y tras un rato de charla con unos moteros que habían tenido la misma idea que nosotros, subimos a Ronda y nos despedimos. Joeseph a Málaga y yo a Sevilla. El próximo día, mas, pero si alguien quiere saber algo mas de los entresijos del día, y sobre todo del montón de fotos que hicimos, están aquí.

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