Es que me acabo de dar cuenta de que ya he hecho cien entradas en el blog. No está mal para un año y pico de andadura.
Y vamos a lo que vamos. Nos habíamos quedado en que estaba a la espera de que llegase la pieza aquella de la rueda trasera al concesionario. Pues llegó y salimos de dudas. Resulta que no era una sola pieza, sino dos: un separador y un cojinete, que debido a las penosas circunstancias soportadas se habían fundido en una sola pieza. Poco mas o menos esto es lo que yo me encontré cuando desmonté la rueda (he añadido la pista exterior del cojinete, que la he extraído esta mañana del buje):
Y las piezas nuevas eran las siguientes (en la foto, en el centro, está tambien la pieza que me causaba la duda):
En esta foto podemos ver cómo el separador va dentro del cojinete y cómo se han quedado soldadas las dos piezas:
Bien; resuelto el problemilla, solo quedaba volver a montarlo todo correctamente. Lo primero que había que hacer era sacar la pista exterior del cojinete. Para ello, con un eje viejo que me regaló mi amigo Norick (gracias, Juan) y unos cuantos golpecitos en los lugares adecuados, se consigue extraer cualquier cojinete.
A continuación coloqué el cojinete nuevo, junto con el separador, en su sitio; por supuesto, con abundante grasa para evitar, en lo posible, una nueva desgracia.
y coloqué el retén en su sitio, repitiendo la operación de la llave de vaso para ajustarlo correctamente.
El siguiente paso era volver a colocar la rueda en su sitio, lo que me ha llevado bastante tiempo, porque no conseguía que se me quedaran los separadores puestos mientra metía el eje sujetando en peso la rueda. ¡Con lo fácil que fue desmontarla...! Finalmente quedó todo en su sitio, a pesar de que lo hice con solo dos manos.
Lo siguiente que se me ocurrió es que los amortiguadores traseros estaban muy sucios, así que había que limpiarlos, y ya puestos ¿por qué no pintar el muelle y el depósito de gas?. Pensado y ejecutado. Lo primero, desmontar los silenciadores para poder sacar los amortiguadores. El silenciador izquierdo, que se resistía el otro día, hoy ha querido salir sin causar muchos problemas. El amortiguador izquierdo tampoco ha dado la lata para salir.
He aprovechado para darle un nuevo limpiado a los silenciadores, claro. Los amortiguadores, lógicamente, estaban asquerosos.
El problema principal ha sido comprimir el muelle del amortiguador para desarmarlo. Con una cincha de las de sujetar la moto en el elevador he conseguido comprimir el muelle para sacar la arandela de retención, que es lo único que sujeta todo, como puede verse en el esquema.
Una vez fuera la arandela que sujeta el muelle comprimido, solo queda desarmarlo todo y limpiarlo perfectamente, primero con un estropajo y después con un limpiametales.
Se repite la misma operación con el otro lado de la moto: desmontar silenciador, desmontar amortiguador, desmontarlo, limpiarlo, pintar el muelle, y una vez hecho todo eso, envolvemos en papel todo lo que no queremos que se nos pinte del amortiguador
Y en cuanto está seca le damos una manita de amarillo, que aunque no es el mismo tono que he usado para el resto de la moto, creo que no queda del todo mal.
Una vez secos los muelles y los depósitos de gas, solo queda volver a montarlo todo. Ya he aprendido algo del uso de la cincha, y esta vez resulta mucho mas fácil montar el amortiguador que lo que costó desmontarlo.
Puse los amortiguadores en su sitio y volví a colocar los silenciadores, y el resultado es este:
Para acabar, rellené el depósito de liquido de frenos de la rueda trasera y sangré bien el circuito.
Estoy pendiente de ver cómo resuelvo el asunto de la decoración del depósito y las cachas laterales, y con eso y una pequeña puesta a punto de carburación, creo que puedo empezar a coger la moto. Eso sí, antes hay que asegurarla.
Y con esto acabo el año. Os deseo a todos un venturoso 2009, en especial a los amantes de las motos clásicas, y mas en especial aún a los amantes de las clásicas bicilindricas boxer alemanas. Yo, por mi parte, seguiré por aquí, si no hay alguna cosa que me lo impida, que espero que no, pero nunca se sabe... Tened cuidado con los malos de la carretera, que los hay a espuertas.