domingo, 6 de diciembre de 2015

374.- PONIENDO A PUNTO LA DUCATI

La Ducati llegó hace unos cuantos meses, pero no os penseis que en este tiempo no le he hecho nada, lo que pasa es que no estaba uno de humor para escribir en el blog.
No hará ni dos meses le cambié las correas de distribución; estas son las viejas, pero me sirve para llevar un cálculo de cuando las cambio.


Otra cosa que se hizo hace poco fue revisar la amortiguación y cambiar el aceite de la horquilla, que estaba muy dura, torpe... chunga. Con eso y poniendo la precarga en su sitio se arregló todo.
Hoy tocaba cambio de aceite porque no sé desde cuando estaba el que tenía. El antiguo dueño me dijo que se lo acababa de cambiar, pero eso yo no lo sé, así que he decidido que lo cambio y ya llevo yo el control. También tocaba cambio de pastillas de freno, que el otro día desmonté las pinzas y vi que estaban algo gastadas, especialmente las delanteras. Las traseras pueden aguantar una temporada.
Asi que a empezar. La moto ya estaba sin carenado desde que le cambié las correas de distribución, así que eso que me ahorro, que el carenado de esta moto es especialmente penoso.



El sitio donde tiene la batería es para coger al "iniero" y correrlo a boinazos, sobre todo porque el carenadito se las trae para montarlo y desmontarlo, y si encima tiene las gomas o los silent blocks o como se llamen todos espachurrados ¿para qué quieres más? Bueno, eso vendrá despues, pero ya me está hirviendo la sangre.
Pues nada, puestos en faena me fui por la pinza de freno delantera derecha y la desmonté de la botella de la horquilla. Se pueden cambiar las pastillas sin sacar la pinza, dirá alguno, y yo diré: ¡tururú! a ver cómo abres después los pistones para meter las pastillas nuevas mientras la pinza abraza el disco. Nada, son dos tornillos y no cuesta nada.



Mientras hacía esto, y un ratito antes, el motor estaba funcionando para mover el aceite y calentarlo. Ya sabéis, menos viscosidad y las partículas no se quedan en el suelo del cárter, sino que se van con el aceite. Y como ya llevaba bastante tiempo calentándose pues abrí el tornillo de vaciado y salió un aceite un poquillo bastante guarro.



Lo dejé escurriendo y me olvidé de él; que saliera toda la porquería que tenía dentro.
Y yo a lo mio, a la pinza de freno.


El mecanismo es bastante simple: las pinzas están sujetas por dos pasadores que, a su vez, se fijan mediante unos clips. Total, que en menos de lo que se tarda en contarlo las pastillas están fuera.




Las de este lado estaban bastante gastadas. Cierto que aun podrían haber durado unos kilómetros, pero ya que estamos, las cambio.



Para ponerlas, solo hay que invertir los pasos, y voilá.


Y al otro lado.


¡Uy! casi me pillan con la cerveza de la competencia.
La pinza del lado izquierdo es igual que la del derecho: sin problemas. En este caso las pastillas estaban menos gastadas, pero no sé si porque exista algún problema de distinta presión en ambas pinzas o por qué. por si acaso, también las cambio y ya me voy fijando si hay un desgaste irregular. De todas formas, por si las moscas, he sangrado las dos pinzas, y lo mismo un día de estos les doy un repaso gordo.






Para cuando acabé con las pinzas ya casi había salido todo el aceite del motor. El siguiente paso en estas motos es sacar el elemento filtrante éste, que no se cómo se llama:



Eso hay que limpiarlo bien y volver a colocarlo en su sitio. Todavía no me sé los ajustes de apriete de la Ducati y estoy haciéndolos todos a ojo, pero seguro que mejor que el que la tocó antes que yo, que en vez de a ojo los hacía a mala leche. ¡Sus muelas!


Y ya solo queda llenar de aceite. Tres litros y medio lleva. Le he puesto, siguiendo las indicaciones del fabricante, un SAE 20W50 que, mira qué casualidad, es el mismo que llevan las BMW, así que sin problemas por ahora.




Despues, arrancar el motor un par de minutos para que el aceite se vaya a donde se tiene que ir y comprobamos cómo ha quedado el nivel, que está en su sitio.


Bueno, y si en esto he tardado un ratillo, en el resto, en poner el carenado, mas de dos horas, y aun así, volviendo a casa me he dado cuenta de que me he dejado sin conectar, o se ha desconectado después, el intermitente delantero izquierdo, lo que significa que mañana volveré a tener pesadilla.




Hablando en serio, es un poco incomprensible que un carenado que tiene quince o veinte tornillos, todos similares en tamaño, precise de tres llaves allen, un destornillador philip y una llave fija de 8 mm. Eso lo cogen en BMW y con la misma llave lo hacen todo y encima esa llave te sirve para el resto de la tornillería de la moto e incluso para encender un cigarro cuando acabes.
Cuando he acabado he salido cabreadísimo con la leche del carenado, pero en cuanto la he arrancado y he cogido la primera curva se me ha acabado el mosqueo. Es lo que tiene Ducati. Como le decía el otro día a Rosa, la BMW es para casarse con ella y la Ducati para un fin de semana loco.
En fin, hasta la próxima, que me parece que va de Honda.
Llevo dos o tres días con la Ducati y la noto cabezona. He probado a hacer unos kilómetros sin tocar el freno delantero y he comprobado la temperatura de las pinzas. La derecha está caliente en tanto que la izquierda está fría. Eso explica el desgaste irregular de las pastillas del lado derecho respecto a las del izquierdo: los pistones no vuelven a su posición normal de reposo, y eso suele ser porquería acumulada en el interior de la pinza, así que toca desmontar-limpiar-montar, que es lo que tenía que haber hecho, pero las prisas me pudieron. Menos mal que estas pinzas, al contrario que el carenado, se desmontan en un momento. 

No hay comentarios: