La tarde de ayer tendría que haber sido un veni, vidi, vincit, pero se convirtió en un largo rato delante de la caja de cambios intentando arreglar una porquería de pieza de plástico.
Para empezar había que pasar todas las piezas del eje primario viejo al eje nuevo. Fijaos en la diferencia entre ambos. Sigo sin explicarme como demonios se ha podido romper tanto.
Con la ayuda de una prensa, previo calentamiento, Resnian sacó primero uno de los cojinetes (el mas delantero y pequeño) y con eso ya salieron todas las piezas, que se pusieron ordenadamente sobre la mesa para no meter ningún gambazo a la hora de montar.
A continuación se pasan al eje nuevo, que era así de mono
y con la ayuda de la prensa se colocan los dos cojinetes de los extremos, que también se han puesto nuevos.
Y con eso se quedaba desnudo el eje antiguo y revestido el nuevo. Por cierto, que el antiguo tenía unas ranuras helicoidales para engrase que no trae el moderno.
Acabado este montaje, que no llevó mas allá de diez minutos, nos fuimos por la caja de cambios, con tan mala fortuna que lo primero que hice al cogerla fue cargarme una pieza de plástico que va encima del primario para distribuir el aceite con el movimiento de giro del piñón helicoidal. La pieza es mas falsa que un duro de chocolate y como ademas desmontamos la caja al revés (en la postura que para nosotros era más lógica, pero al revés) se quedaba muy sobresaliente y con nada se me partió.
Estuvimos un buen rato intentando localizar un pedazo de plástico que pudiésemos meter dentro de ambos fragmentos para poder unirlos a la vez que darle un poco de rigidez a la pieza. Finalmente, el mango de un hacha de plástico de algún muñeco hizo de donante. Con un poco de torno se consiguió su medida idónea y con unas gotas de cianocrilato quedó bastante rígido y en su sitio.
A continuación, Resnian, mostrando sus habilidades de pastelero puso un poco de este pegamento de juntas que hemos encontrado en los chinos y que fragua en anaerobiosis, con lo que nos evitamos desajustes en la superficie por distintos espesores en la junta.
Un hilito finito a todo lo largo de la superficie, y pastelito hecho.
Finalmente calentón a la tapa hasta 80-90 ºC para poder encajarla. Un par de mazazos y todo en su sitio. Los tornillos con un poquito de fijatornillos azul
y apretados a 9 Nm, según nos dice el Haynes.
Y con esto se acabó la sesión de caja de cambios. A destacar que la hemos abierto al revés, con lo que todas las arandelas de ajuste se han quedado como estaban. No se ha tocado más que el eje primario, al que se le han sustituido los dos cojinetes y por tanto, esperamos que no haya necesidad de hacer ningún ajuste. También se han cambiado los retenes del eje primario y el de la palanca de cambio. Los engranajes se movían bien en todas las velocidades y no había roces ni ruidos, así que acabaremos como hemos empezado, con un latinajo: alea jacta est. Mañana intentaremos montarlo todo.