El sábado pasado llovía a mares y no me apetecía nada mojarme, así que pospuse el cambio de moto para el dia siguiente.
El domingo me levanté bastante tarde. Debe ser por los polvorones, que empieza uno a tener el abdomen más abultado de lo habitual y eso da mucho sueño. Me parece que me voy a tener que poner a régimen después de estas fiestas, a ver si recupero mis 80 kilos, aunque esos no los veo desde hace dos años, que tuve una úlcera de estómago que me tuvo un par de meses hecho polvo y me ayudó a recuperar mi peso ideal. Como digo, me levanté tarde, y claro, salí tarde para Ronda, con lo que conseguí llegar tarde tambien, y eso tiene una consecuencia fundamental: que no me da tiempo a hacer las cosas que tengo previstas. Durante la semana había estado trasteando un poco en casa, reparando la parte inferior izquierda del carenado de la R100RS, que tenía algunas pequeñas roturas y que por eso aún no lo he montado este año. Con un poco de alambre para coser la rotura principal y un poco de fibra de vidrio para tapar la costura y algunas otras roturas pequeñas, la cosa se quedó lista para lijar y volver a pintar.
El plan de trabajo en Ronda incluía lijar y pintar esta pieza, y ya puesto, pintar tambien la cupulita de la R80ST. Además, durante la semana había recibido el piloto nuevo para la R65, y también quería montarlo. No me habían llegado los intermitentes, de forma que se iba a quedar inacabada hiciese lo que hiciese.
El camino sin incidencias, o al menos eso pensaba yo, pero al llegar a Ronda descubrí que un gorrión había calculado mal la velocidad del misil amarillo y no le había dado tiempo a cruzar.
Voy a tener que ponerle una rejilla delante del radiador del estilo de las que puse en la Sprint. Incluso creo que me sobró un poco de aquella que lo mismo me da para tapar estos dos agujeros. Habrá que buscarla (y encontrarla, claro, que es lo difícil).
Mientras se enfriaba la R1100S para limpiarla, me puse con el piloto de la R65. Primero desmonté los restos que quedaban de la tragedia.
Despues le dí un repasito a los cables, que especialmente los de los intermitentes habían sufrido mucho con el arrastrón.
A continuación probé cómo le quedaba el piloto a la moto y me llevé la primera desilusión. Si, el piloto es muy mono, pero además de que no me sirve ninguno de los agujeros que tenía el guardabarros, tampoco queda muy bien. Digamos que queda un poquito caído, lo que se aprecia mejor en la vista lateral.
Una posible solución era subir un poco el piloto, pero me lo impedía ese pequeño rodete que tiene el subchasis en el extremo posterior y que nunca he sabido para qué sirve, así que un poquito de radial y a la calle. ¡Anda que no tengo yo valor, meter la radial ahí sin desmontar el guardabarros! Conforme iba profundizando me iba diciendo a mí mismo que iba a ser un milagro no llevarse el guardabarros también.
Afortunadamente no llegó el agua al rio, pero aun así tampoco queda el piloto totalmente horizontalizado. Me temo que el final será volver al que tenía antes.
La siguiente pega era que el piloto está diseñado para pasar los cables desde el interior del guardabarros hacia afuera, lo que implica un nuevo agujero en el guardabarros, que pase agua y se ponga todo hecho una porquería, que haya malos contactos por la humedad... Total, que mejor practicarle un pequeño orificio en el lateral del cuerpo del piloto para pasar los cables por ahí.
Es importante rebanar bien los bordes del agujero porque se quedan afiladisimos y se llevan un cable antes de que te des cuenta. Para ello es muy práctica esta pequeña herramienta que me regaló Resnian, que no sé cómo se llama, pero que he bautizado como rebanadora de agujeros. También se puede usar una lima, pero esto queda mucho más profesional: "la he acabado con un rebanador de agujeros" le diré a quien me pregunte.
Seguidamente pasé los cables uno a uno por el agujerito, pero previamente le había colocado sus terminales correspondientes para no tener mucho problema a la hora de desmontarlo otra vez, porque como ya he dicho antes, me temo que tendré que volver al piloto que tenía antes.
El siguiente paso era colocar los cables, teniendo en cuenta que había que colocarle el negativo a uno de los tornillos para que cerrase el circuito, que si no no enciende, y dejar colgando a los lados los positivos de intermitencia para colocar los intermitentes cuando lleguen. Ah, tambien había que hacer los nuevos taladros en el guardabarros, en la matrícula y en el refuerzo triangular que lleva detrás, porque, como decía antes, no coincidía ni un solo agujero. Acabado todo esto y con el piloto montado, solo quedaba ponerle la tulipa, o como quiera que se llame el plástico rojo.
Y ahí viene el último desengaño con este piloto, que me enamoró cuando lo ví en foto, pero que después me ha decepcionado profundamente: al apretar (flojito, de verdad) el tornillo de sujeción, se rompió. Cosa por otra parte normal, viendo el acabado tan enclenque que tiene.
Tuve que reconstruir con masilla de dos componentes el agujerito, y ya de paso reforcé el otro para evitar nuevos accidentes en el futuro, y pior fin pude verlo montado y funcionando.
No queda del todo mal, aunque seguro que hay algún guardia que le pone alguna pega porque el piloto medio tapa los números de la matrícula y así lo mismo no sale en las fotos de los radares. Pero eso sí, esta homologado ¿eh?
Con todo este jaleo y todas las complicaciones que surgieron, se me acabó el dia y no pude hacer nada más, así que, sin ni siquiera darle un limpiado a la R110S, me volví a Sevilla en la R80ST ¡No pasé frio ni nada....! Esa moto necesita el carenado como el comer.