Esta vez no puedo recurrir a eso tan manido en este blog de que he hecho el camino a Ronda sin incidencias, porque sí que las ha habido. He salido un poco más tarde de lo habitual, sobre las nueve y media, porque tampoco tenía mucha tarea por delante, y más con la idea de cambiar de moto y darme un paseo que hacer otra cosa. La R65 sigue torpeando de batería, y esta semana no se ha portado todo lo bien que hubiera debido, negándose a arrancar con soltura por las mañanas, así que tenía pensado toquetearle un poco el regulador regulable que le use el otro dia, y con esa idea iba, dándole vueltas en la cabeza sobre a cuanto sería lo correcto que cargase, mirando de reojo el voltímetro a ver cómo iba funcionando: 13,6-13,7-13,8-13,2-13,5 y vuelta a empezar. Desde luego, a 14 voltios no llegaba nunca. En esas iba cuando al tomar una curva a la izquierda, llegando a Algodonales, noto que la rueda trasera pega un bote hacia afuera, como si hubiese pillado un peñasco en mitad de la carretera, pero no puede ser, aunque iba pensando tonterías, iba atento y no se me puede haber colado un peñasco semejante sin verlo. Puede que haya pinchado. Me paro en la recta, miro la rueda y me encuentro la matricula, el piloto y un intermitente colgando de los cables. El otro intermitente se ha ido a hacer puñetas.
Desde allí hasta Ronda, sin incidencias; me adelantó una japo subiendo el puerto de Montejaque y le devolví la jugada en las curvas de El Cupí, y ya la perdí de vista hasta la entrada de Ronda, en que, por el atasco, volvio a aparecer en mi retrovisor.
Cuando llegué a la guarida, lo primero que hice fue bajar la R80ST de la mesa (cosas del espacio, que hay que dejar una de ellas arriba) para limpiarla adecuadamente, y subir la R65 para darle un repaso a la rotura y apañar el regulador regulable. Al inspeccionar los daños vi que la llanta trasera, así como el neumatico, guardaban las señales de la rotura y de aquel extraño que me hizo la moto en la curva.
Vistos los desperfectos evalué mentalmente si poner el mismo piloto o uno que tenía pensado desde el principio y que no puse porque me encontré éste en RPM (una tienda de Sevilla) y después de preguntar el precio me dio no sé qué no llevármelo, aparte de que me gustaba, pero no era el que tenía pensado desde un principio para esta moto, y que era este:
Despues de la evaluación de daños me fui a limpiar la R80ST. He probado un producto que compré anteayer en una tienda de esas de veinte duros, a ver si servía de algo, y sí, parece que limpia, pero desde luego no deja nuevos los metales, aunque algunas manchas que nunca había conseguido quitar, sí que desaparecieron.

Seca la moto y movidos los aceites, me volví a la guarida y limpié a conciencia la R100RS, que se venía conmigo a Sevilla y que, además, el lunes, me llevará a Granada otra vez. Lástima que solo sean unas horas, porque de haber sido un par de dias podía haber aprovechado para conocer los Talleres Salivillas, que les debo una visita desde hace una buena temporada.Para empezar, quitar la pletina que sujeta el cuentakilómetros, quitar el voltimetro y dejar toda esa zona despejada.
Para acabar, quité el depósito de gasolina y le dí un cuarto de vuelta al tornillito del regulador regulabe con lo que, a 3000 rpm, medido en la batería directamente, ahora carga a 14,5 voltios. No sé si será mucho y me freirá algo. Me informaré esta semana con Angeloso, que se ve que de estas cosas está muy puesto.
La vuelta en la R100RS, sin ningún incidente destacable. Ha hecho un dia primaveral, con una temperatura agradabilísima. A ver si el lunes es así también, que ya empezamos a estar un poco hartos de agua y el invierno aún no se ha asomado.

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