lunes, 6 de julio de 2009

145.- ¿ME ESTARE DEMENCIANDO? Y NO ES BROMA...

Llevo tiempo observándome (más de medio siglo) y no es normal la de olvidos tontos que estoy teniendo últimamente. Unas veces doy por hechas cosas que no he hecho y otras veces ni las hago directamente porque se me pasan al cajón de las cosas olvidadas. Quiero pensar que lo que me ha pasado este fin de semana se ha debido únicamente a estar atendiendo varios frentes a la vez, además de tener prisas por acabar, y que no sea un síntoma de una demencia, que en mi caso sería bastante precoz.
Pero vamos al principio, como siempre: El fin de semana amaneció con muchas cosas por hacer y unas ganas tremendas de hacerlas todas. No en vano tengo la R65 casi por empezar, y la R80 esperando en casa de Manolo a pasarle la ITV y traerla para ponerla a punto, sin olvidar que la R100 precisa de una revisión a fondo y cambiar un par de retenes que llevan un tiempo dando la lata. Con la idea de aprovechar el tiempo lo mejor posible, me puse en marcha el sábado temprano. Llegué a Ronda aproximadamente a las 10 de la mañana y muy poco después estaba trabajando en la R65. Lo primero era acabar lo que había dejado inacabado la semana anterior: el freno delantero. Para mi sorpresa, el recambio que existe no es de las juntas, sino que te venden todo el pistón. ¡Qué remedio! lo compré. En la foto, arriba el nuevo y abajo el viejo.

Ponerlo no es difícil, y de hecho, la operación solo consiste en introducir el pistón tal y como está dentro del cilindro y poner la arandela de retención que se ve a la derecha de la foto. La arndela dorada y la junta de goma que esta a su derecha se alojan en el orificio de la maneta de freno. Se vuelve a montar el sistema y aquello debe funcionar.

Pero no funciona. Monto y desmonto el latiguillo, lo soplo; esta libre. Monto y desmonto la pinza; la soplo; está libre. Monto y desmonto las conexiones, las soplo; están libres. El fallo tiene que estar en la bomba. Pruebo tapando la salida y noto presión, sin embargo el líquido no baja. Toco con un alambrito los orificios y uno de ellos no es un orificio, sino una excavación, porque no llega a perforarse con el alambre. El otro está completamente desobstruido. Salen burbujas al trastear con el alambre. ¿Habrá una comunicación del depósito con el exterior? Lo desmonto completamente. Bajo él un montón de arena de playa. Ya sé de donde viene la corrosión del aluminio: salitre puro. Lo limpio todo perfectamente y vuelvo a poner el depósito sobre la bomba, pero me aseguro de que exista estanqueidad poniendo un poco de Nural 28.

Vuelvo a montarlo todo y sigue sin funcionar. Cojo el pistón viejo y comparo con el otro montado. El segundo orificio, el que parece solo una muesca en el fondo, tiene que estar abierto. Meto el alambre con fuerza y aquello sigue igual. Con el convencimiento de tener absoluta razón me voy por una broca de 3 mm y le perforo el orificio. Si sale mal, compraré la pieza, ¡qué remedio...! pero esto tiene que ser asi.

Y así fue. En cuanto abrí la boca el liquido de frenos pasó a donde tenía que pasar, un poco más allá de la tórica final del pistón, con lo que podía ser empujado a través del circuito. Un problema arreglado. Solo quedaba sangrar el freno y ¡listos! Lo único malo es que entre desmontajes y montajes me había plantado en las dos de la tarde, y quedaban tantas cosas por hacer...
Ya preveía que no me iba a dar tiempo ni a limpieza de carburadores ni a cambio de aceites, así que desmonté el depósito, vacié la poca gasolina que aun le quedaba en el depósito de la R100 y me dispuse a sanearlo por dentro. Eché medio litro de salfuman (clorhidrico diluido) en medio deposito de combustible con agua (unos diez litros) y con una cadena de eslabones pequeños y lo mantuve un par de horas moviendolo de vez en cuando, de forma que el ácido y el roce arrancasen todas las posibles lascas de pintura cuarteada que tuviera en el interior. Después lo vacié y lo enjuagué abudantemente con agua del grifo, que la de Solares está muy cara.

Mientras se secaba había preparado medio kilo de resina de poliester con su catalizador. Sé que esta resina va bien porque la usé hace ya unos años en la R100RS, despues de haber comprobado que un trozo de resina solidificada metida en gasolina no se estropeaba.

Cuando empezó a catalizar la eché dentro del depósito (previamente se había secado totalmente al sol, y no tardó mucho, la verdad, porque hacía bastante calor);

unos cuantos movimientos para que la resina llegase a todos los rincones de la superficie interior del depósito y la tapizase.

y voilá: deposito nuevo para una buena temporada (al menos cinco años). Filtro nuevo para el grifo de la gasolina, y a otra cosa.

Con el depósito recien tapizado de plástico no era muy conveniente echarle gasolina, y ya era un poco tarde, así que de enredar con los carburadores, nada de nada; mejor para otro dia.
Vista así, medio desnuda, se me ocurrió ponerle las gomas que le faltaban para sujetar las tapas laterales, aunque tampoco voy a quitarle las bridas, que no es plan que se vayan cayendo.

Y ya puestos ¿por qué no darle un repaso a los tubos de escape? Un desmontaje rápido

Una racioncita de agua, jabón y limpiametales, y aspecto muy mejorado, aunque he visto que son candidatos a acabar pintados de negro, porque tienen muchas zonas con pequeños desconchones del cromado; podría hacer como hice con los de la R100RS: una mano de lija para arañar el cromado y un par de capas de pintura anticalórica. Ya veremos más adelante.

También le di una buena ración de limpieza a los colectores, pero no pude desmontar los tubos que los interconectan, de forma que tuve que hacerlo dandole vueltas alrededor del caballete. Estos no quedaron muy mal despues de la ración de algodón de acero y limpiametales.

Lo volví a montar todo y volví a darle con el limpiametales.

Y con esto acabé el dia, que quería que hubiese sido más provechoso, pero que se me complicó enormemente con la cuestión del freno. Me volví con la Sprint y las dejé allí a las dos solitas. Es la primera vez que duermen juntas, asi que lo mismo tengo suerte y consigo que se apareen y monto una fábrica.

Me fui a ver cómo estaba el huerto, y todavia no hay tomates; bueno, los hay, pero estan verdes. Están un poco tardíos, me parece a mi, señor hortelano.

En cambio sí que hay unas muy bonitas berenjenas y pimientos, de los que me llevé unas muestras.

El viaje de vuelta sin problemas, pero ya casi se me había olvidado cómo se lleva la Triumph.
A la mañana siguiente me quedaba un regustillo amargo de no haber hecho todo lo que quería haber hecho el dia anterior, que no era mas que montar el freno, limpiar y ajustar los carburadores y cambiar los aceites, así que me monté en la Triumph y en menos de lo que se tarda en contarlo estaba de nuevo en Ronda.
Empecé por el carburador izquierdo, que es el que pilla más a mano

El plan era: limpieza general externa e interna, cambio de membranas, de muelles de la campana y de todas las juntas (tóricas y de cartón). Los muelles nuevos son un poco más largos que los antiguos y tienen un poco más de resistencia.

Las membranas no estaban rotas, pero ya estaban algo estiradas, así que mejor las cambio y ya sé cómo las llevo. Para ponerlas hay que tener en cuenta que tienen una posición que hay que respetar, si no, no funcionarán. Los dos relieve de la membrana tienen que coincidir con la muesca del anillo de sujeción de la membrana

y con la del cuerpo del carburador.

A continuación cambié las juntas tóricas del gicleur de alta

del gicleur de baja

y del tornillo de mezcla, que, por cierto, es la mas dificil de cambiar.

Despues de esto ponemos a nivel las boyas de la cuba. Para ello ponemos el carburador al revés en una superficie totalmente horizontal y comprobamos que la linea resaltada en el flotador, la que señalo con la punta del destornillador, esté totalmente paralela con el borde de la cuba, con lo que conseguimos que se cierre el paso de gasolina en el momento adecuado, previniendo desbordamientos de la cuba.

El siguiente paso era cambiar las juntas del estrangulador del aire. Lo más importante aquí es ponerlo en la posición correcta. Con el aire abierto, es decir, en la posición de reposo, sin actuar sobre el estrangulador, su posición correcta es esta:

Cambio la tórica y la junta de cartón y vuelvo a montarlo en su posición correcta.

Ahora, cambiar la tórica del mecanismo de apertura de la mariposa. Marco la mariposa para saber cómo iba, que ya me ha pasado alguna vez que he dado unas cuantas vueltas para volver a montarla

y cambio la junta tórica.

Lo vuelvo a montar todo, encajo la campana en su sitio haciendo coincidir la marca del anillo externo de la membrana con la muesca del cuerpo del carburador

pongo el muelle nuevo y cierro, teniendo cuidado de no aprisionar la membrana. Después me paso al otro carburador y repito toda la operación, y al final todo queda montado en su sitio y en la mesa quedan los restos de la batalla.

Para acabar, quedaba un cambio de aceites. Me di un paseo con ella para calentar y mover los aceites y facilitar tanto la salida como el que fuera expulsada con él la mayor cantidad posible de impurezas.
Me quedaba ya poco tiempo para hacer todo lo que quería hacer: el cambio de aceite y darle un lavado rápido a la R65 para volverme con ella a Sevilla, y espero que de ahí haya venido el terrible fallo que he cometido. VAcié todos los aceites y volví a rellenar, o eso creía yo, todos los compartimentos que llevan aceite, lave la moto, le hice una foto a las dos que se quedaban y a la R65 limpita, y me fui corriendo para Sevilla.

Cuando llevaba aproximadamente 30 km empezó a sonar un ruido chirriante en el motor. Me paré a ver qué era y desapareció. Con el oido alerta seguí andando. Diez kilómetros mas allá vuelve a aparecer el ruido: metálico, como de roce. Cambio a cuarta y desaparece. Pienso que se me está yendo un cojinete de la caja de cambios, ya que solo aparece el ruido cuando voy en quinta. Ruego porque llegue a Sevilla entera, sigo en cuarta y unos pocos kilómetros mas allá empieza a chirriar tambien en cuarta, y en tercera, y en segunda. Me paro en una venta y me pongo a hacer memoria: no he echado aceite en la caja de cambios. He echado en todas partes menos ahí. Con razón me había sobrado aceite, cuando yo pensaba que me iba a ir justito... Abro el tornillo de llenado, y efectivamente, ni gota. Llamo a mi mujer que venga a recogerme a Montellano y se traiga un litro de SAE 90, pero en domingo me extraña que lo encuentre en una gasolinera. Tarda hora y media en venir. Se me hace eterna la espera. Cuando llega no ha encontrado el aceite. Nos montamos en el coche y nos vamos a Ronda, cogemos una botella de SAE 90 y volvemos a Montellano. Tiro la moto al suelo y con un embudito que se había traido Maricruz lleno el carter. Arranco la moto y no hace nada de ruido. Buena señal. Nos volvemos a Sevilla; la moto va bien, no parece que se haya roto nada, pero de todas formas, cuando le cambie nuevamente el aceite la semana que viene veré si hay mucha viruta o si solo ha sido ruido.
De todas formas, lo que sí he comprobado es que estas motos son excepcionales: 60 km sin aceite en la caja de cambios no los hace cualquier moto...
Por cierto, todo aquello de que se quedaba sin gasolina en altas ha desaparecido completamente. La moto va fenómenal a 6500 rpm, sin hacer cosas raras por falta de gasolina, como al principio. Lo que sí he notado es que estan desequilibradas las ruedas. Como cambiaré próximamente el neumatico trasero, aprovecharé para pintar la llanta y equilibrarla.

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