domingo, 26 de abril de 2009

127.- NEUMATICOS NUEVOS Y ALGUNA OTRA COSILLA

Ayer sábado me levanté temprano y dispuesto a hacer cosas, como casi todos los sábados, y si me apuran, como casi todos los días. Me acompañaba Maricruz, que quería darse un paseo en moto y estrenar la nueva cámara de fotos (una Panasonic DMC FZ28 la hermana mayor de la que tenía, la Panasonic DMC FZ8, que pasa a mi hijo y él me devuelve mi IXUS de 2,3 megapixeles).
Salimos temprano, con un día fresco pero que prometía mejoría, aunque luego no fue así, también como casi todos los sábados. Antes de salir, y mientras esperaba a mi mujer, pinté la pluma que había aparejado el otro día. No ha quedado del todo mal, aunque falta por quitar la pintura del anillo que separa el cuerpo del capuchón.

La Sprint, como siempre... es una magnífica moto y da gusto ir con ella; tiene potencia de sobra y es capaz de llevarte (a velocidad legal, off course) a cualquier sitio, ya sea solo o acompañado, con equipaje o sin él. Total que después de un ratito estabamos en Ronda. Ya habían llegado las gomas que encargué el otro dia para las llantas de la BMW que pinté en gris. Eran dos neumaticos Continental que desconozco totalmente, y que he elegido basándome exclusivamente en el precio y en el dibujo, cosa que está muy mal hecha, pero alguna vez hay que empezar a probarlos, vamos, digo yo. El precio bastante bueno; los dos neumaticos me han costado 139 euros puestos en casita, y el dibujo me parece bastante clásico. Ya veremos como se comportan en cuanto a duración, agarre, deformación, etc.

Una vez en Ronda, y desembalados los neumáticos, lo primero era montarlos. Sin mucho esfuerzo acabaron en su sitio.

El siguiente paso era poner los discos a las llantas, pero antes convenía darles un lavado y desengrasado con ese jabón tan bueno que hace mi menda.

Una vez bien limpios, que casi se podía escuchar a Manolo Escobar pasando una aguja por encima, a montarlos; primero en la rueda trasera

y después en la delantera. Por cierto, el apriete de los tornillos de sujeción es de 23-24 Nm y los tornillos traseros llevan una chapa que hay que doblar y ajustar a la cabeza para impedir que puedan aflojarse por las vibraciones, aunque esta moto no vibra casi nada, por lo menos a velocidad legal. En circuito, cuando las rpm pasan de las 3 de la tarde en el cuenta rpm, sí que vibra...
El siguiente paso, una vez puestos todos los pesos que tiene que llevar la rueda, es equilibrarla para evitar, entre otras cosas, esas vibraciones que decíamos antes. A quien le interese cómo se equilibran, ya lo expliqué antes y no tiene más que asomarse al enlace.

Se equilibró con solo 5 gramos, lo que nos habla de lo bien puesta que está (eso es un pegote mio ¿eh?).
Con la delantera seguí los mismos pasos: ponerle los discos y equilibrarla, pero ésta precisó algo más de peso: 17 gramos.

Es curioso que ha coincidido que los dos puntos menos pesados de las ruedas estaban junto a la válvula.
Para acabar con las ruedas solo quedaba darle un repaso a los cojinetes, que después de la experiencia de Joeseph yendo a Vinuesa, mejor llevarlos engrasados. Lo primero que hay que hacer es extraer el distanciador y después el reten, lo que se logra con un destornillador, haciendo un poco de palanca, sin demasiado esfuerzo. Acto seguido, metiendo el dedo se extrae fácilmente el rodamiento, quedándose dentro la pista del cojinete.

En este caso quedaba algo de grasa, pero con tal cantidad de porquería que mejor limpiarlo todo muy bien.

y revisar la pista del cojinete, previa concienzuda limpieza, por si estaba marcada, cosa que no ocurría.

A continuación, un buen pegote de grasa bien repartido por todo el interior y por los rodamientos

y volver a montarlo todo en orden inverso a como lo desmontamos, teniendo la precaución de seguir añadiendo grasa después de cada pieza. Es barata, no hay que ser tacaños con ella.

Para acabar, intermediando una llave de vaso del tamaño adecuado se golpea ligeramente sobre el retén para llevarlo a su sitio.

Uno de los cojinetes de la rueda delantera no tenía muy buena pinta; estaba muy seco y había algunos restos de óxido, por lo que lo mantendré vigilado por si empieza a dar la lata, pero eso será cuando monte estas ruedas en la BMW, porque los Bridgestone que lleva puestos aun tienen que hacerse unos cuantos kilómetros antes de entregar la cuchara, o la válvula, o lo que entreguen los neumaticos en su despedida de este mundo.

Con esto se acabó el trabajo con las ruedas, que volvieron a su sitio ¡Anda que no tienen pinta de clásicas...!

Ni que decir tiene que de aparejar, de pintar, de hacer algo que exija un mínimo de calma en la atmósfera, nada de nada. Todo el día una ventolera de mucho cuidado, incluso con descenso acusado de la temperatura a lo largo de la jornada, de forma que el fresco de por la mañana se hizo mas fresco a mediodía, incluso con el sol fuera, y en frío por la tarde.
Tenía las tres motos sucias, porque últimamente estaba perdiendo esa buena costumbre de dejar limpia la que se quedaba, de forma que siempre me llevaba una moto impoluta para ensuciarla durante la semana y dejarla descansando bien limpita. Pero tampoco me iba a pegar el palizón de limpiarlas a las tres, así que dejé la Hondita con sus cuatro mosquitos en el faro (como no tiene carenado ni nada, se ensucia menos) y le di un buen fregado a la BMW, que se venía conmigo para Sevilla, y a la Sprint, que se quedaba.

Hay quien dice que no se deben mojar las motos, pero teniendo cuidado de que no entre agua en los tubos de escape, protegiendo las partes eléctricas con una bolsa de plástico, y sobre todo, secándolas muy bien después, no hay mucho problema.
Acabada la toilette, me fui a la Hondita y le añadí un adminículo que no debe faltar en las motos, especialmente en las que montan neumáticos sin cámara: un reparador de pinchazos. Si, ya sé que hoy dia los seguros de asistencia en carretera... pero si me apaño yo solo, me ahorro tener que esperar a nadie, quedarme tirado, etc., etc. La Hondita lleva un compartimento en el colín, junto a la bandeja de las herramientas, muy apropiado para esto. Ni que decir tiene que cuando compré esta moto tenía como únicas herramientas una llave de bujías y una llave no sé si 12-17 ó algo así. Lo demás se lo he ido añadiendo según he visto sus necesidades, de forma que ahora tiene una bolsa de herramientas como para defenderse un poco en caso de avería.

Y de la Honda me fui a la OSSA. Intenté ponerle el cable de acelerador, del que me faltaba un perrillo, porque el que había comprado el otro día era demasiado grande para este puño del gas. Y mi gozo en un pozo, porque el nuevo también seguía siendo grande. Probé a cortarle la cabeza del tornillo, una vez apretado contra el cable, pero no funcionó el invento. Me temo que voy a tener que ponerle un nuevo puño de gas. A ver si encuentro uno con pinta de antigüito... Mientras tanto, le puse el cable del freno trasero, que era algo que tenía que haber puesto antes de montar todas las cosas que he montado, porque para engancharlo en su sitio tiene guasa...

Afortunadamente he podido ponerlo sin tener que desmontar nada. Cada vez me queda menos, y ese menos son las ruedas, que estan francamente mal, pero no consigo encontrar unas llantas adecuadas. Como me mosquee mucho le voy a poner las ruedas como están, por lo menos para poder moverla sin tener que llevarla en brazos como hago ahora.
Y aqui no se acabó el dia, que ya habrá alguno que se haya aburrido leyendo y se haya cambiado a otra página mas divertida... Despues de todo lo anterior me puse con el aparejo (se me ha metido la palabra, tanto que hasta sueño con el dichoso aparejo, y eso porque no acabo de ver el dia de pintarlo todo, porque me siguen asaltando un monton de dudas con la pintura, tanto en lo relativo a su aplicación correcta como en cuanto a cómo pintar, estéticamente hablando. En principio, los proyectos son dos: uno de moto roja con las piezas que ya tengo aparejadas, y otro de moto negra con las piezas que tiene montadas ahora mismo (las blancas suyas de toda la vida, vamos) pero dependiendo de cómo quede el proyecto rojo, porque lo que no voy a hacer son dos chapuzas en vez de una. El proyecto rojo tampoco lo tengo muy claro, porque va a ser un rojo vivo, posiblemente un rojo Ducati o un rojo Ferrari, pero no tengo decidido aún si con las rayas blancas o negras. Quedará de alguna de estas dos maneras:

Y el proyecto negro, si llega a realizarse, quedará de alguna de estas dos formas:

Como decía, la siguiente tarea del día fue repasar las piezas que estaban aparejadas con una lija de agua del 1000.

Poco a poco fueron repasadas todas las piezas; algunas ya estaban francamente bien, no apreciándose irregularidades al tacto, pero aun así se llevaron su penúltimo repaso antes de la pintura.

Sin embargo en alguna pieza encontré algún defecto mosqueante

pero con un poco de lija mas gorda y de nuevo la de 1000, todo solucionado, aunque habrá que poner otro poco de masilla y volver a aparejar la zona (ya decía yo que era el penúltimo...).
Acabado el lijado y el lavado, todas las piezas al secadero.

Y mientras se secaban se me ocurrió cambiarle los escapes a la BMW y volver a ponerle los Hoske, que ya estaba empezando a estar harto de ir calladito por la calle. La subí a la mesa en un momento y me puse con ella: aflojar los tornillos y la abrazadera, sacar el silencioso y montar el otro. Primero en un lado

y después en el otro

Un poquito de limpiamuebles para quitar las manchas de secado del agua (tiene mucho hierro y mucha cal) y dejar un poco de brillo, y a la calle con ella.
Y para acabar la tarea, que ya estaba bien por hoy, un buen lavado a los tubos de escape para no guardarlos sucios.

Y ya solo quedaba encerrar a la Hondita, y ¿qué mejor forma de encerrarla que llevándosela toreada...? Observese la apuesta figura del maestro del toreo que se ha perdido el mundo.

La vuelta, en la BMW, todo un placer. No es la Sprint, pero me gusta muchísimo, y encima, con la tarde que nos hizo, en cualquiera de las otras dos nos habríamos quedado helados: viento fortísimo, temperaturas muy bajas y nosotros vestidos de verano, pero allí estaba ella con su magnífico carenado cubriéndonos para que llegáramos bastante mas sanos que los que han vuelto del fin de semana de Méjico en avión que se han traído la gripe porcina.
Esta semana intentare aprovechar algún día para adelantar la pintura, que esto empieza a parecerse a las obras de El Escorial.

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