Ayer sábado me levanté temprano y dispuesto a hacer cosas, como casi todos los sábados, y si me apuran, como casi todos los días. Me acompañaba Maricruz, que quería darse un paseo en moto y estrenar la nueva cámara de fotos (una Panasonic DMC FZ28 la hermana mayor de la que tenía, la Panasonic DMC FZ8, que pasa a mi hijo y él me devuelve mi IXUS de 2,3 megapixeles).
Salimos temprano, con un día fresco pero que prometía mejoría, aunque luego no fue así, también como casi todos los sábados. Antes de salir, y mientras esperaba a mi mujer, pinté la pluma que había aparejado el otro día. No ha quedado del todo mal, aunque falta por quitar la pintura del anillo que separa el cuerpo del capuchón.

La Sprint, como siempre... es una magnífica moto y da gusto ir con ella; tiene potencia de sobra y es capaz de llevarte (a velocidad legal, off course) a cualquier sitio, ya sea solo o acompañado, con equipaje o sin él. Total que después de un ratito estabamos en Ronda. Ya habían llegado las gomas que encargué el otro dia para las llantas de la BMW que pinté en gris. Eran dos neumaticos Continental que desconozco totalmente, y que he elegido basándome exclusivamente en el precio y en el dibujo, cosa que está muy mal hecha, pero alguna vez hay que empezar a probarlos, vamos, digo yo. El precio bastante bueno; los dos neumaticos me han costado 139 euros puestos en casita, y el dibujo me parece bastante clásico. Ya veremos como se comportan en cuanto a duración, agarre, deformación, etc.


El siguiente paso, una vez puestos todos los pesos que tiene que llevar la rueda, es equilibrarla para evitar, entre otras cosas, esas vibraciones que decíamos antes. A quien le interese cómo se equilibran, ya lo expliqué antes y no tiene más que asomarse al enlace.
Con la delantera seguí los mismos pasos: ponerle los discos y equilibrarla, pero ésta precisó algo más de peso: 17 gramos.
Para acabar con las ruedas solo quedaba darle un repaso a los cojinetes, que después de la experiencia de Joeseph yendo a Vinuesa, mejor llevarlos engrasados. Lo primero que hay que hacer es extraer el distanciador y después el reten, lo que se logra con un destornillador, haciendo un poco de palanca, sin demasiado esfuerzo. Acto seguido, metiendo el dedo se extrae fácilmente el rodamiento, quedándose dentro la pista del cojinete.


Tenía las tres motos sucias, porque últimamente estaba perdiendo esa buena costumbre de dejar limpia la que se quedaba, de forma que siempre me llevaba una moto impoluta para ensuciarla durante la semana y dejarla descansando bien limpita. Pero tampoco me iba a pegar el palizón de limpiarlas a las tres, así que dejé la Hondita con sus cuatro mosquitos en el faro (como no tiene carenado ni nada, se ensucia menos) y le di un buen fregado a la BMW, que se venía conmigo para Sevilla, y a la Sprint, que se quedaba.
Hay quien dice que no se deben mojar las motos, pero teniendo cuidado de que no entre agua en los tubos de escape, protegiendo las partes eléctricas con una bolsa de plástico, y sobre todo, secándolas muy bien después, no hay mucho problema.
Acabada la toilette, me fui a la Hondita y le añadí un adminículo que no debe faltar en las motos, especialmente en las que montan neumáticos sin cámara: un reparador de pinchazos. Si, ya sé que hoy dia los seguros de asistencia en carretera... pero si me apaño yo solo, me ahorro tener que esperar a nadie, quedarme tirado, etc., etc. La Hondita lleva un compartimento en el colín, junto a la bandeja de las herramientas, muy apropiado para esto. Ni que decir tiene que cuando compré esta moto tenía como únicas herramientas una llave de bujías y una llave no sé si 12-17 ó algo así. Lo demás se lo he ido añadiendo según he visto sus necesidades, de forma que ahora tiene una bolsa de herramientas como para defenderse un poco en caso de avería.
Y aqui no se acabó el dia, que ya habrá alguno que se haya aburrido leyendo y se haya cambiado a otra página mas divertida... Despues de todo lo anterior me puse con el aparejo (se me ha metido la palabra, tanto que hasta sueño con el dichoso aparejo, y eso porque no acabo de ver el dia de pintarlo todo, porque me siguen asaltando un monton de dudas con la pintura, tanto en lo relativo a su aplicación correcta como en cuanto a cómo pintar, estéticamente hablando. En principio, los proyectos son dos: uno de moto roja con las piezas que ya tengo aparejadas, y otro de moto negra con las piezas que tiene montadas ahora mismo (las blancas suyas de toda la vida, vamos) pero dependiendo de cómo quede el proyecto rojo, porque lo que no voy a hacer son dos chapuzas en vez de una. El proyecto rojo tampoco lo tengo muy claro, porque va a ser un rojo vivo, posiblemente un rojo Ducati o un rojo Ferrari, pero no tengo decidido aún si con las rayas blancas o negras. Quedará de alguna de estas dos maneras:


Acabado el lijado y el lavado, todas las piezas al secadero.
Y para acabar la tarea, que ya estaba bien por hoy, un buen lavado a los tubos de escape para no guardarlos sucios.
Esta semana intentare aprovechar algún día para adelantar la pintura, que esto empieza a parecerse a las obras de El Escorial.
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