Hoy es el día de la Patrona de Ronda, la Virgen de la Paz. Para empezar, muchas felicidades a todos mis paisanos rondeños y a todas las Mary Paz, Pacita, Paz, etc., y para seguir, no había caído en la efemérides y me he encontrado con todo cerrado, de forma que una de las cosas importantes que tenía que hacer hoy, la que más, no he podido llevarla a cabo. El último día me había cargado la goma trasera de la Sprint en un fallo estúpido al ajustar la tensión de la cadena, de forma que hoy tocaba cambiarla. La rueda trasera de la Sprint, con las herramientas que tengo, me es muy difícil destalonarla, y aunque lo consiga me cuesta la vida entera quitar la goma vieja sin dañar la llanta, de forma que cuando toca sustituirla me quito de problemas y la llevo a un taller de neumáticos a que me la cambien, aunque el equilibrado lo siga haciendo yo. Obviamente, al estar todo cerrado no he podido llevarla al taller, así que me he tenido que entretener en otras cosas. Para empezar me he hecho un ratito de quemar rueda. ¡Total, si ya la voy a tirar, voy a intentar hacer eso que hacen por ahí y que tan divertido les resulta! Es fácil; solo hay que quitar peso de la rueda trasera mientras se acelera; para ello se aprieta el freno delantero, se mete primera y se acelera un poco, con lo que la moto hunde la horquilla y echa todo el peso en la parte anterior; solo queda acelerar un poco más bruscamente, de forma que no traccione la rueda posterior, y ahí queda eso: una humareda apestosa. Incluso puede uno soltar la mano izquierda y saludar. Lo mas difícil de todo es poner la cámara en disparo automático y hacer todo eso antes de que dispare. Pero hablando ya en serio, no vuelvo a hacerlo más, que es una macarrada auténtica, aunque por probar una vez...
He aprovechado que el espacio trasero se quedaba totalmente diáfano para darle un buen limpiado a la cadena y a todo el basculante monobrazo por dentro, que después, con la rueda puesta, cuesta bastante más.

He seguido con la OSSA. Ya he visto cómo iba el cableado, aunque para dos cables y medio que lleva, tampoco hacía falta ningún esquema. Solo había que meter los cables por los agujeros del faro


Maya, la Honda, es la que mejor se lo pasa estos días. No hace más que recibir mimitos de todo el que llega. Todo el mundo se sube, la mueve, la arranca, se da un paseito por el carril... Para muestra, un botón: Maricruz se atreve sola con ella, y ya le va pillando los pesos.



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