Hoy tocaba poner la placa de diodos a la BMW. Se la había encargado a Maxboxer a principios de semana porque estaba ya harto de que la moto no cargase. Ya le había cambiado el regulador y había puesto el alternador de la otra BMW, la que espera un milagro de la Primitiva para que la eche a andar en forma de superpepino (café racer), y aquello no iba; lo máximo que llegaba a marcar el voltímetro, y eso yendo a velocidades de las que harían que el pobre Pera se tirase de su cursi barbita de recaudador de impuestos de novela barata (en Portugal, que no aquí en España, donde siempre voy a velocidad legal) eran 13,5 voltios, pero aquello significaba que la batería se cargaba únicamente en viajes largos; eso de hacer 20 kilómetros y tenerla cargada era una cosa que solo le pasaba a los demás; yo, para cargarla, tenía que hacer un mínimo de 200 kilómetros. En ciudad había que andar ahorrando luz (faro apagado, e incluso piloto de posición, frenar con el motor para que no se encendiese el piloto, no pitarle a los malos... un desastre, vamos) y a pesar de eso, en cuanto estaba trajinando por ciudad un par de días, ya se sabe, arrancar, parar, semáforo, volver a arrancar... la batería se venía abajo y una mañana cualquiera el motor de arranque decía que no podía mover el plato y que ahí me quedaba. Desmontar batería, llevármela a casa y tenerla en carga un día entero para tres días después volver a repetir la operación. Pero eso se acabó. Como decía al principio, le pedí a Maxboxer una placa de diodos a principios de semana, y como este Javier Minchán es como es, al día siguiente la tenía en casa, y eso que me la mandó por correo normal, que si me la llega a mandar por SEUR o MRW o alguna de esas, me llega a la hora y media. ¡Bravo por Minchán!
Bien, además de arreglar el tema eléctrico de la alemanita tocaba seguir adecentando a la japonesita (esto empieza a parecerse a la ONU); ya tenía las pegatinas de CB 250 y tocaba ponerlas. Si, he dicho bien, de CB 250, porque no he encontrado a precio razonable las de CB 750 o de CB sevenfifty (de todas formas éstas no me gustan mucho), y con un par de toques de bisturí se transforma el 2 en un 7, y la moto queda así de bien:
Después de esto me fui por la OSSA, que se había quedado la semana pasada encima de la mesa para que le trasteara algo. Le he puesto algunos cables, los mandos de luces, la bobina y la pipa de la bujía pero no me acordaba bien de cómo iban las conexiones de dentro del faro, así que lo he dejado para cuando tenga delante el esquema eléctrico, que, incomprensiblemente, no está en el ordenador de Ronda.




Con el motor a pocas revoluciones (casi al ralentí) marca 12,5 v. Eso es bueno. Antes, a esas revoluciones si llegaba a marcar 11 v ya me podía dar por satisfecho.





Bueno, pues ya le había metido mano a la OSSA, la Honda y la BMW. Solo quedaba la Triumph, que era la que me iba a llevar de vuelta. Lo único que había que hacerle era darle un buen fregado, que está asquerosa, y quitarle un poco de tensión de la cadena de transmisión secundaria, que el otro día la dejé demasiado tensa. Lo del fregado lo he dejado para otro día, que está muy fría el agua, y en cuanto a los de reducir la tensión de la cadena, lo hice, pero como está uno haciendo catorce cosas a la vez, y encima pensando en otras cosas, se me olvidó volver a apretar el tornillo que inmoviliza la rueda. Me explico: esta moto lleva un basculante monobrazo, y el tensado de la cadena se hace soltando un tornillo que fija la rueda y girando con una llave "en C" una excéntrica que aproxima más o menos la rueda al motor, con lo que la cadena se tensa o se afloja. Bueno, pues la puse a su distancia correcta, pero se me olvidó volver a apretar el tornillo, con lo que la rueda se quedó suelta, pudiendo moverse hacia adelante o hacia atrás, pero de eso me di cuenta después, claro.
Me lavé las manos a conciencia, que se coge mucha porquería en un día de trabajo, me puse la ropa de moto, cerré y me fui. Como el tornillo debió quedarse algo apretado, no noté nada en los primeros kilómetros, pero cuando iba por el Cupí, una zona de curvas enlazadas preciosa a unos diez o doce kilómetros de Ronda, empecé a notar primero que la moto se frenaba un poco; enseguida olor a quemado y en una de las miradas al retrovisor, una nube de humo. Me paré inmediatamente y me dí cuenta del desaguisado. La rueda se había ido totalmente hacia adelante y los tornillos de la pieza que sujeta el guardabarros se habían clavado en el neumático haciéndole dos surcos bien profundos. Me eché a un lado de la carretera, donde vi que había menos peligro y desmonté todo el sistema. El resultado es que el guardabarros está totalmente perdido; se ha quemado, y tengo que poner uno nuevo. Ademas, el neumático está para tirarlo; de todas formas estaba ya en el ultimo tramo de su vida, incluso ya tenia en casa el nuevo. La goma se ha quedado tal que así:
Mientras intentaba desmontar todo el sistema de guardabarros-guardacadenas, pasaron del orden de treinta o cuarenta motos en grupos mas o menos cortos; son de esos moteros que solo salen los fines de semana que hace solecito para que no se les vaya a ensuciar su mono Dainese ultimo modelo y que suelen hacerse media hora de carretera y ocho de bar; de esos que nunca me encuentro cuando yo salgo porque los días de frío cogen el coche o se quedan en casa pendientes del fútbol. Bien, pues ninguno hizo siquiera un gesto de preguntar si necesitaba ayuda, que, por cierto, la hubiera agradecido, por lo menos para avisar a los coches que venían de que había un pobre hombre intentando quitar tornillos con unas herramientas de pena en el arcén. Me ha parecido encantadora la solidaridad motera de esta gente. La de veces que me he parado a preguntar si necesitaban ayuda los que estaban parados en el arcén... ¡Qué gentuza! Pues eso, que muchas gracias a todos los que pasasteis a eso de las 5 de la tarde por aquella zona a 10-12 kilómetros de la carretera de Ronda a Sevilla y visteis a un motero intentando arreglar una Triumph Sprint roja en el arcén. Aunque yo no lo haré, que he mamado este mundo de otra forma muy distinta, espero que si alguna día os hace falta, os paguen con la misma moneda.
Total, que al final desmonté todo el guardabarros, tensé la cadena y pude volver a Ronda a coger nuevamente la BMW para volverme a Sevilla. Así he podido comprobar que el voltímetro incluso llega a los 17 v. Había vida más allá de los 13,5 v. Incluso estoy pensando en venderle a Endesa el excedente de energia eléctrica...
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