No estaba el día para florituras. Aunque en Sevilla, y cerca, decía el mapa del tiempo que no iba a llover, solo con asomarse al radar ya veía que me iba a caer la mundial de aquí a Ronda, pero ¿qué queréis que os diga? Me gustan las motos y todavía estoy lo suficientemente joven y voy bien equipado como para que el agua y el frío me importen un pimiento. Además, si no conduces en agua nunca aprenderás a conducir en agua; eso no se aprende conduciendo en seco. Con estos mimbres me dispuse a darme un paseo: llevar la R65 a Ronda y traerme la R80R a ver cómo va la caja de cambios recién reparada.
Me he vestido como para invierno crudo y el resultado ha sido que hasta que me he montado en la moto he sudado la gota gorda. Después me he alegrado, que en cuanto pasé de Cuatro Mojones hacía bastante frío. Me empezó a llover en El Coronil y no me ha dejado de llover hasta Ronda. La R65 iba bien hasta poco antes del Puerto de Montejaque, en que empecé a notarle que tiraba poco, que no subía de vueltas con facilidad. El puerto le ha costado bastante, e incluso me ha pasado un coche, cosa que no ocurría desde tiempos inmemoriales. Me suena a que se ha ido una de las membranas de los carburadores, pero chorreando como llegué no tenía ganas de desmontar nada, así que queda pendiente para el próximo dia.
La R80R estaba esperando y le ha costado arrancar; se ve que la humedad no le gusta demasiado. Así y todo me he vuelto con ella y el viaje ha sido muy agradable. Ya no me acordaba de lo bien que tumba esa moto ¡si es que tiene chasis! Nos hemos mojado hasta Puerto Serrano, y desde allí hasta casita ni una gota de agua. No he notado que la caja de cambios haya protestado lo más mínimo. Mañana me asomaré a ver si tiene pérdidas de aceite por el retén del secundario.
No; no hay fotos. Si saco la cámara se me moja y es capaz de cortocircuitarse y todo. Otro día será.
El otro día, allá por septiembre, en la fiesta de cumpleaños de Miki, arranqué la R100GS a patada pero mientras estaba con la pata lateral apoyada en el suelo. Lógicamente la moto arrancó sin problemas, que para eso está muy a punto, pero la pata se resintió, vamos, que se dobló un poquito bastante, así que tocaba arreglarla, que se quedaba fea y hasta molestaba para cambiar.
He estado pendiente de cuando podía subirla a la mesa, que ha estado muy ocupada ultimamente con cajas de cambios y otras cosas, porque eso de andar agachándose a mi edad no está bien y ayer, por fin, le tocó. Pero vamos a los preliminares.
Me fui a Ronda a eso de las nueve de la mañana, con un día casi primaveral pero con el suelo mojado por lo que había caído la noche antes. Llevaba la R100GS, que se porta la condenada. Es fácil de llevar, es dulce, tumba lo que quieras, frena... (lo que frena)...y en cuanto te metes en la parte en que el paisaje empieza a arrugarse da gusto ir con ella. Llegué a Ronda y lo primero que había que hacer era sitio para subir la GS a la mesa, así que todas (casi) a la calle y la GS a la mesa.
Antes de nada tenía que arreglar la cerradura del baúl. El bombín estaba suelto y había que sujetarlo con dos pequeñas puntillas, pero como el pobre ya está muy dado de sí y acaba expulsando las puntillas que le pongo, esta vez las fijé con un poquito de masilla epoxi.
Seguidamente, a la pata. Hacía tiempo que no desmontaba una pata de estas y, la verdad, ni me acordaba de cómo era, así que empecé por donde me dijo la intuición en vez de pensar un poco. Lo primero: si hay una arandela de retención o circlip, pues a quitarlo.
Con eso se queda libre el cilindro que en teoría sale por detrás, siempre que no esté el tubo de escape. En el otro lado hay otra arandela de retención, pero preferí quitar el colector con tal de no hacer posturitas raras con los alicates de puntas y de paso pongo un poquito de grasa de cobre marca Spinner en las uniones.
Se quita la unión entre los colectores aflojando estos dos tornillitos tan monos y desplazando la unión.
Se aflojan la tuerca de sujeción del colector a la culata
y la unión del colector a la "Y".
Con esto, además de darme cuenta de que todo tiene una gran cantidad de porquería, consigo extraer el colector.
Y eso me permite sacar el cilindro.
Ya solo me quedaba buscar un punto de apoyo y una barra para hacer palanca, cosa que no fue facil, porque ninguna me permitia encajar la barra dentro, pero finalmente encontré una y pude enderezarla.
Y ya solo quedaba repetir los pasos al revés, aprovechando para engrasar adecuadamente el cilindro. La pata ha quedado bastante mas recogida y ya no molesta.
Un poco de grasa de cobre a las juntas de los colectores (por supuesto, marca Spinner) y a volver a montarlo todo.
Dejo la moto pendiente de una buena limpieza para el próximo día, porque ayer la limpieza le tocaba a la R100R, que como recordareis había estado en dique seco caso medio año y había sufrido el cambio de la caja de idem la semana pasada.
Una vez bien petroleada y lavada la R80R me fui a probarla a Ronda. Parece que la caja de cambios funciona bien, suave y sin problemas. No he visto que tire aceite por el retén del secundario, aunque tampoco he hecho muchos kilómetros, apenas veinte. La tendré en observación.
Para acabar, que el día se había vuelto bastante gris y me estaban entrando ganas de volverme a Sevilla y llegar seco, volví a guardarlas a todas.
Fuera me esperaba la Sprint, con la que posiblemente me vaya a Santiago a mediados de diciembre si el tiempo acompaña un poco.
Puede ser un bonito viaje, sobre todo porque lo haré solo, y las impresiones que me dio la moto ayer, volviendo a Sevilla, fueron muy, muy agradables, Y es que cuando uno va solo lleva menos responsabilidad (la mitad) y la conducción se vuelve mucho más suelta.
Pues sí, fue allá por la Alfarnatentreffen de este año (ha llovido tela) cuando se estropeó la caja de cambios de la R80R. Tuvimos que desviarnos del camino que hacíamos con los Mirlos, llegarnos a Ronda, dejarla allí y coger otra moto para llegar a Alfarnate.
Aunque he escrito poco en este tiempo, no por ello he dejado de trabajar. La caja de cambios se desmontó con la ayuda de Robemumoto y se comprobó que se había ido el cojinete del eje secundario. Se cambiaron todos los cojinetes y se pusieron retenes nuevos, e incluso dio un poco la lata con alguna pieza que no se quedó totalmente en su sitio, pero todo se arregló, lo que pasa es que ni una foto y la verdad es que tenía que haber fotografiado todo el proceso de reparación de la caja de cambios, pero se me ha ido en blanco. Claro que en mi descargo tengo que decir que es que se ha hecho en varios sitios: se abrió en casa de Roberto, se sacaron los cojinetes en Ronda, se volvió a montar la caja en mi cuarto de estudio en Sevilla, con peligro de incendio por la de papeles que hay allí, se cerró dos veces, ambas en casa de Roberto... Más viajada que el baúl de la Piquér. Por fin la caja de cambios estuvo lista para ser montada y ayer me llegué a Ronda para montarla. La puse en una caja de vinos y la até en el asiento trasero de la R100RS, y allá que nos fuimos a las nueve de la mañana con buena temperatura para la época del año en que estamos. Por cierto, ocupa bastante más sitio la caja de cambios que Maricruz, porque me llevaba bastante apretado contra el depósito. A las diez y media ya estaba haciendo los preliminares de encender el ordenador, enchufar el compresor de aire y lavar la visera del casco, y pocos minutos después ya tenía media moto desmontada.
Asiento, depósito, cachas laterales, filtro del aire (con esto ya tenemos quitados dos tornillos de sujeción de la caja de cambios al bloque motor) y jaula de la batería estaban fuera en nada. Bueno, la jaula de la batería no, que para sacarla hay que quitar el guardabarros trasero, así que se quedó suelta.
Y enseguida a quitar los tornillos de la cruceta y el eje secundario. No se resistieron mucho, la verdad.
Estos tornillos conviene ponerlos nuevos cada vez que se remueven.
Seguidamente, a quitar el eje del basculante, que son dos semiejes sujetos con tuercas de fijación que requieren de una llave de vaso de pared rebajada. Con esto podremos mover la rueda trasera y el basculante para poder extraer sin daños la varilla de embrague, que se dobla con facilidad si nos equivocamos.
Seguidamente quité el tornillo de sujeción inferior del amortiguador para poder mover el basculante hacia atrás, y tambien la tiranta del paralever.
Desde el lado derecho de la moto, con una llave larga empujo la palanca del embrague hacia adelante y saco el cable del embrague de su enganche.
Quito el tornillo pasador de la palanca de embrague y la saco.
Aflojo la brida de la caperuza de goma y la extraigo junto con el muelle y el émbolo empujador.
Tras mover un poco hacia atrás el basculante puedo sacar la varilla del embrague sin miedo a que pueda doblarse al extraer la caja de cambios. Todo esto lo limpio bien y lo dejo reservado para colocarlo después con un poco de grasa.
Ahora quito el pasador que fija la articulación de la palanca de cambio.
Y ya solo e queda quitar los dos tornillos inferiores que sujetan la caja de cambios al bloque motor para dejarla suelta. La giro un poco para poner al alcance el sensor de punto muerto para desconectar los dos cables. Con esto ya puedo extraer la caja de cambios y meter la nueva, y ya solo queda seguir los pasos inversos: poner los dos cables del sensor de punto muerto,
colocar los dos tornillos inferiores de sujeción de la caja de cambios, colocar la caja del filtro con los tres tornillos que la fijan a la caja de cambios y al bloque motor y poner todas las gomas y conductos de ventilación del motor en su sitio.
Recolocar el carburador izquierdo y la jaula de la batería.
Vuelvo a meter los pivotes que hacen de eje del basculante en su sitio, coloco el amortiguador en su sitio y el tirante del paralever en el suyo y aprieto los pivotes, una vez centrado el basculante, a 15 Nm. Más tarde coloco las tuercas de retención a su par, que no recuerdo muy bien cual era y no tengo ahora mismo el libro para verlo.
Con esto me voy a la cruceta y dejándome los dedos coloco los cuatro tornillos que la sujetan al eje secundario, apretando a su par, que creo recordar que eran 220 Nm o algo así, pero que con la corrección de la herramienta que hay que usar para darle su par se quedaba en unos 95 Nm aproximadamente.
Coloco la batería y engancho sus cables: primero el positivo y después el de masa. Coloco tambien el cable del reenvio del cuentakilómetros y el desconectador de batería, y finalmente pongo el filtro del aire y cierro la caja del filtro.
Lleno la caja de cambios con 800 cc de valvulina SAE 90, que no veáis lo que tarda en pasar por ese embudo y ese tubo tan canijo...
y me voy fuera, donde están la R100RS esperando al solecito,
Rommel y Piña jugando ¡eso es llevarse bien!,
y una serpiente que se ha encontrado mi hermano y que parece culebra pero no lo tenemos muy seguro, así que mejor no meterse con ella.
Cuando acaba de pasar el aceite coloco el depósito y las tapas laterales. Arranco la moto a la segunda (se ve que no había bajado la gasolina a la primera) y compruebo que la caja de cambios suena bien y que entran todas las marchas.
Paro el motor y le enchufo el cargador solar de baterías, que hasta la semana que viene va a estar esperando a que le de un buen lavado y la ponga en condiciones de guapa.
Me vuelvo a Sevilla en la R100GS. A las cuatro estoy en casita.
Bueno, pues ha pasado otro año. Se ha ido casi sin que nos enteremos. En este año también se ha ido la R1100S y ha venido la Sprint GT SE. Las demás siguen ahí. Era una buena moto la 1100S, pero no era la moto moderna que quiero para viajes largos, aunque quizás tampoco lo sea la Sprint, que quizás hubiese ido mejor la Trophy pero lo hecho, hecho está y esta va francamente bien aunque no tenga cardan, que en realidad es lo único que echo en falta.
A lo que iba: de nuevo Halloween, esa magnifica reunión de amigos de las clásicas BMW que Curro Alberola organiza desde hace siete años en Benidorm y a la que todos los aficionados a estas magnificas motos hemos ido o hemos deseado ir. Por mi parte he tenido la suerte de haberme perdido solamente la primera y espero no perderme ninguna en adelante. Este año nos ha coincidido por segunda vez con horarios intempestivos por el trabajo de Maricruz, de forma que hemos tenido que salir a las tres de la tarde y desde La Línea, lo que implica llegar de noche a Benidorm y como ya no está uno tan bien como antes de la vista por aquello de las cataratas, decidí que mejor nos íbamos en la Triumph Sprint que en la R100RS. Ambas son buenas ruteras, pero la Sprint ¿a qué negarlo? tiene mas motor, mas frenos y, sobre todo, tres faros.
Me fui a La Línea el jueves día 30 en cuanto salí del trabajo, con un viento de levante fuerte desde Jerez que hacía sumamente incómoda la conducción debido al efecto vela que hace el baúl. Un paseo haciendo un poco de turismo por el pueblo, que no tiene gran cosa que ver, pero bueno, allí está, y a descansar. Al dia siguiente Maricruz se fue a trabajar y yo me quedé haciendo los últimos preparativos (tensar la cadena, hacer las maletas, preparar unos bocadillos, llenar el depósito...) A las dos menos diez estaba en el Instituto Mar de Poniente esperando a que sonara el timbre para recogerla.
A casita a vestirse de moto y a las tres menos diez ya estábamos en marcha. Hasta Granada el viaje fue bastante incómodo, con fuerte viento racheado de levante. Primera parada a repostar en Huetor Santillan. Son las cinco de la tarde en punto y la moto ha gastado 18 litros justos, lo que significa un consumo de 6,5 litros. Eso no puede ser solo por el viento de levante, así que posiblemente he dejado la cadena un poco más tensa de lo normal, sin embargo no he notado tirantez. Nos tomamos un refresco y un bocadillo de jamón del de verdad (yo, dos) y seguimos camino. Nuevo respostaje casi 300 km más allá, en San Isidro de Albatera, a las 20 horas. Ahora ha gastado 14,98 litros, con lo que el consumo ha vuelto a cifras normales: 5 litros a los 100 km. Pues parece que va a ser solo el viento el que la ha liado en el primer tramo. Desde allí hasta Benidorm un paseo, apenas 90 km; en algo menos de una hora estamos en la puerta del hotel Agir, donde hay algunos, pocos, bemeuvistas. Saludos y prisas, que la cena es a las nueve y media y hay que guardar la moto en el garaje, darse una ducha y deshacer el equipaje. Mientras yo llevo la moto al garaje Maricruz pide la habitación. Siempre nos dan la 210, por lo menos este año nos la han dado. Por cierto, señores del Hotel Agir: nos gustan las camas de matrimonio y soy amigo del dueño, que lo sepáis (a ver si para el año próximo nos dan una habitación con una sola cama).
Lo primero que hicimos al llegar a la habitación era ver el contenido de la bolsa de inscripción, que es fundamental para moverse por la Halloween: horarios, camisetas, CD de música, regalitos, bonos de descuento, chicle...
Después un duchazo rápido y al comedor a tomarnos un cervezón y a cenar. Otra cosa mejorable del hotel: los precios de la cerveza.
Por allí ya había gente cenando; es más, casi todos estaban acabando y nosotros íbamos bastante retrasados.
Pero aún hubo quien llegó más tarde que nosotros ¿verdad, Carlos?
La verdad es que cenar cenamos poco, al menos yo, pero de cerveza me puse tibio ¡hay que ver la sed que da el levante, sobre todo cuando se junta el peninsular con el viento!
Acabada la cena ¿qué mejor que darse un paseo por el paseo marítimo a ver el ambiente de Halloween? Allí, los bares clásicos de todos los años, el Penélope, el Break Heart y otros dos o tres cuyo nombre no recuerdo nunca. Todos adornados en plan susto y con música en directo e incluso con gogós, pero este año como no había venido Spinner pues ni les hemos hecho fotos.
Pero lo más impactante de la noche, como todos los años, viene de la mano de Blanca y Formariz ¡Geniales! Ni que decir tiene que fueron muy fotografiados.
Entre uno y otro garito y un rato de charla se nos fue pasando el tiempo y cuando miramos el reloj ya era hora de estar recogidos.
¡Hay que ver lo apretado que viene el tiempo siempre en la Halloween, sobre todo cuando, como este año, llegamos tarde. En cuanto te descuidas tiene a Curro con el megáfono organizando grupos y mandándonos a cualqueir sitio.
¿La noche? bien. Se duerme bien en este hotel, lo malo, eso, que se nos hizo muy corta y a las ocho ya nos estaban llamando por teléfono para despertarnos. Me habría quedado en la cama hasta las once por lo menos.
Nada más asomarme por el balcón a ver el día que hacía, me encuentro con que ya hay gente esperando, y nosotros todavía con los pelos tiesos.
Pues no queda otra que volver a correr. Ducha, desayuno, ir a buscar la moto al garaje y ponernos con los demás esperando para irnos al paseo marítimo (gran parte de la Halloween transcurre por allí).
Y, por fin, nos ponemos en marcha hacia el paseo marítimo. Hace bastante calor y siendo la hora que es, ya vemos que va a ser un día veraniego. Mejor así, que el año que toca agua...
En el paseo marítimo, lo de todos los años, saludar a los que aun no hemos saludado, darle un repaso a las motos, a ver qué novedades ha traído BMW este año, y hacernos la foto del grupo. Aprovecho que voy a tener un par de minutos libres para engrasar la cadena ¡cómo echo de menos el cardan! y aun me sobra tiempo para empezar a hacer un vídeo antes de que Curro empiece a quemar el altavoz (al final del día lo deja afónico al pobre)
La foto oficial del grupo este año es doble, ya que alguien tiene que hacer las fotos, y ese no sale.
En la primera no salgo yo y en la otra no sale Santi (Formariz). De todas formas, fijaos que este año salen algunos colgados que después no se vinieron a la ruta.
De la Playa de Levante, acompañados por la Policía Municipal, a la gasolinera a empezar la ruta que nos ha preparado Curro. Este año un poco más corta pero con muchísimas curvas. Parece mentira, pero no tengo ni una foto de la gasolinera, así que mangaré alguna del foro.
Sí que tengo, en cambio, un vídeo, así que lo pongo aquí.
La ruta, este año, como decía era mas cortita, pero hacerla a buen ritmo te puede dejar los brazos hechos polvo. Menos mal que nosotros íbamos más bien despacito.
A destacar que este año no ha habido ninguna caída. Me parece que también es novedad. Nos reagrupamos todos antes de entrar en Alicante, donde nos recogió la Policia Municipal para llevarnos a tomar un refrigerio. Del refrigerio sí que tengo fotos, y es que cuando me dejan sacar la cámara...
Éstas ya en el propio refrigerio
¿El dia? Pues seguía siendo buenísimo como puede verse en estas fotos
Y, claro, las chaquetas ocupando el perchero.
Curro de arriba para abajo organizando cosas. Si es que...
Aquí, cruzándose con una rubita. No le dijo nada ¡qué raro!
Y como todo se acaba, apenas acabada la cervecita otra vez a las motos ¡qué calor!
Esta vez, camino del Castillo de Santa Bárbara, en el mismo Alicante, más exactamente sobre el monte Benacantil ¿para qué ir más lejos?
Subimos y aparcamos en el mismo castillo, como hace unos años.
Las vistas desde el castillo son espectaculares. ¿A que sí, Katia?
Este año había una exposición de objetos de La Guerra de las Galaxias, y allí que estuvimos viéndola, aunque hay algunos personajes que no me suenan.
Tras la visita a la Guerra de las Galaxias hicimos una visita, con guia y todo, a uno de los aljibes del castillo. La amable señorita del pelo rojo nos explicó cómo se usaba el aljibe y las penosidades que pasaban para limpiarlo cada año
cuando un pajarito, una gaviota, creo, le dedicó un autógrafo en forma de UMPT a Carlos, autógrafo que fue muy celebrado por la concurrencia con risas y chanzas. Por cierto UMPT significa un mojón pa ti.
El aljibe es eso, un aljibe, un depósito de agua. El del Castillo de Santa Bárbara es tal que así:
Obviamente, donde estamos nosotros es donde debía estar el agua. Al parecer tenían bastantes problemas de contaminación, de ahí que tuvieran que limpiar cada año, y no me extraña, si dejan entrar en el aljibe a gente con un cagajón de gaviota en la chaqueta :-D
En el aljibe hacía calor, tanto que alguno no se pudo resistir a refrescarse las extremidades inferiores abriendo las amplias cremalleras que los pantalones de motorista suelen tener.
Este suceso dio lugar, minutos después, mientras se nos explicaban, mal que bien, algunas de las características de las mazmorras, a un incidente de alto contenido erótico-festivo por parte de la amable chica de los cabellos rojos que nos guiaba en la visita. También fue ampliamente celebrado con risas y chanzas tal sucedido.
Y a lo que iba, que después del aljibe nos metieron en las mazmorras, donde nos explicaron lo mal que se pasaba allí dentro, algo que no tiene nada que ver con las penas privativas de libertad de hoy día.
Y del castillo a la comida. No tengo ni idea de donde fue; lo que sí está claro es que era en el quinto pino. Allí nos esperaba Vicente, que este año no se ha podido unir a toda la movida pero que no quería perderse la comida.
Las motos las dejamos aparcadas todas juntas. Impresiona ver tanta BMW junta.
La mesa estaba dispuesta en forma de U alrededor de la mesa en que estaban colocados los trofeos, diseñados y realizados por las manos relojeras de Curro.
Que yo recuerde no hubo quejas de la comida ni de la bebida (bueno de la bebida sí, que en mi rincón se evaporaba la cerveza con mucha facilidad y tardaba en reponerse) y la reunión transcurrió cordial, y dicharachera como podéis ver en las siguientes fotos
Como es lógico, estando en el Levante, arroz; esta vez con bogavantes y estaba bueno para reventar.
Y cuando ya estábamos todos bien comidos, Curro cogió el megáfono, que a estas alturas se había quedado afónico por falta de pilas y se puso a repartir premios. El casco, de NZI, precioso, era una de las piezas mas codiciadas y se sorteó con una especie de trile que se inventó Curro y del que yo todavía no me he enterado, pero que consiste en ir tachando a la gente de un papel. Aquí la prueba del delito.
A Maricruz le gustaba especialmente, pero no quiso la fortuna favorecerla con él. Mejor, porque no le quedaba bien ¿o sí?
Se lo llevó Elferreta que, por cierto, no estaba en la comida porque, según me enteré después, se había quedado tirado en la bajada del Castillo por una avería eléctrica de las que me gustan a mi.
Las fotos de la entrega de trofeos no han quedado muy bien porque estaba a contraluz y a cierta distancia y el flash no era capaz de iluminar desde tan lejos, pero se pueden ver mas o menos los afortunados.
Si. El último soy yo. Premio Biela de Plata, pero no sé por qué, la verdad. De todas formas, muchísimas gracias Curro.
Después de la comida, de nuevo a Benidorm, al hotel. Y aquí se me acaba el repertorio de fotos, porque dejé la cámara en la maleta y allí se quedó la pobre, pero os lo cuento: Un rato de esparcimiento libre por el pueblo que Maricruz y yo aprovechamos para ir a visitar la parte "antigua" de Benidorm, que en todos estos años ni la hemos visto porque, como os decía antes, Curro nos lleva arrastrados a toda prisa por todas partes, pegándonos voces con el megáfono. Si no fuera porque queda mal diría que nos lleva como puta por rastrojos, así que no lo digo.
Bueno, a la hora de los pollos, a cenar, y despues de la cena uno de los momentos más divertidos de la reunión: el sorteo de premios. Como todos los años, nuestro más sincero agradecimiento a BMW, Castrol (hola Pio), Carmencita (queribles especias de uso diario en casa), Chocolates Valor (el premio mas codiciado por mi esposa) y no sé cuantas empresas más que colaboran con sus magníficos productos a que se pueda realizar este divertido sorteo. No os digo mas que este año se han quedado tres personas sin premio, aunque el premio de verdad es haber estado allí, y que el año pasado, si mal no recuerdo, nadie se quedó sin premio ¡Ya quisiera la Loteria Nacional tener este porcentaje de reparto de premios! ¡Y sin calvos, ni muertos vivientes, ni nada!
Para daros un poco de envidia, este año me ha tocado un juego completo de revisión de 10000 km: filtro de aceite, filtro de aire y dos bujías. A Maricruz le ha tocado una práctica bolsita de Castrol para llevar el aceite, con un pequeño embudo de cartón plastificado, un par de guantes de un solo uso y un trapito, y aunque a ella no le ha gustado mucho, no está mal para nuestras motos, que suelen quejarse al final de los periodos entre cambio y cambio de aceite de que la varilla anda algo seca. A mi me han gustado mucho los regalos. A Maricruz le hubiera gustado más el lote de Chocolates Valor, pero eso lo dejaremos para el año que viene. Por cierto, ahora que me acuerdo, una de las cosas que he echado de menos este año ha sido el imán de frigorífico, especialmente el que hizo el año pasado BooxerKs (hola Varito) en el que el año empezaba en la Halloween.
Bueno, pues acabado el sorteo, de nuevo a dar un paseo por el paseo marítimo. Esta noche estuvimos tomando unos cubatas con Blanca y Santi y charlando de todo, especialmente de motos, de Sanglas, de Colombres, de la moto de Chopp... ¡un rato agradable!
De allí a la cama, que el cansancio se dejaba notar. Es todo un poco apretado, especialmente el año que llegas tarde el primer día y todo se te acelera.
Tan cansado estaba que me quedé dormido sin deshacer siquiera la cama. Por la mañana no había muchas prisas, así que pudimos hacer todo un poco más relajados que el día anterior, pero no mucho, que todavía nos quedaba volver. Desayuno, un momento de charla con Vicente, el dueño del hotel, y a preparar maletas. Los trajes de agua, que los había echado en previsión de posible mojada a la vuelta, no hizo falta sacarlos, y solo hicieron ocupar sitio en el baúl. Nos sobraban los forros termico e impermeable de la chaqueta y no teníamos sitio para guardarlos en las maletas de la Triumph, y es que lo de las bolsas interiores está muy bien pero roba mucho espacio.
La vuelta fue normal, a excepción de algunos tramos en que el sueño me podía y me llamaba insistentemente como las sirenas a Ulises. Afortunadamente pude resistirme, si no no estaría escribiendo esto, pero lo pasé francamente mal en algunos momentos. Aproximadamente a las cinco y media de la tarde estábamos en La Linea de la Concepción. Por la costa habíamos dejado negrísimas nubes descargando agua en la Serranía de Ronda, pero a nosotros no nos cayó nada, excepción hecha de cuatro gotas entrando en el garaje. Ni para ensuciar la visera.
Aunque me gusta la moto a reventar, esta vez la dejé como el que deja una condena y me dediqué las 24 horas siguientes a recuperarme del palizón. La verdad es que empiezo a estar mayorzón para estas cosas, pero es que me he colgado 2043 km en el fin de semana, y eso ni el Spinner. Bueno, ese sí.
Y, bien, aquí se acaba la pequeña crónica de mi Halloween. Me lo he pasado muy bien; intentaré repetir el año que viene, y si no hay problemas de horarios me iré en una de las BMW en vez de en la Triumph, que más de uno hubiera querido verla así porque no era una clásica, pero lo será.
En fin, allá cada loco con su tema... Mi agradecimiento personal a Curro por todo el interés y el palizón físico y psíquico que se pega a lo largo del año para organizar esta magnífica reunión. También mi agradecimiento por el premio Biela de Plata, que ya me explicará algún día a qué viene, pero ahí está.
Me ha encantado ver a todos y cada uno de los participantes y he echado de menos a algunos asiduos, en especial a TODOS los Mirlos, que cada vez andan más desperdigados y no sabemos si perdurarán mucho tiempo como tales.
Y poco más puedo deciros, salvo que no pienso perderme la próxima.