lunes, 9 de mayo de 2011

249.- UN PROBLEMA MENOS

Pues sí. El depósito de la R100RS parece que ha quedado bien, aunque todavía queda por realizar la prueba más importante: la de dejar pasar el tiempo a ver cómo evoluciona el apaño que le he hecho.
Pero vamos al principio: salí de Sevilla a las 9 de la mañana del sábado. Antes había mirado el mapa del tiempo para comprobar que, como es costumbre este año, me iba a mojar, aunque, según las previsiones, la vuelta iba a ser en seco. Efectivamente, desde Montellano hasta Ronda llovió intermitentemente, lo justo para mantenerme húmedo hasta el final, vamos. Llegué a Ronda hora y media más tarde, sin ninguna incidencia destacable, y me puse enseguida a lo primero que tenía que hacer: probar el depósito negro de la R100RS. Para ello saqué un poco de gasolina, no mucha, por si acaso, del depósito rojo de la R100RS

y lo eché en el depósito negro.

Puse un papel debajo de la zona por la que tenía pérdidas, que me sirviera de chivato del posible escape de gasolina

y me fui a hacer otras cosas.
Ya me había llegado el nuevo Fuel Tank Sealer, así que me puse con el depósito que me regaló Curro y que estaba a falta del Fuel Tank Sealer, ya que le había hecho las dos operaciones previas: lavado y desengrasado e imprimación fosfatante. Por cierto, cuando compré los productos para un tanque de 40 litros, previendo dividirlo en dos partes para repartirlo entre dos depósitos de 20 litros me mandaron solo media pinta de Fuel Tank Sealer que me vino justita para un depósito, y ahora que le pido solo el Fuel Tank Sealer me mandan una pinta entera, así que me ha sobrado media (por ahora, que hay depósitos por arreglar todavía). Tomé con una jeringa exactamente la mitad del producto después de removerlo adecuadamente, ya que como dicen en las instrucciones no basta con mover el bote, y lo eché dentro del depósito.

La siguiente hora me la pasé removiendo el depósito para que el líquido se distribuyera adecuadamente por todo él, y en los cortos descansos que me permitía me dediqué a cortar los tornillos que sujetan los dos discos de freno de la R65,

que se habían quedado demasiado largos para mi gusto, y si no véase en esta foto como estaban de largos (abajo) y como quedaron después (arriba).

También me dediqué a corregir algunos pequeños rotos que tenían las dos tapas de batería para la R65 que he encontrado en ebay por un precio casi ridículo (1,70 €), y que me van a servir para el nuevo look cuando acabe de arreglar los depósitos.

Tengo casi decidido azul y blanco, mas que nada porque tengo bastante pintura de esos dos colores, aunque de aquí a que me ponga habré cambiado varias veces de opinión, que me conozco.
Para entonces ya había dejado de mover con tanta frecuencia el depósito, y me contentaba con darle una vueltecita de vez en cuando, como a las papas fritas. El aspecto, por dentro, estupendo, y si además tenemos en cuenta que este depósito no tenía agujeros, me parece que va a tener una larga vida.

Ya había pasado bastante tiempo como para la comprobación de la estanqueidad y el papel que había puesto debajo del depósito negro de la R100RS seguía totalmente seco, así que dí por finalizada la prueba y pasé a rellenarlo completamente.

Por cierto, y salvo que el tiempo me diga lo contrario, muy recomendable el sistema este de arreglo de depósitos. No es barato, pero tampoco es excesivamente caro, y los resultados parecen bastante buenos, así que me atrevo a publicar la dirección donde encontrar estos productos (conste que no llevo comisión) en ACM restauración.
No tardé ni un minuto, una vez lleno el depósito, en ponerlo en su sitio, y la R100RS, aun estando bastante sucia por la de agua que ha venido recogiendo últimamente, luce preciosa.

Y eso que aún le falta el pintado de las botellas de la horquilla y de la llanta delantera y la mitad de abajo del carenado, pero esa no la pongo ya hasta el otoño. También queda por repasar el lugar de la fuga de gasolina, pero eso con un poquito de lija y el aerógrafo, lo dejo arreglado en un momento.

La arranqué, me dí un paseo por el carril y la dejé esperando que se decantara el aceite para medirlo, pero después, al final, se me olvidó comprobarlo. Cada día estoy peor del Alzheimer.
Me volví a meter en la guarida y me acordé de que aun estaban pendientes de limpieza los carburadores de la R65. La pobre lleva mas tiempo parada...
Desmonté el izquierdo

y lo limpié con Zotal, mas que nada para ver qué pasaba, porque hay partidarios y detractores.

Una vez limpié el grupo y los carburadores por fuera con este producto y no quedó ni bien ni mal, según recuerdo. Desde luego, no hizo milagros.
El resultado, en este caso, ha sido como aquella vez: ni bien ni mal; limpio. Si comparamos con el otro carburador sí que se nota que está limpio, pero eso, nada espectacular.

Acabado de limpiar el carburador derecho, por supuesto con todos los conductos y gicleurs soplados a conciencia

monté ambos carburadores y di por finalizado el trabajo en la R65 hasta próxima orden (hasta que pueda montar el dichoso depósito).
Ya que estaba de limpieza me dio por probar un producto que encontré el otro día en el supermercado y que decía que era un potente limpiador contra todo tipo de suciedad. Me acordé de que los colectores de escape del misil amarillo estaban negros y que alguien había comentado que con lana de acero muy fina y no sé qué producto le habían quedado muy bien, y me lo compré. Y ahora era el momento de probarlo.
Estuve dándole con lana de acero del 000 y el producto (debe tener un ácido porque reacciona con el mármol dando burbujitas (supongo que de CO2) y el resultado es bastante bueno, sobre todo si tenemos en cuenta que solo estuve frotando unos cinco minutos.

Una vez me aburrí de frotar le di una última mano con cillit bang, que es un álcali, para neutralizar los restos del ácido, y enjuagué abundantemente. Le di al otro colector hasta igualar los colores y me olvidé por un momento de la R1100S, pero solo por un momento, porque era la que me iba a llevar a Sevilla y todavía quedaba darle un bañito.
Me puse con la R80ST, a la que quería hacerle un reglaje del encendido con vistas a hacerle un reglaje de válvulas el próximo día cuando la pille fría, para, posteriormente, carburarla en condiciones, que no anda todo lo bien que debería andar. Primero abrir el cárter del alternador y aflojar un poco los dos tornillos del bote del encendido para poder moverlo hacia uno u otro lado, segun nos indique la marca Z del plato de inercia

después colocar los cables de la pistola estroboscópica: el sensor en el cable de la bujía y los otros dos en la batería,

arrancar la moto, ponerla a 3000 rpm y con la pistola apuntando hacia la mirilla del plato de inercia veremos la señal Z un poco más arriba o más abajo en la mirilla.

Hay que ponerla en el centro moviendo el bote del encendido hacia uno u otro lado y cuando la tengamos colocada paramos el motor, apretamos los dos tornillos del bote del encendido, cerramos el cárter del alternador, recogemos la estroboscópica y a otra cosa, que en mi caso fue darle un buen lavado al misil amarillo para llevarmelo de vuelta a Sevilla con buen aspecto.

A todo esto, que se me había olvidado comentarlo, mi hermano, el famoso horticultor que abastece de alimentos a varios de los mejores restaurantes de España, estaba sembrando, lo que significa que por fin se van a poder volver a comer tomates de calidad en esta tierra.

Y otra buena noticia es que ya ha llegado la primavera a GMW; un poco más tarde que a Sevilla, pero ha llegado. Ahí están el azahar y las flores del castaño para atestiguarlo.

Y con esto, hasta la próxima semana, aunque tengo obligaciones con la sociedad el sábado (renovar el DNI) que muy posiblemente me impidan hacer lo que quiero. Ya veremos.

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