lunes, 11 de abril de 2011

246.- EL MISIL AMARILLO TAMBIEN SE PUEDE TRASTEAR

Bueno, bueno, se ve que esto de darme unas vacaciones en lo de escribir en el blog produce algo de flojera para retomarlo. Las vacaciones han sido debidas al Gran Premio de Jerez, al que fui la semana pasada gracias a la invitación de lujo que me agenció Roberto; nada más y nada menos que de las de "pista", es decir que te puedes mover por todo el circuito y por los sitios en que se ponen los fotógrafos oficiales, es decir, a tres o cuatro metros de la pista. Hay tramos en que casi puedes tocar a los pilotos cuando pasan; no tan cerca como en La Bañeza, en que como te descuides te pisan, pero casi.

Desde esos sitios se pueden tomar fotos tan espectaculares como esta de Lorenzo, que fue el ganador de MotoGP.

Querido amigo Roberto: muchisimas gracias por la invitacion. Fue un magnífico espectáculo y lo disfruté como hacía tiempo que no disfrutaba una carrera de estas.
Pero dejemos a un lado el Gran Premio y vamos a lo propio de este blog, a la actividad en mis motos, que para eso es su diario.
El sábado volví a la guarida y esta vez hambriento de cuatro valvulas, ya que el panorama que tengo con las dos valvulas es deprimente. Y no es que estén feas ,todo lo contrario, porque esta moto está bonita ¿o no?

Pues está más que bonita, preciosa, pero es que no está así exactamente, porque si le damos un poquito la vuelta resulta que está de la siguiente guisa por culpa del dichoso depósito y la fuga que tiene.

Y es que no sé qué demonios de gasolina me echan para tener picados todos los depósitos. Supongo que algo de culpa debe tener el agua, que es más densa que la gasolina y se queda abajo dandole un pequeño repaso a los fondos, porque esto que tiene el depósito de la R100RS no es nada comparado con lo que le pasa a la R65 ¿o esto es normal? Bueno eso es lo que apareció tras lijar un poco, que me imagino que habrá más.

Ademas de descubrir estos dos "poritos" me entretuve en extraer parte del recubrimiento plástico interior que le había hecho y que por mi impaciencia me ha llevado a esta situación. Para ello solo hay que echar acetona dentro del depósito y esperar que disuelva toda la capa plástica. Una vez disuelta se saca (en teoría con un aspirador, ya que se queda hecha virutilla)

pero como no tenía aspirador la extraje a la antigua usanza: meneando el depósito de arriba a abajo para que saliese por el orificio de llenado, cosa bastante dificil; no obstante conseguí sacar bastante, pero todavia queda un buen taco en el interior esperando su disolución. Lo malo es que ahora se me escapa la acetona con esos agujeros. Probaré de taparlos provisionalmente con algo y ya veremos más adelante lo que invento, posiblemente una capa de fibra de vidrio y plástico.
Como estaba aburrido de los depósitos, me dispuse a trastear con la R110o0S, a la que quería hacerle un reglaje de válvulas. ¿Que si le hacía falta? Yo creo que no, pero quería ver cómo era por dentro y cómo se hacía.
Antes de empezar con las válvulas, me puse a arreglar una pequeña fuga de aceite que tenía por el tapón de llenado del culatín izquierdo.

El problema es que lleva una pieza de plástico con una tórica que acaban por estropearse, con lo que la estanqueidad se pierde y eso se traduce en pequeñas pérdidas que te manchan el pantalón y las botas. El remedio es sencillo: quitar la pieza

y poner otra nueva.

Se cierra el tapón, y a otra cosa.

A todo esto, antes de empezar la parte seria del día, llegó visita: el Vecino Misterioso

que además de echarme una mano me hizo todas las fotos, de ahí que yo salga en algunas.
Bien, subimos la R1100S a la mesa y nos pusimos manos a la obra. Lo primero, quitar la tapa del alternador, que es esta negra de plástico. Son solo cuatro tornillos y es muy facil de quitar.

Con lo que se nos queda al aire la correa del alternador, que habrá que sustituirla dentro de tres o cuatro mil kilómetros.

Por cierto, esta tuerca, que mueve el cigüeñal, nos va a servir para colocar las válvulas en el punto en que deben estar paa hacer el reglaje, en el punto muerto superior de los pistones.

Una vez hecho esto, nos vamos a los culatines y los quitamos. Empecé por el izquierdo pensando que, como en las 2V, la ventanilla para ver la situación de los pistones. Después me di cuenta de que estaba en el lado derecho. Como siempre, vamos, que si empiezas por un lado te tienes que ir al otro. De todas formas, aproveché para quitar el culatín del lado izquierdo, ya que estaba liado. Primero la tapa de carbono

despues el culatín propiamente dicho y la bujía.

A renglón seguido, con una llave de 17 mm se mueve el cigüeñal

hasta poner la moto en punto muerto superior, lo que sabemos porque aparecen las letras OT por la ventanilla (aunque no se vea muy bien, lo pone, de verdad)

Ahora nos vamos a ver si los balancines que tenemos al aire, los del lado izquierdo, están libres, con lo que podremos reglarlos.

Obviamente, no están libres o ¿qué esperabais que saliera algo a la primera? Podemos darle otra vuelta al cigüeñal, pero como de todas formas hay que reglar los dos lados, mejor quitamos el culatín derecho. Y aqui viene un pequeño problema, el tornillo trasero de la tapa de carbono tiene pasada la cabeza allen, así que hay que tallarle una ranura

y aflojarlo con un destornillador de golpe. Parece mentira que lo aflojase no hace ni dos semanas y estaba bien...

No, no se resistió, pero tengo que buscarle un tornillo nuevo. Después, un poco más de lo mismo: quitar el culatín

y la bujía

y empezar el reglaje propiamente dicho. Se trata de dejar un margen de tolerancia que compense las dilataciones debidas al calor. Se recomienda dejar 0,15 mm en las válvulas de admisión y 0,30 en las de escape, que lógicamente se calientan más.
Empezamos usando una llave allen y una llave fija de 10 mm.

Aflojamos con la llave fija e introducimos una galga del tamaño adecuado. Como estamos en las válvulas de escape, una de 0,30 mm.

Apretamos con la llave allen hasta sujetar suavemente la galga (que no se caiga pero que tampoco esté muy apretada) y dejando fija la llave allen apretamos la tuerca con la llave fija. Comprobamos que está bien hecha la medición y repetimos en la otra válvula de escape.
Ahora nos vamos a las de admisión y repetimos las operaciones, pero esta vez usando una galga de 0,15 mm.

Comprobamos que todo ha quedado bien, giramos el cigüeñal hasta que vuelve a aparecernos la marca OT y nos vamos al otro lado. Comprobamos que los balancines estan libres y repetimos toda la operación en las valvulas de escape

y en las de admisión.

Acabada la operación, y temiendo que lo ponga a trabajar en otra cosa, Jose Ignacio, el Vecino Misterioso, se va en su preciosa R1100RT.

Me iba a poner a currar otra vez pero me acordé de que cuando tenía las manos pringadísimas de aceite habían llamado al teléfono y no había contestado para no ponerlo todo perdido. Miré quien había sido y era Diegofull, que estaba en La Codorniz. Cerré el kiosco por un rato y me fui con la R80ST a tomar una cerveza y unas tapillas, que ya era la hora y la gazuza empezaba a rascar la tripa.
Allí estaba el tio, con su amigo Ismael, poniendose tibio de huevos fritos.

De la foto anterior a ésta, ni dos minutos.

Yo tambien salgo hoy, y no solo trabajando. Ventajas de no ir solo.

Acabada la agradable reunión cada mochuelo a su olivo.
Por la tarde apenas si me dio tiempo a lavar la R1100S

y la mesa elevadora, que estaba bastante guarra,

poner cada moto en su sitio y volverme a Sevilla en el misil amarillo, que va algo más suavito, pero sigue tironeando un poco, sobre todo en bajas. Parece como si fallase alguna explosión de vez en cuando. habrá que investigarlo.

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