domingo, 7 de noviembre de 2010

225.- HALLOWEEN EN BENIDORM

Por fin, después de un par de semanas sin asomarme por el blog, en parte por motivos profesionales y en parte por flojera, porque eran muchas las cosas que había que poner y las había ido dejando para mejor ocasión, me siento un rato delante del teclado para contar algunas cosas.
A todo esto, el fin de semana anterior al de Benidorm estuve en GMW (la guarida, vamos) para recoger la moto que me iba a llevar a Benidorm, y que, finalmente, no iba a ser la R100RS, sino la Triumph Sprint. ¿El motivo? Pues ya lo podeis ver en la cabecera del blog, pero más adelante os lo cuento. El viaje de ida, con la R80ST, que sigue igual de guapísima, y sin incidencias de ningun tipo. Ese dia apenas si hice alguna pequeña cosa en mis motos, salvo seguir lijando las piezas que tengo pendientes de pintura, pero apareció por allí el amigo Diegofull y dedicamos parte del dia a poner a punto su preciosa R90S disfrazada de RS y a arreglarle algunas pequeñas averías.
La jornada pasó sin mayores incidencias y por la tarde me volví a Sevilla en la Triumph, tambien sin incidencias de ningun tipo, a pesar de que el dia estuvo amenazando agua todo el tiempo. Antes le hice a la Sprint la última foto en GMW.

La semana transcurrió lenta por la impaciencia de ponernos en camino a Benidorm a esa magnifica reunión de clásicas BMW que organiza Curroalb. Aunque íbamos a ir tres motos desde Sevilla (Spinner y Flor en la R65 y Motoroto y Maite en la R100R) teníamos que hacer el camino de ida solos porque teníamos que estar a las 3 de la tarde en la puerta del Hotel Belroy, y eso, yendo acompañados, dificilmente lo íbamos a poder cumplir. Salimos el sábado, dia 30 a las ocho y media de la mañana con las maletas de la Sprint a tope y no porque las hubiéramos cargado mucho, sino porque son realmente de escasísima capacidad para el volumen externo que tienen, de modo que ni siquiera cabe un casco en ellas. Eso sí; diseño por un tubo, con un cierre complicadísimo que le ha debido costar al iniero que lo haya hecho más de un dolor de cabeza. El viaje sin nada que comentar salvo algunas gotas que nos cayeron por el camino, pero solo eso, unas gotas. Este era el primer viaje largo que hacíamos con los intercomunicadores, y la verdad es que vale la pena poder ir comentando cosas. A las dos menos diez estábamos en el Hotel Belroy, en cuya puerta dejamos aparcada la moto.

Entramos, saludamos a la mesa de recepción (Mamen, Varito, Curroalb, Eva y Lorena) y nos inscribimos en el hotel.

Unos momentos de charla, sobre todo de dinero, que estan las cosas muy malas,

y nos fuimos al bar de al lado a tomar una cerveza y esperar.

A los pocos minutos llegó nuestra cita y empezaron a bajarla del transporte.

La Sprint, que no sabía muy bien de qué iba aquello, miraba desde la acera como bajaban del remolque aquel bicharraco amarillo con pinta de carreras.

En pocos minutos se dio cuenta de lo que pasaba: se iba en el remolque.

¿Que había pasado? Pues eso, que he cambiado una por otra. Es algo que tenía pensado desde hace tiempo, e incluso desde el mes de julio de este año tengo el libro de taller de esta moto. Se me planteó la ocasión de hacerlo y no me lo pensé. La Sprint es una magnifica moto pero tiene muchas carencias: no tiene capacidad de carga para equipaje, me molestan las muñecas apenas la cojo, y sin posibilidad de arreglo porque los manillares son inamovibles de la postura que traen de fábrica. Por otra parte yo conduzco mejor las motos con bajos que las motos que van bien arriba, y por eso las bicilindricas me van mucho más que las tri o las tetracilíndricas. Por otro lado, la mecánica de esta moto no la conozco demasiado bien, en tanto que la BMW es muy similar en su mayor parte a la de las otras motos que tengo, con lo que el mantenimiento me será mucho más fácil. El concesionario Triumph en Sevilla ha desaparecido de donde estaba y ahora lo llevan, creo, los de Ducati. No es facil encontrar las piezas de esta moto y tampoco son baratas, y además me gusta la R1100S, que posiblemente sea una de las motos que entren el el top ten de la marca, al menos para mi lista particular. Total, que todas estas razones y algunas más que me dejo en el tintero, me hicieron decidirme al cambio, y pasadas dos semanas no me arrepiento en absoluto.

Acabado el cambio de moto subimos al hotel, nos relajamos un rato y empezamos Halloween 2010 en Benidorm.

Curroalb había preparado todo, y cuando digo todo no dejo nada fuera, con exquisito esmero, como siempre. A la llegada nos entregó un sobre con todo el material:

camiseta conmemorativa de la talla adecuada a cada uno, identificador para colgar en el cuello, las entradas para los distintos eventos, unos cheques de descuento para algunos lugares de esparcimiento, folletos informativos de lo que ibamos a visitar, y hasta un imán para poner en el depósito con el recorrido del dia siguiente. Lo malo es que la R1100S no tiene metal donde ponerlo (desventajas de no ser clásica).
La tarde la pasamos recibiendo a los que se iban incorporando, saludando a los viejos amigos y poniendole cara a muchos de los que nos hablamos a diario en el foro pero que no teníamos el gusto de conocer en persona. La cena en el hotel, a la hora de los turistas, a eso de las nueve de la tarde y después al paseo marítimo a echar un rato de charla con una cerveza que no diré fresquita porque por aquella zona parece que la cultura de la cerveza no la tienen todavía muy asumida. Malas cervezas y calientes. Nosotros preferimos irnos a la zona menos ruidosa, en tanto que los demás se metieron en los sitios de más marcha, estilo Penelope, Heartsbrake, etc. Así llevaban las caras que llevaban.

De cualquier modo nos fuimos pronto a la cama, que el dia ya había dado bastante de sí entre las emociones de la nueva moto y los seiscientos y pico kilómetros, y al dia siguiente había muchas actividades.
El domingo amaneció plomizo e incluso lloviznando. Tras el desayuno quedamos en la acera de enfrente del hotel, donde íbamos aparcando las motos mientras nos reuníamos. El panorama era tal que el de las fotos siguientes:

Una vez que nos juntamos todos, para lo que se tardó un ratillo, la policia local nos acompañó al paseo marítimo, donde nos hicimos la foto de familia.

Desde allí a la gasolinera, donde los que no lo habían hecho el dia anterior puideron repostar para poder hacer la ruta que nos había preparado Curroalb.

La primera parada en el Museo de vehiculos históricos de Guadalest, donde encontré una maqueta a escala 1:12 de mi nueva moto. Ni que decir tiene que me la compré.

En el Museo había joyas como estas Bultaco ordenadas en un rincón,

o este carrito, ideal para llevar los botellines de los Niños de la Cruz. Imaginaos a Robemumoto llevando botellines de un lado a otro de Los Barriles en este aparatico...

OSSA, Henderson, BSA, Triumph, Harley Davidson, Ducati, Indian, BMW... alucinando me tenían. A cual más bonita, incluidas Maricruz y Flor.

Del Museo, en el que estuvimos poquísimo tiempo para mi gusto, salimos nuevamente por carreteras de montaña, pasando por Benimantell hasta Benasau, donde paramos en el Restaurante Serrella, lugar en el que nos dieron una clavada de escándalo al cobrarnos 5 euros por tortilla. No es que sea mucho, pero habida cuenta de las tortillas que vendió el tio, la estafa puede empezar a tener categoria de delito. Al menos, el dia se había abierto, y el agua que nos mojó un poco a la salida dio paso a un solecito muy agradable.

En el trayecto entre el museo y el restaurante Carlichi tuvo una caida que se salvo sin consecuencias salvo unas pequeñas roturas en el carenado de la RT, cosa que se arregla en un momento y encima queda hasta mejor que antes, porque, ya puestos ¿quién no quita aquel pequeño roto que casi no se veía o aquel arañazo, o aquella rascada? Lo importante es que no hubo lesiones, al menos de consideración.

Despues de esto seguimos un tramo hasta una gasolinera, donde nos reagrupamos y los mas gastosos pudieron echar gasolina de nuevo, continuamos hasta Jijona y finalmente hasta Alicante, donde visitamos el Castillo y donde tuvieron la gentileza de dejarnos aparcar en el patio de armas del propio castillo,aunque eso implicase poner periódicos debajo de las mas meonas para no ensuciar.

Una vez que salimos del Castillo nos volvió a escoltar la policia local hasta el Casino-Liceo, en cuya puerta aparcamos

dejando a una simpática gachí al cuidado de las motos.

En la terraza del Casino-Liceo nos dieron unas cervecitas con unas tapas, cosa que ya íbamos echando de menos despues de tantísimas curvas en seco


Acabado el refrigerio pasamos al salón, supongo que principal, más que nada por el pedazo de lámpara que tenía y por la decoración en general, que a más de uno dejó con la boca abierta.

La comida, al contrario de lo que suele ocurrir en casi todas partes, en que te dan unas tapas de pie y cuando entras te ponen un platito y te despachan con viento fresco, fue muy abundante, y regada con exquisitos caldos y con más cervecita.

Con tanto etanol la gente empezó a hacer cosas raras

hasta pedirse en matrimonio, con la natural zozobra de la inocente palomita

y entonces, cuando estábamos hartitos de comer, al mas puro estilo de Curro el de El Coronil, llegó el arroz.

Hubo que hacer un esfuerzo suplementario, pero pudimos con él. Si es que cuando nos ponemos...
Del Casino-Liceo, vuelta a Benidorm. Cuando llegamos al hotel y aparcamos la moto

nos llevamos una gran sorpresa, porque pensamos que Resnian había venido, ya que vimos la que nos pareció ser su moto en el garage, pero no; era solo una parecida.

Poco tiempo tuvimos para asearnos y descansar un poco, porque al poco rato ya estabamos de nuevo cenando. Los horarios de los extranjeros tienen esas cosas, que son como de pollo.
El personal andaba un poco como de pitorreo con eso de que era Halloween, pero a mi es una fiesta que me hace poca gracia, más que nada porque no es nuestra, sino metida a la fuerza a base de telefilmes americanos. Aun así, me disfracé un poco (porque si no me podía llevar un capón de Flor)

Tras la cena, a tomar unas copas al Paseo Marítimo, y como la noche anterior, nos fuimos a la cama a una hora prudente para poder salir temprano al dia siguiente de vuelta a Sevilla.
Despues de una plácida noche, hacer el equipaje, pelearme un poco con la maleta porque le doblé la pestaña inadvertidamente, desayunar y para Sevilla. Aunque tenía pensado volverme con Spinner y Motoroto, su paso era demasiado lento para nosotros, que teníamos mucha prisa, porque al dia siguiente tenía que ir a Granada por cuestiones profesionales, así que nos volvimos solos. A primera hora de la tarde estabamos en Sevilla, mas contentos que unas pascuas.
La moto nueva es un gustazo. Por supuesto, al dia siguiente me fui a Granada con ella. Faltaría más...
Mi segundo Halloween en Benidorm.

Muchas gracias, Curro, por la currada que te has pegado para que pasemos estos dos dias tan fabulosos entre amigos.

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