lunes, 24 de mayo de 2010

200.- GOMAS NUEVAS Y OTRAS ZARANDAJAS

Sábado sabadete, coger la moto y viajete. Pues no; esta vez no he cogido la moto, sino que me he ido en coche, pero previendo esto, el miércoles me di un paseito relámpago en cuanto salí del trabajo y cambié la R65 por la R80ST.
En efecto, me he ido en el coche porque tenía que llevarme un par de bultos: un extintor para tenerlo en el taller, que no está de más algo de prevención, y una cupulita para la R65, que la original de BMW la voy a dejar para la R100RS, que entre otras cosas es para un faro de 8" y en el de 7" de la R65 quedaba un poco rara.
Apenas llegué me puse a cambiar la goma trasera de la Sprint, y a pesar del nuevo aparato no ha sido nada facil, y menos solo, porque hasta que acabé estuve solo, y solo yo sé lo que suda para destalonar y desmontar una goma de ese tamaño a la clásica usanza. Un poco más tarde, cuando aún estaba pintándole las letras al neumático, llegó Javi con su R65, que se había dado un paseo desde Marbella para conocernos, y de paso para que le echara una mirada a su moto a ver qué me parecía.

La moto está francamente bien, solo un poco deteriorada de pintura, pero suena muy bien y anda mejor. Total, que con un poco de maquillaje se queda estupenda.
Le abrimos el cárter del alternador y vimos una placa de diodos con mas mataduras que un burro viejo, pero cumpliendo perfectamente su función. Lo demás, más o menos limpio y en aparente buen estado.

La cadena de distribución suena un poco, pero eso es casi normal en estas motos, y desde luego, no es preocupante. Le hice una puesta a punto de encendido (bueno en realidad solo comprobé que estaba en su sitio) y le hice una puesta a punto de carburadores, que esos si que estaban un poco (casi nada) desajustados. Acabado lo anterior, y mientras Javi se dedicaba a pulir el piloto trasero

yo equilibraba la rueda trasera y la montaba. Por cierto, he puesto una goma nueva, unos Dunlop Sportmax Qualifier, y el cuentakilómetros de la moto marca 36579 km, lo que quiere decir, si mis cálculos no me engañan, y dado que la cambié con 27000 km, que la anterior, una Dunlop D220, me ha durado 9579 km.

A continuación me puse con la delantera. Primero destalonar y luego sacar de la llanta.

Seguidamente, poner la nueva, que es la misma que llevaba, la Dunlop D208, para lo cual tuve que bajarme todo el invento al suelo. Parece mentira la lata que me ha dado esta goma...

Al final acabó en su sitio, gracias a la ayuda de Javi,

que, por cierto, seguía sacándole brillo al piloto trasero.

He aprovechado para cambiar las pastillas de freno, que son las que traía de fábrica, y que podían haber aguantado todavía un porrón de kilómetros, según su aspecto,

pero es que ya estaba aburrido de estar mirando continuamente si estaban gastadas, así que he optado por poner las nuevas y limpiar las viejas y guardarlas por si hace falta un apaño para unos miles de kilómetros en un futuro.
Después de esto nos fuimos a echar una cerveza viendo los últimos minutos de la clasificación de MotoGP en Le Mans y cuando acabó Javi se fue para Marbella. ¡Buen chaval!

Cuando me quedé solo me puse a intentar arreglar el cuenta kilómetros de la R65, que había perdido uno de los tornillos que sujetan la esfera. Abrí el bisel con mucho cuidado, apoyando un destornillador y haciendo palanca, y saqué el reloj.

Seguidamente quité los tres tornillos posteriores para sacar la cazoleta e intentar recuperar el tornillo, que no tenía mas remedio que estar dentro, pero no solo no salía sino que ni siquiera sonaba a nada suelto. Cosas de estas motos...

Busqué por todo el taller un tornillo que fuese de la misma métrica y tamaño y que me sirviese para sujetar la esfera, y lo encontré: el de una ficha de empalmes.

Y como suele suceder, en cuanto puse el tornillo sustituto apareció el original, así que lo puse en su sitio, engrasé un poco los engranajes y cerré el reloj, pero como el bisel no se quedó totalmente hermético le puse un poco de plastidip para impedir las entradas de agua

y lo monté en su sitio, pero ya que estaba aquí, desmonté la tija superior para sacar los soportes de intermitentes que había puesto el otro día y que no me iban a servir con la nueva cúpula que le iba a montar.

El motivo de poner esta cúpula es que la otra, aunque es mucho mas bonita (es la original), es para faros de 8", y el de la R65 es de 7", de forma que queda mucho espacio muerto y no queda bonito, asi que se la voy a poner a la R100RS, que pasará a ser una R100S, pero para eso queda un poco de tiempo todavía.
A lo que iba, que le puse la cúpula nueva, que queda tal que así:

Parece que debe proteger bastante, ya que subido en la moto al menos me tapa todo el pecho, y eso se debe notar en la velocidad punta.

Para acabar el día le di un buen fregado a la Sprint, que, por cierto, sigue en venta, ahora con gomas a estrenar,

y me volví a Sevilla en el coche, que me cansa diez veces más que la moto, donde llegué casi de noche.
Próximos inventos: pintura de todo lo que estropeé la última vez y de la cúpula. A ver si el sábado que viene lo lijo todo y lo dejo preparado para el ataque de pintura, que de ésta seguro que me sale bien.
Y, a todo esto, ahora me doy cuenta de que el blog tiene ya 200 entradas. Eso es una pechá de escribir.

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