sábado, 1 de mayo de 2010

198.- PINTANDO Y VIGILANDO A SPINNER

Sábado primaveral de los de verdad; temperatura agradabilísima, ni una nube y nada de viento. He quedado a las nueve en la gasolinera de Montequinto con Spinner. Se corre el Gran Premio de España en Jerez, y todo se vuelve un poco más molesto: el Pera se dedica a amenazar con controles de todos los colores, con vigilancia aérea..., o sea con todo el arsenal dispuesto para recaudar de los moteros. En la gasolinera de Bellavista no te dejan llenar el depósito si no pagas por adelantado o si no dejas la tarjeta VISA al empleado (es algo que no recomienda nadie). Les pongo una hoja de reclamaciones y me voy sin echar gasolina. La echo donde está esperando Spinner, que no dan tanta lata, y nos vamos para Ronda. La R65 de Spinner cada día anda más, lo que confirma mi teoría de que todo lo que tenía era un estreñimiento de escapes de mucho cuidado, aparte de lo que hemos ido arreglando, claro. Nos encontramos infinidad de motos de frente por toda la carretera, y un radar muy camuflado en Algodonales, donde más pueden recaudar, al lado de la gasolinera, donde hay limitación de 50. Espero que no hayan cogido un duro, que será señal de que todos vamos a buena velocidad y a lo mejor hay que mandar los radares a la jubilación y que su patrocinador se los meta por donde le quepan.
Llegamos a Ronda a las diez y media y nos vamos a trabajar. Mi hermano, el horticultor manco (tiene colocada una férula de escafoides) y su familia están allí. La mañana es estupenda para pintar, pero por si acaso no digo nada, que ya se sabe de mi enemistad con el dios del viento. Saco algunas motos a la calle para dejarle sitio a Spinner en el elevador y preparo disimuladamente los arreos de pintura.
Spinner se pone a trastear en su moto y lo dejo tranquilo.

Antes de empezar a pintar arreglo la lanza de la desmontadora de neumáticos, cuya punta me cargué el primer día que la usé y que, muy amable y gratuitamente (cosa rara en estos días que corren) me han enviado los fabricantes de Emobex.

A continuación, y sin hacer amago alguno de pintar, solo de lijar, le he dado un repasito con lija muy fina (1000) a alguna de las piezas que tenía intención de pintar.

Y ya, sí; preparé el aerógrafo para pintar una raya negra sin gastar demasiada pintura y sin hacer como que pintaba,

y saqué fuera las piezas que quería pintar.

Mientras tanto, Spinner seguía con lo suyo. Me interesé por lo que estaba intentando hacer, porque lo vi quitando los tornillos del disco de freno con la rueda puesta, y me extrañó; me dijo que iba a cambiar el disco por uno que había comprado en ebay. Le aconsejé que mejor que quitase la rueda y me fui a pintar. Hice la raya negra en las piezas, esperé a que secase y la enmascaré con cinta de vinilo de 3 mm.

Mientras tanto había llegado el Vecino Misterioso, que hoy se había traído la guapísima R100/7S. Tambien aparecieron por allí mis sobrinas y tras los saludos y pedirle disculpas por no haberme llevado las bocinas que me encargó (en mi descargo debo decir que la visita era sorpresiva) seguí pintando. Ahora tocaba blanco; todos los laterales pintados del impoluto color, y además José Ignacio hizo las fotos cuando estaba pintando

y también las de las motos que estaban aparcadas en la puerta de la guarida dándole un aspecto de muy concurrido a pesar de que el 75% de ellas eran las mías.

Mientras se secaba la pintura José Ignacio se marchó, no fuera a ser que acabase enredado como el otro día, cuando vino DavidRC, que quería ir a Algeciras y nos metimos en un bar y nos bebimos media Cruzcampo charlando.

Spinner seguía con lo suyo: sacarle brillo a los tornillos del tren delantero. Yo aún no sabía muy bien lo que estaba haciendo.

La pintura tardaba en secarse, así que aproveché para darle otro poquito de luminosidad a este blog usando a mis dos sobrinas, María y Blanca, como modelos en la Sprint.

Y a fe mía que la Triumph está mucho mas guapa con ellas encima.
Spinner había conseguido montar finalmente el disco de freno y solo le quedaba purgarlo.

La pintura blanca se había secado, de forma que pude proceder al empapelado, digo al enmascaramiento de las zonas que había que proteger

y llegado a este punto, me fui a ver los últimos quince minutos de los entrenamientos oficiales de MotoGP a la tele, con una cervecita en la mano. ¡Muy bien Pedrosa!
Cuando vuelvo me encuentro a Spinner diciendo que se le ha olvidado poner la tórica. ¡Ha desmontado la pinza de freno para cambiar el disco! Me asomo y tiene todo abierto, e incluso está intentando desmontar el latiguillo para sacar completamente la pinza! ¡Manda güevos la que ha liado, y con todas las piezas barajadas encima de la mesa! En un momento recomponemos la situación y sangramos el circuito y ya, gracias a Dios no le quedan ganas más que de coger un trapito y limpiarla un poco.
El viento me está respetando un poco a lo largo del día (en plan motero, con rafaguitas, ¿eh?, lo que pasa es que ya nos conocemos y he aprendido a trabajar con él). Preparo la pintura roja y me pongo a pintar. Ahora el que hace las fotos es Spinner. Mejor, que así no rompe nada :-Þ.

Ahora tocaba esperar otro rato a que se secase la pintura roja. Un par de cervecitas al sol y listos. Una vez seca la pintura, se empieza a desenmascarar y empieza a aparecer el diseño que llevaba en la mente y que no sabía como iba a quedar definitivamente. Por lo pronto, el del carenado no parece que vaya muy mal.

Una manita de lija de agua muy fina para comerme las rebabillas de la pintura, y a otra pieza.

Ahora le toca al colín.

Y ahora al guardabarros delantero.

Finalmente, el depósito. Pero ahora me doy cuenta de que no he pintado la tapa de la caja de herramientas del depósito. Precisamente cuando ya tengo totalmente limpia la pistola para empezar a laquear... Otra vez a pintar en rojo. Esto de la pintura se vuelve un poco obsesivo y cabreante.
Pinto la dichosa tapa y no me queda bien porque se me caen dos goterones gordos de pintura (por ahorrar tiempo y no pintar con la tapa del depósito puesta). Con unas cuantas pasadas más parece que lo arreglo, pero me temo que se queda para nueva pintada el próximo dia, con lo que quizas no me la pueda llevar a Linares.
Sigo quitando las cintas de enmascaramiento y voy dejando el depósito al descubierto con sus colores

Realmente me gusta como queda. Imagináoslo con el escudo de BMW en el lateral y con una cinta ajedrezada en todo el lomo (por encima del barniz, por si no me gusta) y posiblemente os quedéis babeando un rato.
Ahora solo quedaba el barniz, la laca, vamos, eso que hace que tenga un brillo espectacular y que no se te vaya la pintura porque se te caigan las llaves encima del depósito. Esta vez la he preparado a razon de tres de laca, una de catalizador, una de endurecedor y dos de disolvente, y me ha salido demasiado líquida, lo que, por una parte le da mucho brillo a las piezas, pero, por otra parte, te produce algun que otro descolgado. El resultado del laqueado en las siguientes fotos:

Los más observadores ya se habrán dado cuenta de que esos maravillosos bichitos llamados insectos se han sentido atraídos por el olor de mi laca y se han posado sobre las piezas recien laqueadas produciendo estos maravillosos efectos "Jurassic park": insectos atrapados para la posteridad. No es la primera vez que me pasa, no.

Visto lo visto, decidí dejar la posible solución para la próxima semana, aunque me temo que, de cualquier modo, no será una buena solución. Por lo pronto, dejé recogidas todas las piezas, con la satisfacción inmensa de considerarme aprobado en la asignatura de primero de pintura de motos, y con la esperanza de aprobar el primer seminario de segundo, y muy contento con el diseño, tanto que a lo mejor hasta lo trasplanto a la R100RS, porque me ha sobrado un montón de pintura.
Y así quedaron las piezas, una vez recogido todo:

El que quiera babear tiene permiso. La semana que viene, más, pero Spinner no volverá. Ha jugado a ser bueno y los buenos siempre pierden. Chaval: estamos en un mundo de malos, y si no, mira al Pera... ¿te vas a hacer el santo donde no los hay? Lo siento, chaval. Sé la ilusión que tenías, y hasta te comprendo, que en el fondo, y aunque quiera aparentar lo contrario, estoy en el bando de los tuyos. Un abrazo.

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