sábado, 29 de mayo de 2010

201.- SEGUIMOS EN LA BRECHA, PERO POCO

Pues si. Este sábado ha sido casi de trámite. Spinner me llamó el viernes por la noche para decirme que se venía conmigo. Yo esperaba que se trajese la R65, pero ha aparecido con la GS grandota, la elefanta, como le dice él, así que lo he llevado a paso de R80ST, que no es demasiado vivo que digamos. Mejor, que así no hay multas.

Una vez en Ronda me encuentro a mi hermano, el famoso horticultor, que se encuentra en plena guerra con un jabalí que ha entrado por la noche y le ha desmontado el huerto. Anda el pobre reponiendo plantones, previniendo nuevos ataques y preparando una ofensiva para expulsión del bicho fuera de los límites del huerto.
Nosotros, por nuestra parte, nos pusimos a la tarea en cuanto llegamos, pero en realidad, como digo en el título, ha sido un día de mero trámite. Para empezar colgamos el extintor que compré el otro día, y es que un fuego en un sitio donde hay tanta gasolina...

Va a ser menester tener algunas brocas de las de pared. A ver si me acuerdo y las compro, que hay que reformar algunas cosas, y las que tengo allí están de pena.
A continuación cambiamos la bomba de freno delantera de la R80ST, a la que le había cambiado el recambio, pero sigue sin ir bien, así es que lo más probable es que esté rayada. Le he puesto una de 13 mm que tenía guradada por allí y va francamente bien; mucho mejor que con la de 12 mm.

A continuación le enseñé a Spinner como quedaba la cúpula en la R65

y el proyecto que tengo de ponerle un voltímetro-reloj-termómetro interior y exterior-avisador de hielo-y no se cuantas cosas más, pero fue solo tocarle un botón y se puso a hacer un ruido muy raro, como el que hacen las bombas de las películas cuando le quedan veinte segundos para estallar, así que lo dejamos a un lado y nos fuimos a otra cosa. Un dia de estos me leeré las instrucciones.

La otra cosa fue quitarle las maletas a la R80ST y pegarle un buen fregado a todo. La voy a dejar de verano, por ahora.

Aproveché que había quitado también los soportes de las maletas para darles un lijado y pintarlos.

En esto aparecieron por allí Cachiss y MicMic, con las respectivas, que venían de visita y a llevarse el antiguo deposito de la R80ST. Nos tomamos una cervecita y se fueron.

Faltaba poner los intermitentes en la R65, que con eso de la cúpula había que resituarlos. Tras mucho probar por un lado y por otro decidí que lo mejor era ponerlos por debajo de la tija inferior, en las barras de la horquilla, pero hacía falta un trozo de tubo para sujetarlos a los sujetadores, y eso implicaba encontrar un pedazo de tubo, soldarle una tuerca, etc.
Afortunadamente había un trozo por allí, así que soldé la tuerca con bastante dificultad porque no veo con la careta, y acertar es francamente difícil. Después he visto que existen unas que te permiten ver. Le he encargado una a Resnian.

La tuerca quedaba un poco regular, porque parte de la soldadura me taponaba la rosca y no permitía que entrase el tornillo

de manera que hubo que rehacer la rosca con un macho.

Lo siguiente, hacerle un orificio para pasar el cable

y ponerlo presentable con un poco de lija y pintura cromada.

Y ya solo quedaba ponerlos en su sitio, colocar los cables y comprobar que todo funcionase correctamente.

Y para acabar el día, le dimos un buen fregado a la R100RS, que estaba todavía con barro de la ultima lluvia.

Y con ella me he vuelto a Sevilla.

lunes, 24 de mayo de 2010

200.- GOMAS NUEVAS Y OTRAS ZARANDAJAS

Sábado sabadete, coger la moto y viajete. Pues no; esta vez no he cogido la moto, sino que me he ido en coche, pero previendo esto, el miércoles me di un paseito relámpago en cuanto salí del trabajo y cambié la R65 por la R80ST.
En efecto, me he ido en el coche porque tenía que llevarme un par de bultos: un extintor para tenerlo en el taller, que no está de más algo de prevención, y una cupulita para la R65, que la original de BMW la voy a dejar para la R100RS, que entre otras cosas es para un faro de 8" y en el de 7" de la R65 quedaba un poco rara.
Apenas llegué me puse a cambiar la goma trasera de la Sprint, y a pesar del nuevo aparato no ha sido nada facil, y menos solo, porque hasta que acabé estuve solo, y solo yo sé lo que suda para destalonar y desmontar una goma de ese tamaño a la clásica usanza. Un poco más tarde, cuando aún estaba pintándole las letras al neumático, llegó Javi con su R65, que se había dado un paseo desde Marbella para conocernos, y de paso para que le echara una mirada a su moto a ver qué me parecía.

La moto está francamente bien, solo un poco deteriorada de pintura, pero suena muy bien y anda mejor. Total, que con un poco de maquillaje se queda estupenda.
Le abrimos el cárter del alternador y vimos una placa de diodos con mas mataduras que un burro viejo, pero cumpliendo perfectamente su función. Lo demás, más o menos limpio y en aparente buen estado.

La cadena de distribución suena un poco, pero eso es casi normal en estas motos, y desde luego, no es preocupante. Le hice una puesta a punto de encendido (bueno en realidad solo comprobé que estaba en su sitio) y le hice una puesta a punto de carburadores, que esos si que estaban un poco (casi nada) desajustados. Acabado lo anterior, y mientras Javi se dedicaba a pulir el piloto trasero

yo equilibraba la rueda trasera y la montaba. Por cierto, he puesto una goma nueva, unos Dunlop Sportmax Qualifier, y el cuentakilómetros de la moto marca 36579 km, lo que quiere decir, si mis cálculos no me engañan, y dado que la cambié con 27000 km, que la anterior, una Dunlop D220, me ha durado 9579 km.

A continuación me puse con la delantera. Primero destalonar y luego sacar de la llanta.

Seguidamente, poner la nueva, que es la misma que llevaba, la Dunlop D208, para lo cual tuve que bajarme todo el invento al suelo. Parece mentira la lata que me ha dado esta goma...

Al final acabó en su sitio, gracias a la ayuda de Javi,

que, por cierto, seguía sacándole brillo al piloto trasero.

He aprovechado para cambiar las pastillas de freno, que son las que traía de fábrica, y que podían haber aguantado todavía un porrón de kilómetros, según su aspecto,

pero es que ya estaba aburrido de estar mirando continuamente si estaban gastadas, así que he optado por poner las nuevas y limpiar las viejas y guardarlas por si hace falta un apaño para unos miles de kilómetros en un futuro.
Después de esto nos fuimos a echar una cerveza viendo los últimos minutos de la clasificación de MotoGP en Le Mans y cuando acabó Javi se fue para Marbella. ¡Buen chaval!

Cuando me quedé solo me puse a intentar arreglar el cuenta kilómetros de la R65, que había perdido uno de los tornillos que sujetan la esfera. Abrí el bisel con mucho cuidado, apoyando un destornillador y haciendo palanca, y saqué el reloj.

Seguidamente quité los tres tornillos posteriores para sacar la cazoleta e intentar recuperar el tornillo, que no tenía mas remedio que estar dentro, pero no solo no salía sino que ni siquiera sonaba a nada suelto. Cosas de estas motos...

Busqué por todo el taller un tornillo que fuese de la misma métrica y tamaño y que me sirviese para sujetar la esfera, y lo encontré: el de una ficha de empalmes.

Y como suele suceder, en cuanto puse el tornillo sustituto apareció el original, así que lo puse en su sitio, engrasé un poco los engranajes y cerré el reloj, pero como el bisel no se quedó totalmente hermético le puse un poco de plastidip para impedir las entradas de agua

y lo monté en su sitio, pero ya que estaba aquí, desmonté la tija superior para sacar los soportes de intermitentes que había puesto el otro día y que no me iban a servir con la nueva cúpula que le iba a montar.

El motivo de poner esta cúpula es que la otra, aunque es mucho mas bonita (es la original), es para faros de 8", y el de la R65 es de 7", de forma que queda mucho espacio muerto y no queda bonito, asi que se la voy a poner a la R100RS, que pasará a ser una R100S, pero para eso queda un poco de tiempo todavía.
A lo que iba, que le puse la cúpula nueva, que queda tal que así:

Parece que debe proteger bastante, ya que subido en la moto al menos me tapa todo el pecho, y eso se debe notar en la velocidad punta.

Para acabar el día le di un buen fregado a la Sprint, que, por cierto, sigue en venta, ahora con gomas a estrenar,

y me volví a Sevilla en el coche, que me cansa diez veces más que la moto, donde llegué casi de noche.
Próximos inventos: pintura de todo lo que estropeé la última vez y de la cúpula. A ver si el sábado que viene lo lijo todo y lo dejo preparado para el ataque de pintura, que de ésta seguro que me sale bien.
Y, a todo esto, ahora me doy cuenta de que el blog tiene ya 200 entradas. Eso es una pechá de escribir.

domingo, 16 de mayo de 2010

199.- 800 KM SIN CARENADO EN LA R65

No tenía yo muy claro que esta moto, la R65, fuese apropiada para viajar. En primer lugar, por motor ya que es una cilindrada pequeña que te obliga a llevarla un poco alta de vueltas si quieres hacer ritmos medianamente aceptables en trayectos largos. En segundo lugar porque no tiene maletas, ni falta que le hacen, que con una bolsa de depósito y una mochila se llega a todas partes; eso sí, sin acompañante. Y en tercer lugar porque con las pequeñas modificaciones que le he hecho (fundamentalmente estriberas retrasadas y manillar clubman invertido) la postura es un poco mas deportiva, y eso, a ciertas edades, se nota un poco, aunque, particularmente, prefiero cargar los brazos, que gracias a Dios los tengo fuertes, que la espalda.
De todas formas, había decidido que ésta iba a ser la que me llevaría al último relevo de la válvula, aunque las carreteras no eran las idóneas para ella, que prefiere las carreteras reviradas donde se mueve como pez en el agua a pesar de su pequeño motor y gracias a su gran manejabilidad, así que quedé a las 8 de la mañana con Spinner a la salida de Sevilla para irnos juntos, él con su R65 último modelo (de verdad, de las últimas que se hicieron) y yo con la mia. Tras un par de peripecias equivocándonos de camino, salimos por fin a la carretera nacional. Habíamos calculado que íbamos a pillar a los participantes del relevo entre Linares y Hornos, basándonos en que 250 km nos los chupábamos, en una estimación pésima, en dos horas y media, y ellos habían previsto salir de Linares hacia Hornos a las 10 de la mañana, de forma que deberíamos estar en Linares sobre las 10,30 en el peor de los casos, esto es, dándoles como mucho, media hora de ventaja. Si tenemos en cuenta que un grupo es tan rápido como el mas lento de sus miembros, no nos iba a ser difícil enjugarles media hora en 100 km, que es lo que había desde Linares hasta Hornos, así que deberíamos pillarlos sin muchos problemas.
Los kilómetros iban pasando sin mas novedad que el frío que hacía, que unido a mi imprevisión, al no haber cogido ropa de abrigo confiado en el aspecto despejado del cielo, me estaban ocasionando un importante dolor de espalda del tembleque que llevaba, a pesar del esfuerzo que hacía por controlarlo e intentar relajar la musculatura lumbar.
Los kilómetros iban pasando, la espalda seguía temblando y el cielo, cada vez mas plomizo, amenazaba con enfriar aún mas el ambiente e incluso mojarnos. Llegamos al desvío del Pantano de El Tranco y aún no habíamos pillado a los demás. La carretera, una vez abandonada la general de Albacete, se empezó a volver sinuosa, estrecha y con el piso húmedo. Pasamos las curvas, una tras otra, hasta llegar a la presa del pantano, que estaba lleno hasta arriba, y sin rastro alguno de los demás. Bordeamos el pantano por su flanco oeste y, finalmente, llegamos a Hornos de Segura, un pequeño pueblo donde suponíamos que deberían estar los otros, dado que no los habíamos adelantado. Recorrimos el pueblo casi entero y no los encontramos, de forma que nos fuimos a la entrada, a un bar restaurante que se llama El Cruce, a calentarnos y llamarlos por teléfono a ver si había habido cambio de planes, o si estaban en otro lado. Llamé a todos los que tenía en la memoria del teléfono (Joeseph ha desaparecido de la agenda en el último cambio de teléfono) y ninguno contestaba, luego estaban todos conduciendo. Al rato escuchamos sonidos de moto (en realidad solo sonaba Berta, la R100RS de Bmwero), salimos y allí estaban todos; un montón de caras conocidas y alguna nueva.

Tras los saludos, a ver las motos. Una preciosa R45, con lo que se demuestra una vez más que el que no se mueve con estas motos es porque no quiere, porque ellas sí que pueden.

Más allá dos ilustres veteranas, una /6 y una /7, aunque ésta última con menos kilómetros que muchas modernas,

la de Chicho Boxero, a quien quizás le copie el diseño de la pintura para mi R100RS con algunas modificaciones,

y la 50/2 de MrTwinflat,

que intentaba, sin éxito, al igual que yo el miércoles pasado, poner a punto de carburación la moto de Motoroto.

Y es que hay que limpiar los carburadores de vez en cuando.
Una vez saludado todo el mundo, al interior, a comer, que en el fondo es lo que nos gusta (voy por 82 kg; esto no puede ser). Digamos que la comida no fue lo mejor del día, pero afortunadamente, con las cervezas que habíamos tomado antes Spinner y yo esperando a los demás, y dado que en esta zona la ponen con tapa, ya estábamos medio comidos.

Tras los postres se rifaron unas cuantas camisetas de Max Boxer, que, curiosamente, salvo un par de ellas, tocaron todas en la misma mesa:

Una vez en la calle instalé en la moto una camarita que he comprado en ebay por cuatro duros,

y que el otro día funcionó bastante bien, con la finalidad de ir recogiendo un vídeo de todos los participantes, pero mi gozo en un pozo, la camarita, que el otro dia tenía una autonomía de una hora aproximadamente, se apagaba continuamente y no llegaba a tomar imágenes.
Del restaurante nos llevaron a dar un paseito de no sé cuantos kilómetros (lo menos 50) por la sierra. Carreteras preciosas y todo divertido, pues en mi inocencia, que pensaba que la cámara iba grabando, me dediqué a pasar a todo el mundo y a dejar que me pasaran para ir recogiendo todo lo que pasaba por detrás, con lo que el paseo se me hizo bastante animado. De aquellas zonas tengo algunas fotos que he recogido de las que hicieron los demás.

Después de un montonazo de kilómetros de curvas salimos a la carretera general, donde nos dimos un pequeño desahogo Varito, Bmwero y yo, y tengo que decir orgullosamente que la R65 se defendió bastante bien. Como consecuencia del estirón perdí de vista a Spinner, así que paramos frente a una gasolinera a esperarlo y ya, desde allí nos fuimos los dos juntos para Sevilla. Llegamos a Córdoba de noche, y aunque la tarde no me había molestado por el frío, en cuanto el sol empezó a caerse volvió a aparecer la tiritera lumbar y el dolor, así que paramos en una gasolinera y me compré un polar de Repsol para quitarme el frío. Con eso medio pudimos llegar sin mucha molestia hasta Sevilla, donde llegamos a eso de las 11 de la noche.



Conclusiones:
  • Hay que ir vestido adecuadamente para ir en moto. Tan desagradable es pasar frio como calor.
  • La R65 es un pedazo de moto y no es incómoda para viajes largos. Me gusta mi motillo.

La semana que viene más, entre otras cosas limpieza de motos y preparos de pintura, a ver si consigo dejar bien el traje rojo de la R65.