Pues si; aunque parezca raro, así ha sido. Ya me iba tocando darme un homenaje ¿no? Este fin de semana empezó en sábado, como casi todos los fines de semana, pero era un sábado especial, porque al día siguiente había carreras de Superbikes en Portimao y seis días después la cita de Halloween en Benidorm, y hete aquí que después de todas las chapuzas que le he ido haciendo últimamente a la R100RS, no la había probado, y no sabía si estaba como para meterse una kilometrada con ella, asi que decidí no ir más de "sobrado" como este verano cuando fuimos a La Bañeza, y me fui a Ronda en la Sprint con la idea de probarla y de darme un buen paseo. Pero la mala fortuna quiso que, ya que me había puesto el mono de fundir y tiene poco sitio para llevar cosas, en vez de coger el taco de llaves que llevo normalmente cogí solo las estrictamente necesarias, es decir, las de la casa y las de la R100RS, o al menos eso me creía yo, porque cuando llegué a Ronda e intenté echarla a andar me di cuenta de que las llaves que había cogido eran las de la R80ST, que estaba con ruedas nuevas esperando para que les quitara el brillito ese que traen de fábrica. Hay quien dice que fue una cosa intencionada y que lo que yo quería era darme un buen paseo con la R80ST, pero si fue así lo hice de manera totalmente inconsciente. Mi idea era probar la R100RS.
Bueno, y ya que estaba, pues me puse con la prueba; bajar a San Pedro de Alcántara es agradable con cualquier moto, pero con esta, que se maneja la mar de bien, es una delicia. Los primeros kilómetros los hice con cuidado, y poco a poco le fui cogiendo el gustillo y me fui animando a tumbar. Tampoco es que llegara a tocar los culatines en el suelo, pero no le encontré fallos a las gomas (Pirelli MT66), ni un aviso, ni nada, lo cual no sé si será bueno o malo, que ya sabemos que los neumáticos que avisan suelen ser menos traidores que los que no dicen nada hasta que estás en el suelo.
No llegué hasta San Pedro de Alcántara; me quedé a unos pocos kilómetros para no meterme en jaleos de circulación que todo aquello está en obras y es facil meterse por donde no debes y acabar donde no quieres, y aquí me ocurrió la anécdota del día: Me di la vuelta en un tramo recto, con amplia visibilidad, poniendo los intermitentes, primero a la derecha para pararme y después a la izquierda para virar, y cambiando el sentido de la marcha sin maniobras raras. No llevaba ni medio minuto andando en sentido contrario cuando aparecen en los retrovisores las luces azules de una moto de la Guardia Civil de Tráfico. ¡Ea, ya la hemos liado! A ver quien lo convence de que lo que he hecho es todo correcto. Me pongo a pensar en qué demonios le voy a contar, en que no llevo los papeles porque me he equivocado de llaves... Total, no se va a creer nada... Aminoro la marcha y me echo a la derecha esperando que me pase y me saque la manita para que me pare, pero no pasa nada de eso... Me adelanta y sigue para arriba a toda pastilla. Superada la primera fase de sorpresa no se me ocurre otra cosa (ideas de bombero) que irme detrás de él. En esa carretera la velocidad punta no es muy importante, ya que casi no hay tramos rectos, y sí lo es el paso rápido por curva para poder hacer buenas medias, de forma que se puede ir muy rápido sin sobrepasar los límites de velocidad, y allá que me fui detras del guardia, quedandome asombrado de la facilidad de manejo de ese armario ropero, de lo bien que trazaba las curvas, de cómo inclinaba y sacaba ruidos de roce en cada curva, de cómo levantaba la moto a la salida... Total, que iba disfrutando un montón, pero el tio era muy bueno y tuve que rendirme a la evidencia: además de que era capaz de ir más rápido que yo, tenía dos ventajas muy importantes: las luces azules hacían que las neveras lo dejaran pasar, y tenía un bloc en el bolsillo de los que a mi no me gustan, así que reduje un poco la marcha y lo vi alejarse. Al mucho rato apareció el compañero, que también me pasó, y a quien tambien seguí un rato, pero este andaba menos y era bastante menos espectacular, así que le perdí el interés y lo dejé que se perdiera.
Acabada la prueba de la R80ST me volví a Sevilla en la Sprint, ya que al día siguiente había que madrugar para ir a Portimao.

Salimos temprano, a eso de las siete de la mañana, que con el cambio de hora resulta que eran las ocho, pero como jugábamos con que en Portugal es una hora menos, al final salimos a muy buena hora. La mañana estupenda, pero yo no me encontraba nada bien. Vengo arrastrando un cuadro de rinitis violentísima e intermitente desde hace un par de meses que lo mismo se me viene que se me va, que no me deja respirar y que me deshidrata por la hipersecreción nasal, pero lo más molesto es el insufrible picor de nariz, que me provoca continuos estornudos, y ya podéis imaginar lo que es estornudar violentamente (yo estornudo muy violentamente) en mitad de una curva... Además, tenía una intensa fotofobia que acentuaba los síntomas de la rinitis. Total, que me pasé el dia estornudando y limpiandome la nariz; sin exagerar, gasté unos 2 kilos de papel que iba robando por todas partes, porque los pañuelitos se gastaron en la primera media hora. El que no se lo crea puede apreciar cuanto digo en las siguientes dos fotos. En la primera gastando el producto de la Empresa Nacional de Celulosas de un año
Bueno, de las carreras no me enteré mucho, pendiente como estaba de que no se me salieran los ojos en cada estornudo; solo recuerdo que en Superstocks 1000 ganó Simeon con la Ducati, lo que no ha sido ninguna novedad, porque el tio ha estado arrasando todo el año.
Entre carrera y carrera probé de quitarme el catarro con el jarro, y como no había jaleo en el bar, se podía tomar uno tranquilamente una cerveja Sagres. Recuerdo que el año pasado esto era impensable, de la cantidad de gente que había.
Para esta carrera tambien cambiamos de sitio, y nos fuimos a una colina desde la que se veía gran parte del circuito
La semana que viene a Benidorm con la R100RS. Halloween motero que promete.
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