lunes, 14 de julio de 2014

353.- UNA ENTRADA SIN FOTOS

Pues sí; se me olvidó la cámara en casa y no tengo ni una foto. Y mira que llevaba sitio para equipaje, que la Sprint iba con las dos maletas y el baúl. Mañana agradable de temperatura y muchas motos en dirección a Ronda. Después me enteré de que había una concentración, pero yo a lo mio. Recogí dos gomas que había encargado y me las puse a modo de flotador, como hago siempre que llevo gomas nuevas, para llevarlas hasta la guarida. Cualquier día me pillará un guardia y me la liará.
Como había salido relativamente tarde, hasta las diez y cuarto no empecé a trabajar. La tarea principal era ponerle zapatos nuevos a la R100RS, que está en dique seco desde hace una temporada a cuenta de los neumáticos. 
La subí a la mesa y desmonté la rueda delantera. Destaloné el neumático y saqué la goma sin problemas. La llanta estaba muy picoteada por el candado en U, que acaba dándole pequeños golpes a los radios, golpes que acaban descascarillando la pintura, y ya que la tenía a mano decidí darle un repaso de pintura. La lavé a conciencia, la sequé y le di unos retoques con spray. La dejé un rato secándose al sol mientras me ponía con el secundario de la caja de cambios de la R80R. Extraje el cojinete grandote ayudándome de la guillotina, del calor y de la prensa hidráulica e instalé el nuevo cojinete de la misma manera. Este cojinete estaba malo, o sea que con este ya van dos bastante chungos: el delantero del primario y el trasero del secundario. Acabado este cojinete me volví a la llanta, que ya estaba bastante calentita (y seca, pro supuesto) y monté el neumático, un Bridgestone BT45 sin cámara. He usado el truco de las cinchas y debo decir que nuevamente ha funcionado, y esta vez mucho mejor que con la goma trasera de la R100GS, entre otras cosas porque no hay color entre la rigidez de una y otra carcasas. Acabada de montar la goma lo más difícil fue talonarla, porque no se dejaba inflar, se le escapaba el aire por todos lados. Hube de recurrir a quitar el obús de la válvula y así sí que se infló. La monté y me fui par la rueda trasera. Repetí todos los pasos y cuando acabé de montar el neumático nuevo me acordé de que había que equilibrarla y de que la rueda delantera ya estaba montada y no estaba equilibrada. Pues nada, en cuanto le puse sus contrapesos a la trasera la coloqué en su sitio y volví a desmontar la delantera; la equilibré y volví a montarla. Veo que las pastillas de freno delanteras están bastante gastadas, así que encargaré unas para montarlas el próximo día. Las traseras no están mal.
Acabado el asunto de los neumáticos me puse con el otro cojinete del eje secundario de la caja de cambios. Lo extraje y coloqué el nuevo, también sin problemas, con la ayuda de la gullotina y de la prensa. El problema gordo vendrá cuando haya que poner las horquillas, el selector y todo eso, que lo desmontó Roberto y me quedé un poco a dos velas de cómo iba montado.
Acabada la tarea me fui a Ronda en la R100GS a tomar una cervecita y a probar el neumático trasero que le puse el otro día. Tanto la cerveza como el neumático nuevo se portaron de maravilla.
A la vuelta lavé a conciencia la R100RS mientras la GS se enfriaba a la sombra del sauce. Cuando acabé con la RS lavé, también a conciencia, la GS y con eso se me acabaron las ganas de seguir trabajando, pero antes de volverme a Sevilla arreglé un pequeño asunto que tenía con la Sherpa y que me ha ocasionado un descascarillado de la pintura en la zona de sujeción delantera del depósito de gasolina. No se ve mucho, pero habrá que darle un retoque de pintura roja al menos. 
Y se acabó. Me volví en la R100RS pasando un calor tremendo y bastante aburrido porque no había nadie por la carretera, y es que a esas horas y con esos calores...

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