jueves, 1 de mayo de 2014

345.- Y DE NUEVO A LA TAREA.

Por fin puedo llegarme a Ronda a hacer algo. Tengo muchíiiisimas cosas pendientes: una caja de cambios por reparar, una Sherpa por montar, una Honda VFR a la que hay que volver a ponerle los plásticos (que había pintado previamente la semana pasada pero que no dejé aquí reflejado porque no me había llevado la cámara), investigar una averia electrica de la R100GS, cambiar varios neumáticos.... Me voy a Ronda en la R100RS (la semana pasada, cuando pinté el carenado de la VFR me había ido en la Sprint y me había vuelto en la R100RS) sin problemas de ningún tipo. Algo más de tráfico que de costumbre, pero sin problemas. Llego temprano, entre otras cosas porque he salido muy temprano, a las ocho de la mañana, así que a las nueve y pico estaba empezando a trabajar.
Lo primero, dado que aquello está que no se cabe, sacar unas cuantas motos para dejar sitio para trabajar. Necesito vender tres motos por lo menos. A ver si alguien se anima, que están todas la mar de bien cuidadas y cualquiera es una buena compra.
Bueno, como digo, después de sacar algunas motos, me pongo con los plásticos de la VFR, que se quedaron secándose encima de la mesa. La verdad es que me quedaron muy bien a excepción de una pequeña zona que, la verdad, se me pasó y se ha llevado algo menos de laca, pero ha quedado francamente bien.


Colocar las piezas es bastante fácil: presentarlas y poner los tornillos correspondientes.



Compruebo que la moto arranca bien y funciona adecuadamente (la última vez que la subí a la mesa le cambié los filtros y el aceite).


Todo va como una seda, y es que esta moto es especialmente dulce, sobre todo si la comparamos con las BMW 2V.
Y conforme estoy escribiendo esto (cuatro días después, todo hay que decirlo) veo lo poco que dura la dicha en casa del pobre, porque a mi hijo le han dado un golpe y le han vuelto a romper la moto. Afortunadamente parece que no ha habido daños personales importantes, pero la moto vuelve a estar de baja, solo que esta vez la va a arreglar el mecánico a costa de la compañía de la nevera que le ha dado el golpe.
Y, hecha la pausa, me vuelvo al pasado y sigo contando lo que hice el otro día. Acabada la VFR me fui por la Sherpa. Si recordáis, ya tenía imprimado el chasis y el basculante y estaban a falta de pintura y lacado, pero antes de eso me fui por el depósito y le empecé a remendar los pequeños desconchones  y grietas con Rocadur, una masilla de carrocero.


También pude comprobar que la parte del asiento estaba francamente mal; se había reparado porque seguramente habría sufrido alguna rotura, y era una zona débil que había que reforzar un poco.


Preparé un poco de resina de poliéster y con un poco de fibra de vidrio le di un poco más de consistencia a toda la zona.



Mientras se polimerizaba la resina colgué el bastidor y el basculante y los pinté con la pintura que dicen que lleva esta moto, el gris plata de Ecenarro SA. Después le di varias manos de laca con la que uso habitualmente, que no recuerdo ahora cómo se llama.


Fuera estaban la VFR, que me iba a llevar a Sevilla, y la R100RS, que estaba descansando después del tute mañanero.


Seguí repasando el depósito de la Sherpa con Rocadur y ya que estaba liado con la resina de poliester decidí impermeabilizar el interior, así no tenemos después problemas con posible salida de gases de gasolina que formen burbujas en la pintura.
Este sistema es facilísimo: Lo primero es tapar los orificios de la moto (la comunicación entre ambas mitades y la salida del grifo de gasolina para que no se nos vayan a obstruir con la resina.


Seguidamente preparamos la resina según las indicaciones del fabricante


y la vertemos en el interior del depósito.


Lo movemos en todas direcciones procurando que la resina tapice toda la superficie interior y vamos controlando en la pequeña muestra que hemos dejado en el vaso de mezcla tanto el color como la densidad de la resina, lo que nos informa de su estado de polimerización. Al principio es de color azulado y se va volviendo de color marronáceo a la vez que se van formando grumos mas densos.



Esto nos da una idea de cuando debemos proceder a dejar salir el resto de resina que ya no va a tapizar nada y que solo nos puede dejar pegotes indeseables que disminuyan la capacidad del depósito, y más en este que es ya especialmente pequeño.
Para acabar, dejamos el depósito invertido, es decir, con el orificio del tapón de gasolina hacia abajo, de forma que los posibles restos queden depositados en la parte superior del depósito, donde no influyen mucho en la capacidad total.
Mientras hacía todo esto, la laca del bastidor se había secado, así que me lo llevé nuevamente a la mesa y monté el basculante en su sitio.


Y con eso di por concluida la jornada de trabajo. Bueno, en realidad estuve intentando cambiar la batería de la R80R a la R100GS, que me parece que ha llegado al final de su vida, pero no fui capaz porque estaba pegada al soporte de la batería. El próximo día intentaré despegarla y cambiarla a ver si es esa la misteriosa avería de la R100GS del otro día. 

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