De nuevo sábado, y de nuevo puedo volver a ponerme a la tarea. Además, este sábado tiene la cosa de que tengo que recoger la R100RS para llevármela a Sevilla para posteriormente ir a Benidorm. Me voy a Ronda en la R1100S (últimamente tengo en dique seco a la R80ST y a la R65, pero es que no encuentro tiempo para darles un repaso) y me doy un buen paseo con temperatura agradable, porque he salido algo más tarde de lo habitual a causa de los entrenamientos del mundial de motociclismo, y es que las tres carreritas del quinto pino obligan a madrugones, pero eso es lo que hay, al que le gustan las carreras no se las pierde.
Bueno, el caso es que cuando llegué a Ronda me puse enseguida a currar, aunque antes salió a recibirme la fiera de Rommel, que se le nota como crece por días, por siete días. Por cierto, que está en esa época de juego en que no te deja hacer nada y a la que te descuidas se ha llevado algo.
Bueno, a lo que vamos, la R80R: el chasis, que estaba en el suelo, junto con los soportes de las maletas de la R1100S, empezó a tomar forma. Primero el caballete, por supuesto con casquillos nuevos,
después la dirección, también con cojinetes nuevos, que ya dije el otro día que se me habían salido los rodillos de la canastilla de gastados que estaban, previo engrase con grasa de litio, que no sé si será la mejor, pero es la que tenía a mano.
Como puede verse por las fotos, el chasis no está excesivamente bien pintado, pero eso es lo que hay. Ya me había dado cuenta el último día y es que no veo ni papa al contraluz. Voy a tener que poner una buena instalación de luz.
Después de la dirección puse el subchasis
y la araña donde van el faro, los relojes y los intermitentes
Y entonces me di cuenta de que no había pintado las botellas de la horquilla. Menos mal que aun me quedaba un poco de pintura negra nitrocelulósica, que no es la misma que he puesto al chasis, pero vistos los resultados, mejor hubiera sido que lo hubiera hecho todo con nitrocelulósica. Aprendido para la próxima. El caso es que me tuve que poner a lijar, lavar y empapelar las botellas, y ya de paso hice lo mismo con las de la R65, que mostraban múltiples pedradas y desconchones. En un rato volvía a tener montado el chiringuito de pintura
y en otro rato estaba todo pintado.
Esta pintura me encanta, porque se seca en un rato y puedes ponerte a montar las piezas justo despues de haber acabado de limpiar la pistola.
En efecto, un poco más tarde ya tenía montados el soporte de la batería, una de las barras
y la otra,
con lo que el chasis pasaba a otra posición más favorable para la colocación de todo lo que le falta.
Las otras botellas, las de la R65 tampoco quedaron mal, y se quedan a la espera de remoción de todo el interior, que hay algo que no va totalmente bien por dentro, me parece que el muelle que se ha quedado "engurruñío". Ya lo veremos cuando acabe con esta moto.
El resto del día lo dediqué a limpiar la rueda delantera. Esta moto viene con un solo disco en la rueda delantera, pero le voy a poner dos, y hay que dejarla bien limpia, que después ya tendrá tiempo de ensuciarse.
La vuelta a Sevilla en la R100RS y con agua hasta Montellano, que espero que no sea un presagio de lo que nos va a pasar la semana que viene de camino a Benidorm.
Esta entrada va por Silverio, que dice que tengo abandonado el blog ¡es mester ver! Por cierto, ¡enhorabuena por tu futura segunda paternidad!